Memories of Fire and Ice

05

"Madness /Alone"

Oh, I hope someday I'll make it out of here
Even if it takes all night or a hundred years
Need a place to hide, but I can't find one near
Wanna feel alive out side I can't fight my fear

Isn't lovely, all alone
Heart made of glass, my mind of stone
Tear me to pieces, skin to bone
Hello, welcome home

Lovely - Billie Eilish and Khalid

- No.

Un jadeo lleno de dolor y desesperación le dio forma a la respuesta que salió de mis ensangrentados labios. Mis ojos apenas podían permanecer abiertos por las lágrimas que se rehusaban a secarse, y mi cuerpo comenzaba a entumecerse lentamente. Un rojo profundo y espeso teñía mis ropas blancas creando un contraste melancólicamente macabro que me trajo dolorosos recuerdos del fatídico día en que asesiné, en un acto simplemente llamado egoísta, a mi propia gente. Tal vez, este era mi castigo. Un ser tan marcado de muerte y desgracia como yo, no merecía el derecho de acercarse a tocar una gota de felicidad con sus manchados dedos.

Pero ella. Ella era inocente.

Nunca se la entregaría.

Mis cansadas manos reafirmaron su agarre sobre mi vientre en un esfuerzo inútil de proteger a la pequeña luz que residía en mi interior de esos ojos invisibles que parecían atravesar mi alma, despedazándola en jirones, buscando, analizando y apreciando la veracidad de mis palabras.

- ¿Esa es tu respuesta hija mía?- Un tormentoso susurro de una comunión de variadas voces con tonalidades diferentes se escuchó como un lejano eco en lo más recóndito de mi mente.

Vagamente pude asentir con la cabeza, mientras mi conciencia era lentamente arrastrada por una profunda marea de oscuridad. La criatura frente a mi tildó su rostro hacia un lado. Tal pareciese que estuviera escuchando un secreto que solamente él, o ella, tuviesen el privilegio de oír.
Su cuerpo súbitamente se acercó contorsionándose en un ángulo imposible hacia mí, de una forma tan inhumana e insustancialmente posible, que heló cada fibra de mis huesos. Sus ropajes, que lo cubrían en su totalidad, se estiraron haciendo sonidos de huesos fracturados al romperse al compás de su movimiento.
Su rostro estaba literalmente sobre el mío, y solo pude observar un profundo pozo de nada.

Nada.

Y todo a la misma vez.

- Entonces hija mía, te propongo un trato.

Al tocar los últimos rayos del sol la tierra ese día, comprendí con estupor, que ni mi padre o mi abuelo, ni tampoco la fuerza primordial de la oscuridad, podrían derrotar a este ser. Ese día, una de las leyendas más antiguas, y prohibidas mencionar, relatadas en los libros más escondidos y vigilados de la sección prohibida de la biblioteca en Azarath, tomó forma frente a mí, y mi comprensión de la realidad se hizo trizas.

Así como mi esperanza de cargar en mis brazos a nuestro bebé y volverte a ver una vez más, Damian.

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Bellos copos de la más hermosa nieve caían como una tupida cascada estrellada frente a nosotros, algunos se estancaban entre mis cejas y al derretirse mojaban mi rostro descubierto de máscara alguna enfriando mi piel. Al observar el vaho de mi respiración salir, solo podía pensar en lo surrealista y pacífico de este "agradable" momento, mientras estaba rodeado de altas, rocosas y congeladas montañas imposibles de escalar por un ser humano común y corriente, rodeado por la inusual y exquisita flora que crecía por los alrededores.