Capítulo 5

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Ahora me doy cuenta
3 años después
Amelia
Estaba en casa, eran las cuatro, había terminado todos los quehaceres domésticos y ya comio, así que decidío llamar a Vale...
... Marcó y el teléfono se quedó un rato en silencio, luego le contesto.
«—Hola Ame! Cómo estás? Hoy estás bien?»
—Estoy bien Vale — río un poco por su exageración — la verdad muy bien
«—Me alegro mucho! Y como vas con tu libro? Al fin pudiste resolver si va ser una amistad u otra cosa o avanzaste en otro?»
—Me alegra que preguntarás, decidí que voy a reempezarlo, necesita varios ajustes, y ahora puedo escribir mejor... — hizo una pausa — aunque la verdad no sé si es que me vaya a gustar igual...
«—Deja de insultarte! Leí tu material, aparte de buena ortografía tenés mucha creatividad, así que si no quieres que vaya y te golpee en la escuela no te sigas menospreciando»
Amelia río mucho, cuando se detuvo le dijo:
—Gracias por el cumplido, pero en realidad me falta talento para estructurar mejor, osea, las historias son buenas, pero las tramas... Ndaipori
«—Y sí, pero vos vas en mejor camino, especialmente porque tratas de mejorar escribiendo»
Suspiro rendida, si seguía sabía que iba ligar un akapete, así que dijo.
—Gracias, enserio, sos la mejor amiga que podría tener.
«—De nada, si no soy yo ¿Quien te va motivar?, Para eso estoy»
—Bueno, nos vemos mañana en la escuela?
«—Obvio, si no era por vos no me iba ir luego»
—Hablamos entonces, voy a escribir.
«—Suerte! Adiós!»
Y corto, últimamente llegaba a un punto en su historia en el que se trababa, no encontraba palabras para describir sentimientos que ella no tenía, sin importar cuánto intentará o leyera, no podía expresar eso, y le molestaba bastante.
Por otro lado, sus amigas solían invitarla a salir, por un helado, a las plazas, pero sus padres no confiaban en que estaría bien, solo podía salir a dos lugares, su escuela y la biblioteca, nunca iba a otros lugares para no perder la confianza de sus padres, aunque mentiría si dijera que no deseaba ir a comer un helado de chocolate con sus amigas, aunque a penas tenga sencillo para no joder con el vuelto.
En lugar de entristecerse con eso, se sentó en la cama a leer su viejo cuaderno, ese que tenía desde hace ya varios años, estaba agrietado, la tapa se doblaba todo, pero adentro estaban las ideas y la imaginación que tenía a los 8 años, preguntándose, dónde se fue esa creatividad y romanticismo de la vida, pero en lugar de seguirlo analizando, leyó su material, tenía post-its por todos lados, con ellos se guío a uno en el que escribió hace dos años, le dejaba pensando, no recordaba lo que hacía en ese momento, pero las palabras eran sinceras, hermosas, expresivas, y la construcción era tremenda, ella se esforzó por recordar que hacía en ese momento, para intentar volver a hacerlo, pero luego, recordó que no fue lo único que le salió así de bien.
Se levantó de la cama, se fue al escritorio y saco su computadora, reviso con cuidado, a través de muchos documentos, hasta que llegó al que estaba marcado, entro y lo notó, misma coherencia, misma construcción, misma sinceridad, lo único diferente eran las palabras.
Y ahí recordó, esa vez estaba llamando a su amiga, estaban hablando de un anime con toda naturalidad, pero como todavía no termino de escribir, no paró.
Era extraño, ni siquiera la música podía sacarla de ese bloqueo, pero... Y si intentaba hacerlo con su amiga al lado esta vez?
Con eso en mente, se levantó a toda bala y se fue corriendo con su mamá.
—Mbaepiko? Que lo que te pasa? Hay tarantula ya otra vez en tu pieza?
—No, y... No me hagas recordarlo por favor mamá
—Bueno, que pasó mi vida?
—Mami... Sé que hoy es tu día libre, y que necesitas dormir, pero... Puede por favor venir mi amiga Valentina acá?
—Hmmm, si me prometes que no van a ponerse a gritar a lo loco, podés invitarle, ya habrá almorzado todo.
—Gracias mamá — le dijo con una sonrisa, de las pocas que no eran forzadas, para después darle un abrazo
—De nada che reina.
Después que se soltaron, le dijo a su mamá:
—Me voy a buscarle para que sus papás no le digan que no.
—Bueno mi hija, no tardes mucho.
Luego de eso, salió a la puerta de en frente, abrió el portón, y salió con su bicicleta a toda puta por las 3 cuadras.
Ya cansada cuando llegó y se le bajó la azúcar, tocó a la puerta. Al poco tiempo salió alguien a atenderle.
—Ame? Que te paso?
—Ah, hola Lourdes — tomo aire — puede venir Vale a mi casa por favor? Mi mamá ya me dió permiso para invitarle.
—Hmm, espera que le llamo, un ratito.
Cuando cerró la puerta de nuevo, ahí si pudo hacer todo su drama de respirar a lo bestia, después escucho otra vez que venían y se recompuso.
—Ame! Que pasa? Ya hay invasión zombie!?
—No, es que quiero que vengas a mi casa, por favor.
Vale le pregunto a su hermana con la mirada si podía irse, a lo que le asintió.
—Sí puedo
—Gracias a Dios, de imaginar nomás que vine acá y me voy otra vez al pedo, me quiero tirar al piso — dijo riendo.
Se despidió de Lourdes, le pidió a Vale que suba, y se fue, ahora más despacio para que no le de un paró cardíaco después.
Cuando llegaron a la casa de Amelia de nuevo, su mamá ya se fue a dormir una siesta, como sabía?, El papelito que decía "No hagan mucho ruido" ayudó bastante a esa conclusión.
Entonces se fueron en silencio a la pieza, Vale se sentó en la cama y Amelia se fue a la silla del escritorio.
—Ahora si me podés decir que pasó?
—Sí, déjame te explico — dió vuelta la silla para mirarle — cuando hablamos hace una hora te había dicho que quería remplazarlo, la razón es que... no sé cómo seguir, me gusta como está, pero no sé me ocurre como hacer que parezca más natural, pero descubrí la forma.
—La cuál es? — preguntó curiosa
—Tú, estaba buscando en mi cuaderno de cosas, y había algo que escribí cuando llegaste, la primera semana, y después esa vez que me llamaste en mi tiempo de escritura, me salió así de orgánico, entonces por eso te llamé.
—Eso es muy tierno, pero estás segura de que tenía que ver conmigo?
—Solo hay una forma de averiguarlo, por eso te traje, además, de paso cuando termine de hacer eso, te quería enseñar a bailar mejor, acordate que viene el San Juan y que en la práctica te caíste.
—Trato hecho, pero me siento ofendida — dijo al tiempo que reía un poco.
—No es ofensa Vale, y vos sabés, por eso te reís — le respondió, ahora riendo también.
Al final, cuando se tranquilizarón, Amelia saco una mesita plegable que le regalaron para que pueda usar la compu en la cama, puso todo en su lugar y se sentó con la espalda contra la pared.
Espero a que Vale también se acomodara para poder empezar, hicieron silencio y derrepente vinieron las ideas, a cacharratas.
—Ya se te ocurrió algo?
—Varias cosas de hecho, es extraño, hace mucho no tenía ganas de escribir y creatividad al mismo tiempo.
Se volvieron a callar, el teclado hacía ruido, no porque presionaba fuerte sino porque presionaba rápido.
Al poco tiempo Ame paró de escribir, entonces con el corrector reviso sus faltas ortográficas, ninguna, su nuevo récord.
—Bueno, ahora ya terminé lo que quería hacer, querés que te enseñe a bailar mejor?
—Sí, pero después quiero leer eso.
—Bueno — se rió
Amelia se levantó, guardo todas sus cosas, y le invito a Vale a qué se levanté.
—Primero, mostrame un poco que tal te sale.
—Legalmente no me acuerdo ni pija de eso.
—Primera vez que te escucho hablar con mi vocabulario, pero bueno, te muestro.
Se puso a su lado y le empezó a mostrar.
—Trata de copiarme, ok?
—Asi?
—Mejor, pero va ser mejor si te muestro con todo, espérame un rato.
Ella se fue a su ropero, saco una bolsa de arriba, abrío y le paso una de las faldas y una chatita.
—Ahora, la coreografía, va ser difícil, pero te voy a mostrar tu parte, después hacemos en pareja para no poner fuerte la música, además, te va ser más sencillo, creeme.
—Está bien, pero si te piso es tu culpa.
—Ok, paso básico, talón derecho arriba, e intercala el pie de apoyo...
Luego de un trabajo de la gran 7, al fin hizo bien su parte y le dijo.
—Soy más alta que Roberto, y bailo mejor, así que no va ser tan difícil.
—Esta bien.
—Primero, conociendolo, te va agarrar medio fuerte, así que deberías acortumbrarte, y si te hace algo fuera de lugar, avísame, ya quería una excusa para golpearle a alguien.
—Ok, cómo sabes que agarra así?
—Porque ya fue mi pareja, re ay* nomás ya es. (Fastidioso, inchabola, argel, etc.)*
—Ok, y como va a estar?
—Sinceramente como cuando bailas el lento, mano dominante a la cintura y la otra mano no está tan rígida nomás, ese si se mueve a lo buscando señal para el celular — dijo riendo.
Entonces prosiguió a poner una mano en su cintura, y la otra la guió hasta la esquina de la falda para darle de agarrar.
—Al menos gua'uhape te voy a hacer aprender de la posición, la mano que sostiene es la que tu pareja de baile agarre, entendés?
