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A Jimin le gustaba mucho cuando Taehyung jadeaba sobre él, con sus manos agarrándolo de la cintura, y el placer terminaba de recorrer su cuerpo.
-Dios, Mimi -murmuró Yoongi, jadeando-, por dios, ¿estás ya satisfecho?
-No -se rió el omega, soltando un maullido bajo por el esperma llenándolo. No es como si se preocupara de quedar embarazado otra vez, pues ambos se habían operado, después del nacimiento de Jaewook, para no tener más hijos-, más, más...
Taehyung gimió, cansado y agotado. Era increíble, pero a pesar de sus celos, Jimin seguía actuando como un cachorrito necesitado de atención y mimos. Aun con treinta y siete años, sus celos seguían fuertes y salvajes. Taehyung ya no tenía las fuerzas para manejarlo.
Para su propia fortuna, el omega pareció quedar satisfecho por el momento. Mientras se acomodaba para dormir a su lado, prendió la televisión y puso una película con la que entretenerse hasta caer dormido.
-... boda... -escuchó que murmuró Jimin, y Taehyung le dirigió una mirada antes de voltearse a la película, una historia de humor romántico en donde los protagonistas se estaban casando-, boda...
-¿Pasa algo, bebé? -le preguntó, bajando el volumen de la televisión.
Jimin lo miró con sus ojos brillando. Parecía un poco risueño, probablemente por el orgasmo, y a Tae se le hacía muy bonito con esa expresión.
-Boda, boda -repitió, cantarín-, una boda para mí...
-¿Minnie? -Taehyung parpadeó, desconcertado-. Mi bebé, ¿quieres una boda?
-¡Sí! -Jimin se rió, antes de bostezar-. Boda para los dos...
Taehyung no preguntó más, pues Jimin lo abrazó y cerró sus ojos para dormir, usándolo como su peluche personal, como hacía siempre en las noches. A Jimin le gustaba mucho eso, abrazarlo con fuerza y acurrucarse a su lado, y Taehyung jamás ponía reparos para eso.
Volvió su vista a la televisión, pensativo, mientras comenzaba a acariciar el cabello del omega y oía sus ruiditos de gusto.
La verdad sea dicha... Cuando ellos retomaron su vida juntos, en mitad del embarazo de los trillizos, Taehyung le preguntó a Jimin si quería casarse con él en una ceremonia sobria en el Registro Civil. El omega lo pensó un momento antes de negarse, diciendo que no era necesario un matrimonio entre ellos, pues consideraba que todo lo que vivieron juntos era más significativo que una boda. Taehyung jamás volvió a preguntar y Jimin no sacó ese tema a colación otra vez.
Sin embargo, no pudo evitarlo, y pensó también en ese dulce y alegre omega que conoció. Lo ilusionado que parecía por tener una boda, como se hizo cargo de los preparativos y la forma en que organizó todo. Por supuesto, esos planes se vieron arruinados por todo lo que ocurrió después, pero... ¿no era injusto que Jimin nunca hubiera tenido su boda soñada?
