◆Capítulo 9◆

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Omnisciente:

Mitsuki no podía creer lo que acaba de escuchar, su propio hijo... Asesinó a una inocente chica, también recordó el estado de Izuku.

Se cubrió la boca con ambas manos, ahora entendía, al menos un poco, lo que estaba sucediendo últimamente en estos días.

Izuku:
- ¿Kacchan? ... ¿Él está aquí? -preguntó de repente, viendo a ambas mujeres-

Inko:
- Izuku...

Mitsuki:
- Izuku, ¿Tu sabías sobre el asesinato? -preguntó con la voz ligeramente quebrada, no quería creer que su hijo se haya convertido en asesino-

Izuku:
- ¿Asesinato? -ladeó la cabeza levantando la vista con la mente perdida, apenas tenía cordura- Aah, Kacchan había asesinado a Uraraka-san para estar conmigo, es tan... Romántico -se llevó ambas manos a las mejillas sonriendo con un pequeño sonrojo-

Las pupilas de Mitsuki se achicaron un poco ante la sorpresa de lo que había escuchado, Inko se cubrió la boca queriendo ahogar sus sollozos. Izuku ya no era el mismo, su mente ya estaba corrompida... Por Bakugo Katsuki.

La oji-carmesí, fue directo a su hogar con las manos hechas puños que por poco y estaba por clavarse las uñas en sus palmas por la rabia que sentía en ese momento.

Por otro lado, Inko se acercó a su hijo y lo abrazó con fuerza, quería a su pequeño de vuelta, temía a que salga herido.

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Mitsuki:
- ¡¡COMO MIERDAS SE TE OCURRE ASESINAR A UNA POBRE CHICA!! -gritó furiosa al chico que yacía en el suelo con la mejilla roja-  ¡¡QUE ES LO QUE PASA POR TU ESTÚPIDA CABEZA!!

Bakugo:
- ¡QUE TE IMPORTA MALDITA BRUJA! -levantándose del suelo enojado- ¡Ese chico... Deku es Mío! Y NADIE ME LO VA A QUITAR

Mitsuki, estaba con la sangre hirviendo de la furia que sentía, no podía creerlo... Aunque lamentablemente fue un golpe a la realidad, la cruel y cruda realidad.

Una discusión se presentó entre ambos Bakugos', Masaru se había retirado de su hogar para intentar ayudar y consolar a la señora Midoriya.

Pero un día... Un pequeño descontrol pasó de parte del peli-verde.

Inko, se encontraba con Masaru sujetando a Izuku, quien lloraba a gritos deseando salir, ya no soportaba estar encerrado y no poder salir.

La peli-verde intentaba calmar a su retoño, pero era en vano, el oji-esmeralda quería salir e ir con cierto peli-cenizo.

Izuku:
- ¡Quiero estar con Kacchan! ... ¡Suelteme! -gritaba desesperado-

Masaru:
- Por favor... Necesitas calmarte -estaba un poco nervioso ante la repentina actitud del chico-

Todo era en vano, era difícil calmarlo, no querían usar la violencia... No les gustaba para nada eso. Pero de un momento a otro, Deku cayó rendido.

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7 Meses después:

Enamorado de un AsesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora