Capítulo 28

158 23 15
                                    

Luego de mi platica con Jorge, le conté mi dolorosa historia y todo lo que había sucedido. Él me dio ánimos, me dio a entender que aun siente cosas por mí, pero yo no correspondo sus sentimientos... aun así se conformó con ser solo mi amigo. Quedamos para vernos después, siempre fue un gran amigo

— ¿Qué perfumé es ese? —dijo Ruggero mientras me saludaba—no es de mujer

Lo miré— es que me encontré a un amigo

— ¿hombre? ¿aquí en Italia?

—sí— sonreí

— ¿Cómo se llama? —pregunto quitando su chaqueta

—Jorge

— ¿Quién es Jorge? —pregunto curioso

—un exnovio—dije bajito

Se acercó a mi tomándome de la cintura— ¿sabes lo peligrosos que son los exnovios?

Le sonreí— no lo sé...

—para mí, son más peligrosos que James— beso mi cuello

— ¿Por qué? —pregunte sorprendida

—porque a él no lo desprecias como a James ¿Quién me dice que no te volverá a querer? ¡eres tan hermosa! —exclamo— que me aterra

Sonreí enternecida— ¡por qué eres tan lindo! —lo bese—no te dejare tontito, estoy aquí junto a ti ¿de qué me hubiera servido tanto problema?

Me abrazo— me da tanto susto perderte— beso mi frente

Lo abrace— pues no lo hagas... ¡tú nunca me perderás!

——————

— ¿hola? —atendí la llamada un poco asustada, pues el número no estaba registrado

— ¿karol? Hola...

— ¡Jorge! —exclame entusiasmada— ¿Cómo conseguiste mi numero?

—ayer cuando te despediste, se cayó una de tus tarjetas con contacto

—ah... ¿Cómo estás?

—ahora que me contestas perfectamente y ¿tú?

Sabía que estaba coqueteando lo conocía tanto... —bien

—pensé que podríamos juntarnos hoy...

— ¿si?

—si... ¿te parece en mi casa?

¿ir a su casa? Con el objetivo que tiene no aceptaría esa oferta— ¿y si mejor vienes a la mía?

—sí, si—respondió rápidamente

A la hora me encontraba con Jorge en mi casa, compartiendo un café

— ¿y vives con el chico aquí? —pregunto

—sí, vivimos juntos— sonreí como una tonta enamorada

—lo amas mucho... —dijo como si preguntase

—más que a mí misma—dije con una sonrisa

—suertudo— musito

— ¿Cómo?

—es un suertudo—busco mi mano— ¡cómo te deje ir karol!

Trate de evitar el tema— ¡yo también te deje ir! Pero hay una diferencia...

—tú estas feliz, porque estas con ese chico— bajo la mirada

—si— dije lentamente

Me causaba escalofríos realmente quería a Jorge, pero no como él lo hace o cree hacerlo. Luego de hablar sobre el tema que nos incomodó a ambos, decidimos hablar de otras cosas. Mientras preparaba otro café.

Sólo una noche [Ruggarol Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora