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-¿Porque tenemos que ir?-

Louie en el asiento trasero veía por la ventana todas aquellas construcciones, se encontraban camino al centro comercial, sus tíos lo invitaron, pues necesitaban ciertas cosas para la boda de su tío Donald.

-Ya sabes porque, pero en caso de que lo hayas olvidado, tu tío Donald se casará-

Panchito salió del auto para abrir la puerta de su esposo y el patito.

-Si, lo entiendo, ¿pero porque vengo yo?-

El patito miro a sus tíos para después comenzar a caminar junto con ellos hacia lo que parecía ser una mueblería.

-Quisiste venir, además, después de hacer todas las compras iremos a un lugar-

José colocó su mano en la espalda del niño al momento de cruzar una calle de la misma plaza.

-¿A donde iremos?-

La comodidad y calidez de la mano en su espalda le calmó el hecho de ver a demasiadas personas a su al rededor.

-Espera un poco y verás-

Louie simplemente guardó silencio, paseo por el lugar mientras sus tíos hacían todos los pedidos que necesitaban. Agradecía que estuvieran ellos tres y dos parejas más en la tienda.

-Louie, aquí estás mijo, pensamos que te habíamos perdido-

Panchito soltó el aire que tenía acumulado en sus pulmones, si bien ellos se concentraron en sus compras, jamás fueron avisados por parte del niño que se iría a ver el establecimiento.

-Lo siento, solo vi un peluche y me gustó, después vi lo demás-

La cara del niño mostraba arrepentimiento por causar molestias.

-Tranquilo pequeño, ¿te gustó algo?-

José camino hasta estar junto con el para empujarlo levemente y comenzará a caminar junto con ellos.

-No, la verdad hay cosas muy raras, vi un sofá con el rostro de un león, supongo que habrá quien le guste-

Se encoje de hombros demostrando que no le da importancia a ello.

-Tambien lo vi, es raro, pero bueno ahora vamos por los accesorios de mesa-

Panchito colocó su cuerpo del lado izquierdo del niño para dejar a este en el centro de ambos.

Al llegar al lugar Panchito hablo con un encargado del lugar para ayuda, mientras tanto, Louie se encontraba maravillado por ver un hermoso vestido verde bosque con estampado floral en una falda pomposa y un moño posandose en el hombro. José al ver lo que llamaba la atención del pequeño comprendió que era un caso parecido a el. Se colocó en cuclillas y le susurro levemente al pequeño.

-¿Te gusta?-

Louie miro a su tío con expresión de miedo, lo atraparon viendo lo que se suponía era ropa de niña, el debería mirar ropa de niños. Atino a guardar silencio, después recordó las palabras de su tío "No te juzgare sin saber porque lo haces"

-Sí-

El susurro llegó a los oídos del perico, este miro como su esposo caminaba hacia ellos.

-¿Quieres probarlo?-

Louie miro a su tío Panchito con ojos de ilusión y sonrió levemente.

-¿Puedo?-

José sonrió y le dio una talla adecuada para él y camino a los probadores, el patito simplemente fue tras él al igual que Panchito.

-No olvides salir para mostrarnos como como te queda-

Fue lo que dijo Panchito antes de que Louie entrara a su cubículo. Un "sí" corto y algo elevado se escuchó.

-Es tan puro e inocente, no entiendo cómo le pueden hacer ese daño-

Panchito suspiro, era injusto que los otros dos hermanitos tuvieran favoritismo de parte de su madre y tíos.

-Meu amor, se cómo se siente ser diferente y el menos favorito, jamás dejaré que Louie pase ni el cinco porciento de lo que yo-

-Mi hermoso chaparrito, adoro que hables español y tu lado justiciero salga al aire-

Sin querer, las dos aves latinas comenzaron un coqueteo en la lengua española haciendo sonrojar a ambos y reír levemente.

-Listo!-

La pareja miro al patito con su vestido, para José era un modelo divino, para Panchito era ver una princesa, princesa que jamás dejaría que ningún Caballero o caballera le rescatará.

-Patito, te vez hermoso-

Las mejillas del niño se tornaron se colores rojizos, una leve sonrisa se asomo y miro al suelo.

-Gracias tío José-

Louie se preocupo un poco por no obtener respuesta de su otro tío, le miro y no pudo descifrar lo que veía en la expresión del gallo, una clase de conmoción tal vez. El de rojo sonrió.

-¿Lo quieres?-

El de vestido sonrió y asintió rápidamente, dejando la tención de lado.

-Entonces ve a cambiarte-

Al momento de estar pagando la prenda el niño no dejaba de dar leves saltitos debido a la emoción. No espero mucho para sujetar la bolsa que contenía su nuevo vestido. Abrazó fuertemente a su tío mexicano  para agradecerle.

-Gracias-

La voz quebradiza y baja alarmó un poco a los mayores.

-Es mi primer vestido, Gracias-

Miro a su tío sin dejar de abrazarle.

Panchito fue contagiado por el sentimentalismo, abrazo a su sobrino y lo elevó para mantenerlo en sus brazos.

-No hay de que mi niño-

Louie no quiso separarse de aquel abrazo, por lo tanto, el gallo tuvo que llevarlo al auto en brazos.

Después de un leve trayecto llegaron a un edificio bastante alto.

-¿Centro de salud?, ¿Qué hacemos aquí?-

Louie salió del auto mientras preguntaba.

-¿Sabes lo que es un psicólogo?-

José miro al niño mientras el otro hacia contacto visual con él.

-Me llevan con un psicólogo, ¿Porqué?-

Louie no estaba molesto, solo confundido, sabía que sus tíos buscaban su bien.

-Meu Anjo, jamás te juzgaría, solo quiero que puedas decirle a alguien todo lo que te tiene mal-

Colocó su mano en la mejilla del niño, Louie acurruco su rostro en la palma contraria.

-Di la verdad, se honesto a todo lo que pregunte,si?-

-Esta bien-

La voz tembló un poco.

-No tengas miedo mijo, todo estará bien, José y yo estaremos cerca de la habitación-

Louie asintió levemente.

Al llegar al consultorio el niño entro solo y procedió a tener su consulta con el psicólogo.

Después de un rato, el patito salió con un lápiz y una hoja blanca.

-Dice el psicólogo que entren con el, quiere hablar con ustedes, yo debo dibujar algo-

Louie los miraba con una leve sonrisa.

-Ya volvemos, no te vayas de aquí y no hables con extraños-

Louie asintió y comenzó a dibujar.

'Pa & PaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora