Capítulo 36.

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Salió de la máquina curativa, no tardando en secarse el liquido residual con una toalla, dejandosela a uno de los sirvientes que se retiró luego darle una reverencia. Se comenzó a poner su habitual vestimenta, deteniendose un segundo solo para ver con una leve mueca la marca que le quedó en el abdomen, pero no era de algo por lo cual preocuparse, la cicatriz tarde o temprano desapareceria.-

Se abrochó la capa, abriendo y cerrando sus manos comprobando su inmenso aumento de poder en los últimos días. Sonrió satisfecho con el resultado, sintiéndose cada vez con más fuerza que antes. Dió un suspiro después al salir de la habitación conjunta a sus aposentos, tomando una postura más seria, sopesando de nueva cuenta muchas opciones en su mente, mientras tomaba la tableta para revisar el reporte de su hijo.-

Vegeta ya había ordenado la extracción del mineral que buscaba, enviarían los cargamentos al planeta cercano que fue conquistado por los Saiyajin hacía poco. No tardo en mandar a parte de los científicos a ese sitio para empezar con lo que tenia planeado hacer con el material puro. Revisó una vez más la mejora de las máscaras de oxígeno que usaban cada vez que entraban en un sitio con gases tóxicos o un planeta sin atmósfera.-

Su hijo hizo acto de presencia al llegar la tarde, encontrandolo cuando estaban testeando esa tecnología. Tanto él junto con Raditz y Kakaroto vieron con curiosidad las distintas pruebas desde la seguridad de la habitación aparte, el grueso vidrio sirviendo para que no se vieran expuestos a las toxinas como los Saibaman que estaban dentro de la cámara de pruebas. El Príncipe, encontrando esto extraño, volteó a ver a su padre en busca de una respuesta a estas pruebas.-

Rey Vegeta: Hay unas alimañas apareciendo en las zonas de cultivos de algunos de nuestros nuevos planetas.-Comenzó a explicar tranquilamente, siendo escuchado ahora por los tres menores, pensando en que sería sospechoso si se negaba a decir esto en frente del pelipalmera.- Son demasiado escurridizos, tendriamos que destruir la tierra para poder acabarlos pero supondría una pérdida muy grande, por lo que he ordenado a los científicos crear una especie de insecticida especial para acabar con ellos sin afectar a los cultivos.-

Eso sonaba extraño, que su padre se preocupara por un asunto tan trivial, pero, considerando que ahora contaban con más variedad de comida gracias a la agricultura en tierras de distintos astros, supuso que era comprensible, se trataba de comida rica en nutrientes, cubrir la demanda de energía que cada Saiyajin necesitaba además de satisfacer el paladar. Comían lo que sea pero no iban a negar una buena comida deliciosa sin duda.-

El Rey Vegeta se mantuvo con una expresión neutral, mostrando un nivel normal de interés en algo como esto, sintiendo la calculadora mirada del Príncipe sobre él. Sabía que aunque su hijo fuese alguien en quién podía confiar, también era consciente de que se negaría rotundamente en participar en algo que dañara la relación establecida entre ambas razas. ¿Por qué?, de eso no estaba seguro, pero sabía que se tomaba en serio el acuerdo por las veces que defendió al Saiyajin que fue criado por el primogenito del Rey Cold. Le dió una mirada de soslayo al menor. No comprendía la mente de sus hijos, ya había intentado entender qué pensaban, pero falló rotundamente al tener su mente tan cerrada, siempre anteponía su lógica, encapsulando qué era lo correcto, qué era lo ideal para ellos.-

Y a quién menos comprendía obviamente era a su primogénita, con quién llevaba tanto tiempo sin ver o hablar en persona. Se preguntaba si aceptaría hacer una visita rápida para intentar al menos que vuelva a hablarle de vez en cuando para informarle cómo estaba. Su mente se desvió de la idea al escuchar el rastreador de Vegeta sonar, él por supuesto atendió la llamada.-

____: Vegeta.-Sonó la voz de la mayor. Bueno hablando del diablo.- ¿Está Kakaroto ahí contigo?.-Aunque su voz sonaba algo rasposa, lo cuál le extraño al peliflama.-

Irresistible (Freezer y Tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora