Capítulo 3

239 24 9
                                    

KAROL SEVILLA

Hoy será el primer día con el caliente de Ruggero y realmente temo por mi poca fuerza de voluntad con hombres de ese tipo, me follará hoy mismo.

—hola—dije entrando a la oficina

Me miro confundido— ¿Qué haces aquí preciosa? —pregunto.

Rodee los ojos— sabía que eras tan estúpido, pero nunca pensé que tu memoria fuera tan mierda— le sonreí como si me burlara de él, aunque en realidad eso hacía, él solo hizo un gesto raro

—ah, ya me he acordado... dices mierda y automáticamente me acuerdo de ti— trato de 'vencerme' pero vamos ¡que soy chica! Y más armas puedo sacar

— ¿me tratas de mierda? — dije sorprendida— bueno al menos soy más afortunada que tu— le sonreí

— ¿Por qué?

— ¡Dios! Que lento— refunfuñe—mira, precioso—dije imitando su voz— por lo menos la mierda es más suertuda que tú, porque ella pasa por aquí— toque mi trasero— y tu— lo mire lastimosa— no.

—pero... yo... ah, trabajemos

—Emilio, pasa— dije al conserje que se encontraba afuera

— ¿para qué lo quieres?

Arregle mi cabello con delicadeza— tu solo observa, una queja y bajo tu sueldo un 6%

El solo bufo. Emilio al entrar, ubico una mesa que traía consigo al frente de otra mesa, esta era más pequeña, luego entro la silla y se retiro

Rodeo la mesa y la miro con un poco de inquietud— ¿esto?

—una mesa... donde se ¿trabaja? —dije con sarcasmo

Movió su cabeza de un lado a otro— ¿para qué?

—para que tu trabajes...

— ¡y mi oficina! —dijo con algo de enojo en su voz levantando una ceja

—ahora es mía— dije con una sonrisa triunfante

Sonríe con algo de picardía—ya entiendo— se acercó a mí— me quieres cerca de ti nena— me tomo de la cintura pegándome a él

—no— me separe con brusquedad desordenando su atuendo

La puerta se abrió rápidamente, no nos habíamos percatado de la presencia de James a través de los vidrios.

Ni siquiera percato la presencia de Ruggero y solo se dirigió a mí con un ramo de flores— hola mi amor— beso mis labios tomándome de la cintura

—hola mi amor— respondí a su beso y luego sonreí

—mira lo que te traje

—aaaww, jazmines ¡Cuánto los amo!  —di un beso rápido— gracias— me colgué de su cuello, luego dejo las flores en mi nuevo escritorio. Ruggero se aclaró la garganta para marcar presencia

Lo miramos al unísono— ¿Quién es él? —dijo en un tono que solo yo alcance a escuchar

—él es Ruggero, mi se "secretario"  —dije marcando las comillas con los dedos

— ¿secretario?

—si bebe, larga historia

Acaricio mi cabello y beso mi cuello— tengo una charla con unos latinoamericanos, ¡cobre, mucho cobre! —sonrió— te amo, nos vemos en la fiesta hoy, adiós— miro a Ruggero y se fue

Ruggero mantuvo la mirada fija en James hasta que desapareció— ¿en esa cosa te fijaste? ¡no lo puedo creer!

Sí, yo tampoco podía creer que me casaría con James, es tan poca cosa ¡nunca! En todas las veces que hemos tenido sexo, que son muy pocas debo agregar, no me ha satisfecho. Es tan sonso, es muy apuesto, lo acepto y de hecho el primer día que tendría relaciones pensé que sería el mejor día de mi vida, pero no, se cansa con 8 penetraciones y obtiene un orgasmo ahí, nada más para adelante... ¡un asco en la cama! Pero Ruggero, se veía y decían todo lo contrario, conocido como en todas las discos y bares de New york, como el 'potente Ruggero' ridículo, pero vamos, que el potente se lo decían por algo... y si dios, se veía tan deseable, imparable, gobernante de un cuerazo y de solo seguir pensando mis bragas se mojarían

— ¿Qué piensas? — tomo mi mentón acercando nuestras caras

—en que no hay más hijo de puta que tú— le sonreí

en que te cogería una y otra vez puto— pensé corrigiendo lo que había dicho.

Rio limitadamente— pues yo diría que lo contrario, mientras pensabas tenías el descaro de mirar mi pene

Mis mejillas tomaban lentamente a un color rojo intenso, tenía razón sin querer mi vista había bajado a su gran miembro— tal vez lo hice, pero fue sin darme cuenta

—si tú lo dices— se separó y cambio sus cosas de escritorio, mientras yo me disponía a arreglar las mías, en un instante uno de los pequeños adornos cayó al piso era muy pequeño por lo que tuve que gatear en su búsqueda.

— ¿buscas esto? — dijo Ruggero al frente mío con el pequeño adorno en sus manos, al enderezar mi cabeza, su miembro quedo enfrente de mi

—s...si, gracias— trague saliva con mucha dificultad, el solo se rio

— ¿sabes? —se corrió y yo me levante arreglándome el vestido tan ajustado que traía puesto

— ¿Qué?

Acomodo su pelo de una forma demasiado excitante, era seguro... este hombre hacia mojar mis bragas solo con hablarme y eso es un problema cuando estas solo a 2 meses de casarte y que después de 2 años sin aprenderme su nombre y que solo en 1 día ya te tenga casi vuelta loca solo por un polvo... eso es trágico. —usa más a menudo esos vestiditos, son más fácil quitarlos... ya sabes— me guiño su ojo

—ya quisieras—me acerque y le tire la corbata— pero, eso no se podrá, cuando ya estoy a casi 2 meses de casarme ya todo cambia... sino pregúntale a Bruce que sucedió hace 5 meses— dije rozando nuestros labios al hablar, bruce era el abogado de la empresa, solo tenía 27 años estaba muy bueno, así que me lo cogí.

Así de fácil, me lo cogí

Su boca formo una perfecta 'O'— maestra— me aplaudió

Sonreí con aires de superioridad— pues ya sabes, solo abogados, empresarios, músicos o cargos elevados de empresas, gente élite— hice una pausa—no soy como tú que buscas la primera puta de la disco, como aquella rubia de ayer ¿no podías buscar a quien más vulgar? ¿sabes? Si follas... buscas a alguien que valga la pena— parecía novia celosa y si sentía un poco de celos, tengo que aceptar que desde que llego a la empresa me apetecía follarlo— quizás cuantas infecciones tienes ahí— pose mi rodilla en su miembro haciendo que gimiese, su cara me dio un poco de risa.

—tal vez— beso mi cuello— ahora necesito, solo una noche contigo, para probar lo que es bueno ¿no?

Sonreí dichosa— no necesitas tenerme para sabes que es bueno—me separe dejándolo con deseos de besarme— solo mírame y ya lo sabrás— gire camino a mi escritorio, note su mirada en mi trasero

— ¡oh dios! ¡oh dios que si se lo que es bueno!  —miro con suplica mi cuerpo, mordiendo su labio inferior

Amaba provocar eso en los hombres... ¿y porque no jugar un poco con él? Sería divertido y excitante, 2 cosas que hacen falta en mi vida últimamente.

.
.
.
.
.
.
.
.
By: Majo

Sólo una noche [Ruggarol Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora