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El Deseo uno


El colegio integro tenía puestos los ojos en él. Miradas de hosquedad, de envidia, de pura acusación, y aunque Draco Malfoy no miraba para nada a aquellas personas, si podía sentir el peso de sus ojos en él.

—¿Ya terminaste?

El aversivo chico, cerró los ojos y sonrió de la forma más asesina de tan solo escuchar esa voz a su lado.

—¿Por qué diablos estas sentando aquí? — Pregunto con mesura Malfoy, al abrir apenas los ojos para ver su platillo de comida a medio comer.

—Te estoy esperando— Respondió aquella voz como si fuera lo más obvio. Se giró a verlo.

—¿Y se puede saber porque mierda me estas esperando? — Le interpelo este dando un gruñido y sin haberse percatado de lo cercano que estaba con Potter.

—Pues, para ayudarme— Dijo Harry con el rostro casi pegado al de su compañero adusto.

—Mira te seré sincero— Comenzó diciendo el rubio, haciendo como que le daba pena—La verdad es que no creí que ibas a aceptar, así que...Bueno, no te ayudare— Aviso embutiéndose el cubierto a la boca con su porción de carne, anticipadamente ya cortada.

—¿Notas cómo te observan, Malfoy?— Susurro Harry cerca del oído del chico, este puso atención a sus palabras, solo para saber a qué iba a llegar—¿Sabes lo que ahora están pensando?— Siguió susurrando, mientras que el brujo veía como es que ciertas personas le veían—Ellos están pensando "Maldita suerte que tiene Malfoy en estar con Harry"— Imito una voz chillona y agraciada—Entiendes lo que pasara cuando se den cuenta de que me has hecho llorar como el héroe mimado que soy — Proverbio Harry viendo que los grises iris del otro brujo le vieron un corto segundo por la esquina de sus ojos—Te harán la vida más difícil de lo que ya es...¿Cómo están tus padres?— De repente las cosas que se hallaban sobre la mesa de los Slytherin dieron un salto alarmando a los estudiantes verde y plata que no tardaron en divisar lo que había pasado, pues ahora Malfoy tenía sostenido a Harry por el cuello de su capa, por suerte para este, no se le cayó el gorro que llevaba en la cabeza o todos le vería el rostro y se correría el rumor. 

—No metas a mis padres en esto...— Rechino Malfoy viendo el sereno rostro del chico.

—Solo digo...—Entono—Que, si ayudas a este pobre chico, yo podría ayudarte a ti y a tu familia...

Malfoy abarco con la mirada el rostro de Harry, tentado por la propuesta.

—¿Cómo se que vas a ayudarme? — Le soltó, luego de ver que la gente seguía muy atenta a ambos. El otro se acomodó la ropa como si nada.

—Eso déjamelo a mí. Ten confianza— Dijo Harry guiñándole un ojo a Malfoy, él, frunció los labios disgustado—Vamos, el día no dura para siempre— Menciono levantándose y levantando al brujo del brazo que quedo un poco aturdido por el movimiento.

Ambos comenzaron a caminar por los pasillos del colegio.

—Te recuerdo que tengo clases— Abordo Malfoy viendo el reloj de su muñeca que solo tenía estrellas, raro, aunque pareció ser que le entendió porque de inmediato dijo:—Llegare tarde a mi clase de Astronomía.

—No te preocupes de eso. Ya hablé con los profesores acerca de esto— Su fina boca se abrió levemente. Qué el idiota había hecho ¿Qué? —Toma— Le paso su libreta y Malfoy solo la tomo por impulso—Comencemos— Dijo con una sonrisa casi invisible.

𝙸𝙿𝚂𝙾 𝙵𝙰𝙲𝚃𝙾 | ᴴᵃʳᶜᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora