En un tiempo remoto, en tierras de leyenda, dos reinos coexistían uno junto a otro en paz y armonía.
Los orgullosos y guerrilleros bárbaros, famosos por ser los únicos lo suficientemente fuertes como para convivir estrechamente con dragones, tanto, que a su rey lo llamaban "el rey dragón". Y los místicos y pacíficos elfos, que cuidaban del bosque y sus mágicas criaturas al mismo tiempo que cultivaban el arte de la magia.
Ambos reinos sostenían un antiguo acuerdo de paz. Los bárbaros protegían a los elfos y su tierra de sus enemigos si a cambio ellos traían fertilidad a las sus áridas tierras para que los suyos no pasasen hambre.
A causa de este acuerdo generaciones de reyes y reinas crecieron sosteniendo amistades muy cercanas, hasta que el último rey de los elfos tuvo a su única hija.
A la celebración del nacimiento fueron numerosos monarcas para presentar sus respetos a la recién nacida, entre ellos la reina dragón y su joven hijo.
El pequeño apenas tenía un año más que el bebé, pero al acercarse a su cuna mostró interés por ella, queriendo jugar con la infante.
Esto dio una idea a ambos monarcas, unificar sus reinos de una vez y para siempre con el matrimonio de sus hijos.
Con esta idea en mente comenzaron a pasar todos los veranos en el reino del otro para que los niños convivieran y con suerte terminaran enamorándose, pero no resultaba tan sencillo.
Katsuki, el joven príncipe dragón, tenía un carácter explosivo difícil de tratar, y esa edad no ayudaba, solo se dedicaba a molestar a todo aquel desafortunado que se cruzaba en su camino y a pelear con su mejor amigo, Ejiro, y su dragón.
Yume, al contrario que él, era una niña encantadora, calmada y dulce que pasaba sus tardes aprendiendo entre mares de libros, educada y recta, aunque con una habilidad innata para hacer reír a los demás.
A ambos ya se les hizo raro el primer verano que pasaron juntos, y no es que terminaran de congeniar muy bien, Katsuki molestaba a Yume todo el tiempo para divertirse, y porque no se le ocurría otra cosa para llamar su atención al verla tan enfrascada en sus libros.
Yume, haciendo gala de una infinita paciencia, le ofreció sus libros para que leyera con ella en lugar de molestarla, y aunque no paró de quejarse en toda la tarde que pasaron leyendo, terminó tres libros, aunque no admitiría que le gustaron, ni que desde entonces él también se aficionaría a la lectura en sus ratos libres en los que prefería estar a solas.
En veranos siguientes, Yume exteriorizó su interés por los dragones y todo lo relacionado con ellos, Katsuki no paró de hablar sobre dragones durante todo el verano, hasta tal punto que Yume casi se arrepintió de haberle preguntado.
Durante el invierno Katsuki se dedicó a investigar sobre el bosque de Yume, no sintió el valor de preguntarle como ella lo hizo, tampoco quería parecer que no sabía nada acerca de su hogar, por lo que devoró todos los libros de su biblioteca que hablaran sobre su tierra y sus gentes, así la próxima vez que se viera podría hacer gala de su conocimiento.
Verano tras verano se dieron cuenta del plan oculto tras sus visitas por vacaciones, sus padres pretendían que ambos terminaran contrayendo matrimonio. Esto enrareció mucho su relación, los distanció y ambos prefirieron ocupar su mente en otras cosas.
Katsuki se enfocó en su entrenamiento para ser el rey más fuerte y en su técnica para volar con su dragón, Yume prefería perderse entre el paraje y las gentes del lugar, ya que pasase lo que pasase, en un futuro, como reina, su deber sería el de abastecer la tierra de naturaleza para alimentar a ese pueblo, por ello quería familiarizarse con él. Esto hizo que poco a poco se ganara el cariño del pueblo bárbaro.
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BNHA Fantasy
FantasiHistoria corta inspirada en el universo de fantasía de My Hero Academia. Katsuki Bakugou es el heredero al trono del pueblo de los dragones, siendo prometido desde niño con la princesa de su reino aliado, una joven bella y tierna, aunque obstinada e...