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Deseo numero dos


Al día siguiente Harry y Draco nuevamente estaba juntos. El segundo con la leve esperanza de poder escaparse del chico, obvio no fue así, al mínimo intento de intentarlo, ni siquiera lo conseguía, ya que este parecía saber dónde es que estaba exactamente, siempre fue así, no era algo que ya le sorprendiera solo se le hacía algo molesto.

—Bien terminemos esto rápido— Dijo Malfoy por fin, luego de haberse mantenido en silencio y con Harry detrás de el siguiéndolo como cachorrito abandonado—¿Cuál es el siguiente? — Inquirió volteando hacia atrás y dando un salto cuando quedo frente a frente del chico. No se había dado cuenta de que estaba haci de cerca...

Harry solo le extendió aquella libreta de piel de dragón, en silencio, Malfoy la tomo con un gruñido y la abrió exactamente donde estaba la lista de deseos del chico.

Deseo Numero dos; Ver todas las salas comunes de Hogwarts.

Malfoy se rio, vaya, que insólito deseo, muy gracioso e infantil.

—¿De verdad crees que te va a dejar entrar a sus salas comunes? Por algo existen las contraseñas, para mantener lejos a los que no son bienvenidos— Dijo Regresándole a Harry su libreta y girándose para seguir con su camino.

—Ya tengo quien para Ravenclaw y Hufflepuff...Tu solo debes dejarme pasar a Slytherin— Comento Harry bajándose el gorro al ver que personas pasaban cerca de él. Malfoy se detuvo en seco ¿Qué? ¿De verdad iba a entrar a las otras salas comunes? ¡Cabron suertudo! ...El chico sonrió, travieso.

—Ah, vale, si te la mostrare al final del recorrido por las salas, vamos— Formulo Malfoy jalando a Harry, quien no hizo más que asentir.

—Luna, debe estar esperando...—Mafoy no presto atención, pues estaba más ocupado en pensar en cómo serían las demás salas comunes, mientras seguía al de lentes—Ya eh llegado a ver las salas, no por completo, bueno no todas, la de Hufflepuff esa sí, que para nada la he visto y...

—Un segundo...—Le interrumpió Malfoy deteniendo al chico del hombro—¿Ya has entrado a la sala de Slytherin?—Le hizo enfrente y el otro solo sonrió—¿Cómo y cuándo?—Inquirió algo molesto, y curioso por saber; de saber si el chico había entrado en sus días como prefecto o no, ya que si era así la verdad es que estaría muy enojado...Consigo mismo de permitirlo.

—Fue hace mucho. En ese momento solo eras un lindo niño inocente— Malfoy se sonrojo, ¿Como?

—¿Interrumpo chicos?

Ambos a la brevedad se giraron hacia la apacible voz de Luna Lovegood, quien tenía sus manos atrás de la espalda y una radiante sonrisa. Malfoy rápidamente se alejó de Harry y se giró a ver a otro lado fingiendo desinterés.

—Hola, Luna. ¿Vamos?— Le pregunto Harry dulcemente a la chica que presto toda su atención a su amigo, quien le ofreció amablemente su brazo.

—¡Claro! — Afirmó ella pasando su brazo por el de Harry—Tengo muchas cosas que mostrarte...—Confeso caminado alado de Harry que le susurro a Malfoy algo muy bajo, este después les siguió en silencio.

La sala común de Ravenclaw. Era una amplia estancia circular; un lugar más espacioso y aireado que la de Slytherin. Malfoy respiro hondo, y siguió observando el lugar con los ojos bien abierto. Una serie de sofisticadas ventanas en forma de arco, de las que colgaban cortinajes de seda azul y bronce, fue algo de lo que más le llamo la atención, pues eran hermosas. Se veían estrellas pintadas en el techo de forma abovedada, así como en la alfombra azul oscuro; y el mobiliario consistía en mesas, sillas y estanterías, y una alta estatua de mármol blanco ocupaba un nicho enfrente de la puerta, la cual vio maravillado.

𝙸𝙿𝚂𝙾 𝙵𝙰𝙲𝚃𝙾 | ᴴᵃʳᶜᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora