Navidad
—¡Feliz Navidad Harry!
Harry con una ceja enarcada, bajo lentamente su libro de pociones, chocando con un par de ojos azules y un par de ojos marrones.
—No es navidad...—Aseguro torciendo la boca confundida. El chico y la chica se dirigieron una mirada desolada, Harry percatándose de eso, suspiro apenado—Oh...Ya capto—Se rasco la cabeza mirando los regalos de sus amigos—El tuyo primero Hermione—Sonrió el chico.
La chica, acomodando de tras de su oreja un mechón de su alborotado cabello, le hizo entrega a Harry de un presente establemente grande. El estudiante de Gryffindor de cabello azabache desplego el papel luminoso con una sonrisa de oreja a oreja. Tras abrir la caja encontró un par de zapatillas de estilo muggle blancas, una pluma, un botecillo de tinta y una pequeña libreta de piel de dragón.
Con ímpetu, Harry se calzo las zapatillas y dejándolas desabrochas, se levantó mirándolas desde arriba, entonces grito emocionado:
—¡Me quedan perfectas! Gracias, Hermione.
La chica forzó una sonrisa. Porque sabía que Harry se estaba forzando...
—De nada Harry...—Dijo mirando a su amigo que volvía a guardar su calzado.
—¡Bah! El mío es mejor, mira, ábrelo, Harry— El chico pelirrojo tratando de relajar el ambiente bromeo respeto a su regalo, ganándose como respuesta un codazo de Hermione que realmente no fue un golpe, si no, una caricia.
—Ya voy, ya voy—Mascullo mientras trataba de desenvolver el regalo de su amigo, desesperado rompió el envoltorio; dirigiéndole una sonrisa apenada a su amigo, metió la mano en la pequeña caja. Adentro había un estuche de lestes y dentro de este había unos anteojos iguales a los suyos, pero estos, llevaban un brillante armazón dorado.
—Yo...estoy seguro, de que te vi viéndolos cuando pasamos por el callejón diagon...— Confeso el pelirrojo, colorándose al mismo tono que su cabello.
—Ah...—Verbalizo—Sin dudas es mejor que el regalo de Hermione—Rio el chico, Hermione frente a él, hizo una divertida mueca de sorpresa, haciendo reír al chico a su lado, Harry mirando a ambos riendo comenzó a reír también, divertido y olvidándose de todo, pero lastimosamente las risas cesaron cuando Potter empezó a toser de la nada con frenesí; con el ambiente tenso, el chico se levantó de suelo. El pelirrojo preocupado le hizo segundas, pero—¡No! ¡Dejadme solo! — Gritando la advertencia se giró así las escaleras de la sala y subiendo por ellas, desapareció.
Hermione incorporándose del suelo, se aferró a los brazos del alto y pelirrojo chico quien de inmediato la rodeo con sus brazos cuando noto que esta tenía las intenciones de soltarse a llorar.
—¿Por qué Ron?... ¿Por qué el? —Balbuceo la castaña, con su rostro aprisionado en el pecho de Ron.
Ω
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𝙸𝙿𝚂𝙾 𝙵𝙰𝙲𝚃𝙾 | ᴴᵃʳᶜᵒ
RomanceAnte la desesperación de la muerte misma, Voldemort lanzo su ultimo hechizo, su ultima carta bajo la manga, justo en el corazón de nuestro salvador; Harry Potter...