susurros de medianoche [Terminado]

8# cambio de aires

La noche había sido terriblemente larga, casi todo su cuerpo dolía gracias a haber estado prácticamente en la misma posición tanto tiempo. No era la primera vez que se quedaba despierto toda la noche, sin embargo el cúmulo de emociones había provocado un gran cansancio.
Sintió a su hermano removerse, estaba despertando. Cuando finalmente estuvo completamente despierto pareció sumamente triste al ver que todo había sido real y no un sueño. Kyojuro le pudo ofrecer una sonrisa antes de levantarse y estirar su cuerpo, la reunión era dentro de poco si su instinto no fallaba.
Volteó a ver al menor, quién también se estaba estirando y se acercó para retirar cuidadoso las hojas y ramas que se habían metido en su pelo, al terminar tomó su mano y caminó junto a él para ir a la zona habitual de las reuniones.
En su rostro se notaba el cansancio, aún así se esforzaba por sonreír, por mantenerse en pie. Sólo quería llegar, comunicar lo sucedido y quizás conseguir algún lugar de renta para quedarse mientras conseguía algo permanente, aunque, por supuesto, el menor podía deducir los pensamientos de su hermano.

Tarde, había llegado tarde, tuvo que disculparse con el patrón, y todos veían a ambos con extrañeza, pues no solo estaba llegando tarde, cosa que nunca hacía, si no que también llevaba a Senjuro, quien no se despegaba del mayor en ningún momento, pues para él tener a casi todos los pilares alrededor suya era muy intimidante. Al menos conocía a Iguro, quien aunque no lo mostrara le hacía muy feliz al verle, pues pocas veces podía hacerlo.
La reunión transcurrió con normalidad, claro, con el pequeño detalle de que Kyojuro parecía estar quedándose dormido, siendo despertado solo por su cuervo que se acercaba a jalar mechones de su pelo para despertarle. Cuando los informes fueron dados, Oyakata-sama atendió lo que pasaba con el pilar del fuego, aunque claro, ya lo sabía, pero debía escucharlo de su propia boca.

—Mi niño, ¿Qué es lo que ocurre? –Dijo aquél hombre, viendo con cariño a Kyojuro, este pareció pensar un poco en las palabras correctas, pues aunque supiera exactamente qué pasó decirlo era complicado– No te presiones, si decides no decirlo respetaremos tu decisión.

—Le agradezco, pero esto es algo que no puedo mantener en secreto –Su voz sonaba sumamente cansada, al menos para aquella energía habitual– El día de ayer tuve una pequeña disputa con mi padre, así que decidió echarnos de la finca –Todos los presentes parecieron sorprendidos, menos aquél hombre pelinegro, quien meditaba lo que estaba escuchando– No pude dormir en toda la noche cuidando que no se acercaran los demonios, es esa la razón de mi comportamiento tan grosero. –hubo una pausa, se sentía avergonzado– pensaba en alojarme en un lugar rentado mientras consigo alguno permanente, para mí y para Senjuro.

Nuevamente hubo silencio, los demás pilares trataban de no mostrar su pena sobre lo ocurrido para no hacerle sentir mal, a ninguno de los dos de hecho.
El patrón pensaba en alguna solución, el dejarle hacer eso sería como abandonarlo, pues hacerlo conllevaría no apoyar en nada, es como si sólo lo hubiese escuchado y ya.
La respuesta llegó rápido, aunque para ello necesitaba el apoyo de al menos uno de sus niños, aunque él los conocía, sabía que no dudarían en ayudar a su compañero, todos lo querían, nadie desearía dejarlo solo en una situación tan pesada como quedarse sin hogar.
El hombre mostró una sonrisa amable, al notarla Kyojuro supo que había pensado en algo, sintiendo cierta felicidad por obtener el apoyo del patrón, aunque era algo con lo que podía contar siempre.

—Para esto necesitaré el apoyo de alguno de ustedes, queridos pilares –Dijo el hombre, llamando la atención de los presentes– ¿alguno tendría la bondad de alojar a los Rengoku mientras  se le construye una finca? –Hubo un breve silencio, antes de que Shinobu, Iguro, Sanemi, Himejima, Uzui y Tomioka se levantaran. El patrón, a pesar de ser ciego, supo lo que había sucedido, Kyojuro sintió una enorme  calidez en su pecho al ver esto.

—Te apoyaremos en lo que necesites –Dijo Shinobu, incluso esa sonrisa de siempre parecía más sincera–Si, Estaremos aquí para ti, mi gran y extravagante amigo –Replicó Uzui su voz denotaba sinceridad absoluta, era algo que aprendías a notar pasando el tiempo con él. Tanto Senjuro como Kyojuro estaban enternecidos, teniendo el apoyo no sólo de uno, si no de todos sus compañeros, y si bien, ni Tokito ni Mitsuri no estaban presentes, sabía que todos sus compañeros en general eran personas amables, sabía que era querido por ellos y eso le generaba felicidad.

—Estoy agradecido con todos ustedes, tanto que no podría explicarlo con palabras, es un honor ser el compañero de personas tan increíbles como ustedes, tienen mi eterna gratitud y respeto –Habló el pilar de la flama, sosteniendo el hombro de su hermano menor, quien estaba sorprendido y feliz en partes iguales, todos parecían tan intimidantes, pero ninguno había dudado en ofrecer su ayuda y eso era muy noble.

—Si me permiten –El patrón nuevamente habló, generando silencio nuevamente, este se había asegurado de no haber interrumpido a nadie antes de hablar– es amable de su parte ofrecerse todos, pero estar cambiando constantemente de finca puede ser cansado o contraproducente para Kyojuro y su hermano, propongo, si no hay inconveniente, que se queden en la finca de Tomioka por el momento ¿Hay alguna objeción?

Todos siempre se preguntaban ¿Cómo era que el patrón sabía siempre que estaba sucediendo a pesar de su ceguera? Aunque bueno, ese no era el punto por ahora. Tomioka no tenía objeción alguna, y obviamente Kyojuro tampoco, sin embargo, había dos pilares en específico a los cuales les generaba molestia la situación, aunque uno de ellos tenía un problema mayor en ello.
Iguro Obanai, él había estado al pendiente de la situación casi desde el inicio, no podía creer que aquella "rata" como le llamaba, se estaba acercando tan deliberadamente a aquél que consideraba un hermano. Aunque claro, no podía reclamar nada en ese momento pues sería sumamente egoísta de su parte.
Oyakata-sama, al no recibir ninguna queja asintió, se dijeron un par de cosas más y finalmente la reunión terminó.
Rengoku se acercó a Tomioka, dándole las gracias como nunca lo había hecho con nadie, mientras esto pasaba, Senjuro estaba con Shinobu, pues antes de que acabase la reunión ella le ofrecía pasar tiempo en la finca mariposa, tiempo que aprovecharía para aprender cosas y hacer ciertos servicios junto a las niñas, él había aceptado con el apoyo de su hermano mayor, pues así tendría algo en lo que ocupar su mente para no pensar en su padre y de paso aprender cosas nuevas, que nunca estaba de más.
Parecía que las cosas volvían a estar bien para los hermanos, aunque claro, había cosas qué aclarar y pensar.

Kyojuro fue con Giyū a su finca, la cual era sumamente grande vieras por donde vieras, el rubio no pudo evitar sentirse un tanto mal al pensar el tiempo que debió pasar el azabache en soledad en un sitio tan grande.
Al estar en lo que sería el recibidor, el pelinegro volteó a ver al contrario con seriedad, tanta que este se sintió un tanto intimidado, pero el suspiro de Tomioka lo hizo relajarse un poco, aunque claro, se relajó hasta que escuchó lo que salió de sus labios.

"Dime, qué está ocurriendo, no estás bien"

Fue lo que dijo, y al escuchar aquellas palabras, el corazón del rubio casi dejó de latir, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas y por primera vez en mucho tiempo se dejó que alguien lo viese en aquél estado "vulnerable", sería una larga conversación.

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Bien, aquí está esto JDJS

Primero, la canción es extra, me gusta poner canciones entre partes para que la lectura sea más tranquila o algo así

Segundo, y cómo aclaración, la idea principal era hacer que Rengoku y Senjuro se quedaran solos en una finca a parte, pero al ver los comentarios de la parte anterior me decidí por dejarlo con Tomioka.
En fin, espero les guste, nos vemos baii