—S-sí entiendo, pero porque agarras así?
—Te dije que así nomás iba ser con Roberto, te estoy mostrando para que después no le pateés en el escenario, mejor al terminar, ahí nadie va ver qué le partis de un akapete.
—Como digas...
Volvió a agarrarla firme, y le dijo:
—Primero así nomás, después si en serio.
—De acuerdo
La empezó a guiar, ambas se sentían ridículas, se imaginaban haciendo lo mismo en público y se pusieron a reír bajo.
—Al menos no me pisaste, pero a Roberto le podés pisar todo lo que quieras.
—No digas tonterías y tampoco me desconcentres desgraciada — dijo riendo.
Cuando terminaron, se inclinaron al público imaginario, y se sentaron.
—Hetã la hakukorocho chera'a — comento Amelia
—Porque bailamos mucho nomás, pero sí, mucho calor hacía desde antes.
—Que puta, vos querés bailar en el San Juan al menos?
—Nop, pero la profesora nos va dar puntos por bailar.
—Y vos le crees?
—Por que no le iba creer?
—Porque, cuántas veces los que sacaron 5 no se fueron ni a ver?
—Buen punto, pero igual no me perderé la oportunidad de pisotearle a Roberto. Por cierto, tu con quién ibas a bailar?
—Con nadie, soy muy alta y como hay más mujeres que varones en la clase, voy a bailar alrededor nomás, como otras 4 gigantes.
—Te molesta bailar sola?
—La verdad ya ni siquiera me importa, pero igual es estar excluida.
—Lo siento mucho... Pero creo que te puedo hacer sentir mejor.
—Cómo?
—Solo levántate.
Ella hizo caso.
—Dijiste que sabías bailar al lento también verdad?
—Sí...
—Quieres bailar conmigo? — pregunto extendiéndole la mano
—Si quiero — dijo tomando la mano que le ofrecía
Tomaron posiciones (Vale aún con la falda paraguaya y la chatita), Amelia saco los auriculares y le paso uno de los lados a su acompañante.
—Que quieres bailar? Tengo muchas así.
—Lo que tu quieras, consideralo como tú elección.
Luego de eso ni vacilo en poner "Someone you loved" solo porque le encantaba.
—La conozco, es una excelente elección.
—Gracias.
Comenzaron a bailar, sin pensar en como se veían, solo bailaban con los compaces.
Se balanceaban lento y se movían con naturalidad.
Amelia bajo la mirada para ver cómo Vale cerró los ojos, estaba también ligeramente sonrojada, asumió que era por el calor, pero luego cuando re afirmó su agarre para hacerla girar en el verso final, oyó un pequeño jadeó, eso la desconcertó, pero decidió seguir como si nada, aunque luego le preguntaría qué le pasó.
Al terminar, Vale abrío los ojos de repente y se apartó.
—Lo siento, creo que me deje llevar — Explico rápidamente
—No hay problema, pero si me asusto un poco.
—Em... Pero tú estás mejor? Te sientes mejor?
—Sí, gracias, fue divertido...
La incomodidad estaba muy presente en aquel momento, entonces Amelia reviso la hora y dijo:
—Bueno, son las 4, no querés quedarte a merendar o querés que te lleve a tu casa?
—Ni cagando me voy antes de leer lo que hiciste, ni creas que me olvidé boluda.
Y de la nada todo volvió a la normalidad.
Merendaron café frío con pan.
—Tu mamá no va querer que le guardes?
—No, ella toma café carbón, si no toma un sorbo del infierno, no le gusta.
—Ah, entiendo.
—Ya terminaste?
—Sip, ahora más vale que me muestres lo que escribiste.
—A eso iba Vale.
Enjuagaron lo que usaron para merendar y volvieron a la pieza.
Amelia trajo todo otra vez y puso la mesita entre ella y su amiga para poder leer las dos.
Luego de unos minutos ambas acabaron y Vale le miro para decirle.
—Vos sos estúpida si crees que no escribís bien, porque eso estuvo re bien!
—Gracias, y ahora son las cinco, querés que te lleve de vuelta a tu casa?
—Sí, vamos.
Entonces en silencio salieron de la casa, abrieron el portón, y salieron hacia la casa de Vale.
A las tres cuadras Vale se bajó de la bici y se despidió de Amelia con un abrazo.
—Nos vemos en la escuela.
Luego entro a su casa y Amelia se fue rápido a su casa...
Cuando estaba a punto de dormir, horas después, cuando, vaya saber porque, recordó lo que paso, sus mejillas se encendieron, sacudió la cabeza y trató de dormir, pero luego recordó todo lo demás, hace un año se había dado cuenta de que Vale significaba más que una amiga en su vida, pero actuaba como si no lo notará, pero vaya que fue difícil ahora...
Suspiro y se prometió algo con toda la seriedad que tenía.
—Se lo diré en el San Juan, quizá si me rechaza podré estar tranquila otra vez...

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