💜 Todos tienen un secreto que no quiere que nadie conozca...
💜 Estar en ese lugar... me sentía libre... me sentía yo...
💜 Tener la atención de todos era magnifico e inigualable...
💜 Quería disfrutar de mi vida a otro nivel, sin que mis padres su...
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Al estar en el campus me encuentro con mis otros verdugos, los miembros del equipo de fútbol, los Akatsuki.
—Pero miren con quién nos hemos encontrado, con la rarita —habla Deidara con burla.
Es un chico guapo, no lo niego, pero lo que tiene guapo, lo tiene de idiota e inmaduro. Los otros solo me miran de arriba a abajo.
—Dejeme pasar por favor —hable bajito para disimular las cosas, ya que por dentro estoy mordiéndome la lengua para no revelar nada.
—Y que me haras sino quiero hacerlo ¿vas a pedirle ayuda a tu mami? —suelta una carcajada.
Observé que todos se fueron, solo se quedaron él y su mejor amigo Sasori. Un chico de cabellera roja y unos lindos ojos, pero bien raro si que es.
—Fácil, sino me dejan en paz mostraré unos videos que tengo de ustedes dos. Creo que ustedes perderán más que yo —sonreí de lado al observar que tengo la atención de ellos dos.
—Por favor Deidara te vas a dejar manipular por ella, lo hace solo para que la dejemos en paz, cuanto apuesto que no tiene nada —brama molesto Sasori sin dejar de verme serio.
Si tan solo supiera que me acosté con él no lo creería, obvió siendo Esmeralda. Puedo decir que es un buen amante, pero es un poco aburridor para preparar a una mujer antes del sexo.
—Estas muy seguro Sa-so-ri... —me fui acercando a él, como era más alto me tocó mirar un poco hacia arriba, pero no me deje intimidar. —Tengo varios videos donde se ve claramente como venden drogas aquí en la universidad, tú y tu inseparable amigo, pero eso no es todo. También hay unos donde ustedes la consumen y asisten a clases en ese estado, sabe lo que les puede pasar si descubren eso —lo agarre por la camisa y lo hale para quedar a mi estatura. —Seran expulsados, además que irían a la carcel, seria una lastima que alguien tan guapo como tú, este en un lugar de esos no... —hable en susurro cerca de su oído, pero coqueta y amenazante a la vez.
Se alejo de mí como si le diera asco, se miraron entre los dos y asintieron con la cabeza.
—¿Qué quieres a cambio? —preguntan muy serios.
—Nada, solo que me dejen en paz, eso de que lleguen y lo molesten a uno ya no es divertido. Y mas si no les he echó nada, así que ustedes deciden.
—De acuerdo eso haremos, pero no prometemos que los demás lo hagan —dijo Deidara mientras apretaba los puños molesto.
—No te preocupes por eso cariño, yo misma lo puedo arreglar, cada uno tiene un secreto y yo sé cuales son.
—Eres una maldita perra —habla molesto Sasori.
—Si querer que te dejen en paz es ser una maldita perra, entonces soy una muy grande y me enorgullezco de serlo. Además quien es más maldito, la que quiere defenderse o los que molestan a alguien solo por diversión —lo deje sin palabras, se fueron y estaba muy dichosa.
