epilogo

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Entró al comedor con una expresión de hastío seguido del omega, que sostenía a una bebita, y se quedó quieto mirando al pequeño niño de dos años que aferraba contra sí un pequeño peluche de un perrito amarillo, babeándolo mientras observaba la tel...

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Entró al comedor con una expresión de hastío seguido del omega, que sostenía a una bebita, y se quedó quieto mirando al pequeño niño de dos años que aferraba contra sí un pequeño peluche de un perrito amarillo, babeándolo mientras observaba la televisión.

-¿Qué estás haciendo, Shuhua? -preguntó Jungkook horrorizado, llamando la atención del bebé-. ¡Ese es mi Cookie! ¡Suéltalo, ahora!

Shuhua lo miró con sus ojitos solicitantes, pero Jungkook no se sintió intimidado ni mal.

-No seas malcriado -regañó Hoseok detrás de él, sentándose en el sofá, acariciándole el cabello a la niña-. Es sólo un peluche.

-¡No lo es! -Jungkook lo fulminó con la mirada, caminando hacia el niño, y sin pensarlo le quitó el peluche de perrito-. ¡Es mi Cookie, no de este apestoso bebé!

Shuhua parpadeó y sus labios temblaron, sus ojitos llenándose de lágrimas.

-¡Devuélvele el peluche, Jungkook! -ordenó Hoseok horrorizado.

-¡Jamás!

El bebé se puso a llorar a gritos.

Jungkook abrazó el peluche mientras siseaba contra Hoseok, que dejó a la niña en el sofá para luego ponerse de pie y tomar en brazos a Shuhua para calmarlo, sin embargo, resultaba imposible bajo esa situación.

-¿Qué está pasando? -preguntó Yoongi entrando al comedor, cargando a una bebita sonriente-. ¿Por qué Shuhua está llorando?

-¡El idiota de Jungkook le quitó el peluche! -acusó Hoseok.

-¡Es mío, estaba ensuciando a Cookie! -berreó Jungkook.

-¡Por dios, Jungkook, tienes dieciocho años! -regañó Yoongi.

-¡No importa, sigue siendo mío!

Las dos bebés se pusieron a llorar también.

Yoongi comenzó a mecer a la niña que sostenía para calmarla.

-¡Jungkook, haz algo, son tus hermanitos!

-¡No son mis hermanitos, son monstruos que me quitan la atención de mamá!

-¡Tienen dos años, Jungkook!

-¡Dos años de sufrimiento y dolor!

Se quedaron en silencio cuando escucharon la puerta siendo abierta, incluso los bebés parecieron calmarse un poco, atentos al repentino ruido.

-Podríamos hacer que Jungkook cuide de Shuhua, Yuta y Sana un fin de semana y nos escapamos para follar, ¿te parece...?

-¡Papá, los estoy escuchando! -chilló Jungkook.

Taehyung se asomó al comedor cargando las bolsas del supermercado, bufando y rodando los ojos, pero sonrió cuando los bebés comenzaron a barbotear:

-Papa... papa...

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