Habían pasado algunos días desde que Tomioka también tomó lugar en aquella finca, y tan sólo en esos pocos días Rengoku había mejorado considerablemente, al menos lo suficiente como para poder ponerse en pie por su cuenta, esto podría sonar como muy poco, pero tomando en cuenta que al inicio se le dificultaba hasta hablar significaba un gran progreso.
Shinobu sabía de antemano que esto se debía a la compañía del azabache, ambos habían encajado perfectamente bien a pesar de la gran diferencia entre ambos pilares, y es que el caos necesita a la calma y la calma necesita al caos, ambos representaban bastante bien aquellos papeles respectivamente.Ese día sus chicos habían vuelto, aunque estaban muy heridos como para poder pasar a verlo, y él ya estaba mal de base como para ir a verlos, en su lugar fue el pilar del agua, Kyojuro le encargó darles una felicitación de su parte, y que esperaba sentirse lo suficientemente bien pronto para poder pasar a verlos.
Ese día no estuvo del todo bien, se sentía un tanto mal de saber que sus queridos niños estaban heridos, pero era algo que siendo cazador de demonios no puedes evitar, por otra parte estaba sumamente orgulloso de ellos por sus logros, se volvieron más fuertes en muy poco tiempo y eso era de admirar.
Seguramente mañana sería un nuevo día, y quizá tendría la fuerza suficiente como para verlos, eso quizás los animaría.Definitivamente no se esperaba lo que ocurrió.
Ese día Tomioka había decidido ir a entrenar un poco, le había comentado al rubio sobre eso y estuvo de acuerdo, no podía tenerlo todo el día con él durante tanto tiempo, además entrenar nunca venía mal, pero al parecer en ese momento si, pues Senjuro, su querido hermano pequeño, había decidido ir a visitarlo, pero no podía ir solo así que también fue su padre.Era una escena sumamente incomoda, aquél hombre lo veía con una notable decepción que ni siquiera trató de ocultar, Kyojuro de alguna forma buscaba refugio en algún lado de la habitación mientras que el menor de los tres sólo veía a su hermano tratando de al menos ser un consuelo para él. Ninguno se atrevía a mencionar palabra ¿Qué decir en esa situación?
Parecía que Senjuro había decidido hablar, cuando fue interrumpido por su padre.—¿Te haces llamar pilar cuando estás en esta condición tan deprorable? —Kyojuro se esperaba algo cruel de base, pero aún así le dolió– ¿No podrías haber simplemente muerto y ya? No sería tan humillante, parece que te esfuerzas en ensuciar el apellido Rengoku –Con estas palabras el pilar sintió sus ojos humedecer, no podía llorar, no en frente de su padre. Se esforzó por mantener su sonrisa.
—Shinobu-san a hecho un gran trabajo, puedo admirar sus conocimientos y dedicación –Estaba cambiando el tema, cosa que su padre notó y le provocó cierta furia. Golpeó con fuerza la mesita que estaba al lado, provocando mucho ruido – Lo sé, padre, pero también sé que aunque hubiese muerto no te habría dado gusto, esto no es para siempre, a penas se me dé el permiso volveré a entrenar y matar demonios.
—Hagas lo que hagas no dejarás de ser una deshonra para mí –Kyojuro vió a la ventana, de pronto parecía el lugar más interesante del mundo– Esta fue una pérdida de tiempo –Tomó con fuerza el brazo de Senjuro, haciendo que tirara al suelo el recipiente que tenía en las manos, que por fortuna no se abrió, y tiró de él, llevándoselo a la fuerza, ni siquiera lo había dejado despedirse.
El pilar volvía a estar solo, su corazón de alguna forma se sentía vacío tras aquellas palabras. Hacía tiempo que dejó de buscar la aprobación de su padre pero no podía simplemente ignorar sus palabras, sabía hacer que doliera y que doliera bien.
Se fijó en el recipiente que dejó su hermano, lo tomó para después abrirlo. Era comida, comida que por cierto se veía deliciosa.
Una sonrisa surcó sus labios, al menos tenía a su amado hermano, él siempre era tan amable y lo mimaba con comida cada que podía, cocinaba muy bien a diferencia de él que tendía a quemar las cosas.A mitad del pasillo se encontraba Tomioka, quién había escuchado la discusión pero no había encontrado cómo meterse para salvar a su amigo, sólo le había tocado ver cómo el ex-pilar se llevaba a rastras a su hijo menor, esto le hizo sentir un tanto mal pero no tenía el derecho de reclamar o hacer algo al respecto.
Pretendió no haber escuchado nada, quizá sí lograba entablar una conversación con el rubio podía hacerlo sentir mejor, siempre que él iniciaba las conversaciones podía ver la felicidad desbordar de aquél hombre, verlo feliz era equivalente a ver el mismísimo sol, era una persona maravillosa ¿Como su padre podía tratarlo tan mal y denigrarlo tanto? Simplemente no le entraba en la cabeza.
Finalmente dió el paso hacia la habitación, siendo recibido por aquella sonrisa amplia, definitivamente no entendía como su padre podría no quererlo.—Tomioka-san, cómo fue tu entrenamiento? –Preguntó con entusiasmo, al obtener una mirada suave como respuesta se permitió reír– Senjuro vino junto a mi padre, me trajeron esto, son muy considerados –Al pilar del agua le dolieron un poco aquellas palabras.
—Lo son ¿Cómo te sientes? –No quiso rebuscar mucho en aquél tema, y gracias a la expresión de felicidad contenida del menor supo que dió en el clavo al dar una conversación.
—Me siento bien aunque aún un tanto débil ¡Si sigo así pronto estaré caminando, así que estoy muy feliz! Aunque es una pena no haber podido recuperar la visión de un ojo no es algo que me impida pelear –Gracias a aquellas palabras Giyu recordó algo.
—Es cierto, te traje esto –Se aproximó al contrario y le entregó un parche, lo había conseguido para él durante esos días, pero no había encontrado ocasión para dárselo, a diferencia de lo que esperaba, Kyojuro pareció apreciar mucho el regalo.
No tardó prácticamente nada en tomarlo y comenzar a atarlo a su cabeza, realmente no le sentaba nada mal, aunque era un poco triste saber que uno de sus distintivos ojos se había apagado permanentemente, pero era mucho mejor que estuviese vivo pero sin un ojo a que estuviese muerto.
Ciertamente el parche le haría las cosas un poco más cómodas, además de que era mejor ver el parche a ver aquella herida que sería mejor simplemente no describir y dejarlo a la imaginación.Ambos hombres se voltearon a ver, Kyojuro parecía estar deseoso de algún comentario ya sea bueno o malo, incluso volteó un par de veces su cabeza como si estuviese modelando, a lo que Tomioka asintió, dándole su "aprobación" a aquél parche, el rubio tendía a ser un tanto infantil, pero nunca por más serio que fuese el azabache nunca cambiaría eso, era un rasgo que le gustaba mucho, a pesar de estar constantemente arriesgando su vida por la de los demás lograba ser optimista, encima siempre lograba pasar ese optimismo a los demás, por ello todos lo querían, por ello todos pensaban en él como el sol que traía paz después de la tormenta.
Por ello Tomioka había decidido desde ese momento protegerle tanto como le fuese posible, no podría permitirse verlo al borde de la muerte una vez más, él no lo merecía.
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Pasé de estar muriendo por un bloqueo a estar chorreando inspiración, espero les guste aunque sea cortito, ya se la saben, dejen estrellitas y comentarios, que me dan más ganas de seguir escribiendo para ustedes <3
Cada vez les agarro más cariño a estos dos
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susurros de medianoche [Terminado]
FanficCazadores de demonios, específicamente pilares, ellos tenían una voluntad de acero y un corazón fuerte, pero incluso el más fuerte puede doblegarse por el mismo corazón. Un arma de doble filo que podía ser letal.