𝐒𝐨𝐥𝐨 𝐮𝐧𝐚 𝐟𝐨𝐭𝐨 [𝕋𝕠𝕜𝕪𝕠 ℝ𝕖𝕧𝕖𝕟𝕘𝕖𝕣𝕤] (PAUSADA)

3 - Humillación

No podía ser posible... pasaron unos dos días desde ese encuentro tan raro con la extraña joven de la cámara y desde ese entonces no supieron nada más. Hasta ahora. El rubio podía esperar cualquier tontería decirse de sus amigos pero no ver al peli-negro con mechas amarillas todo golpeado y diciendo que quien le hizo eso fue...

— ¿¡Cómo que esa mujer te aplastó como una galleta!? —Exclamo sorprendido, aún pensando en dulces.

Kazutora se quejaba un poco mientras Takemichi le ponía unas curitas en sus mejillas con cuidado. Decidió responder a su líder con sinceridad, aunque haya sido humillado.

— Me humilló...

— Haber, cuéntanos cómo comenzó, Kazutora —Pregunto el rubio con tatuaje de dragón.

Y así todos prestaron atención a su narración, donde daría detalles sobre lo sucedido.
Tenian curiosidad por saber que paso exactamente con esos dos, y como llego a estar con chichones, moretones y demás. Ni querían imaginarse como hubiera sido si le tocaba a Takemichi.

《—— ☆ ——》

El día se veía algo tranquilo para aquel joven de mechas rubias, planeaba ir temprano a la reunión. Pero no contaba con que la presencia de esa joven se hacia presente frente a él.

Paro en seco al verla, confuso y algo sorprendido. Ella permanecía apoyada contra un poste, mirando hacia el cielo. Luego desvió la mirada a él. Ambos en silencio sin decir o hacer un movimiento, hasta que esta se reincorporó.

— Seras el primero, y con eso me llevare tu foto en humillación —Dijo mostrando su cámara.

La volvió a guardar y éste se tensó preparándose para lo que sea que intente hacer ella.
Claro, no imaginaba que podría luchar, solo creía que intentaría humillarlo con una de esas bromas que hacen otras personas. Un ejemplo seria lanzar bombitas de pintura o agua.

Los pasos rápidos de ella yendo hacia él lo sacaron de sus pensamientos. Evitando que reaccione a tiempo, y viendo ese puño ya cerca de su nariz.

Fue doloroso con la fuerza que usó, hasta creyó oír romperse su preciada nariz. Retrocedió algo atontado y se posicionó con rapidez. Solo que para empeorar recibió otro golpe...

En sus partes bajas.

La imagen de unos huevos caer desde ese gallinero aparecieron en su mente, viendo como el cielo lo iluminaba.

Yacia en el suelo con otros golpes que ella le dio en medio de su camino al cielo.
Saco la cámara para acomodar unas cosas y luego apuntarlo.

— Sonríe —Dijo con una pequeña y amable sonrisa, después se escuchó el Click— luego haré una copia y te lo daré, gracias por tu cooperación. Te llamas Kazutora, ¿Verdad? Fue un gusto. Ten un lindo día.

Dicho eso volteo guardando su cámara y así salió corriendo como si nada. Dejando al pobre joven tocando sus partes del dolor que aún seguía.

— M-maldición —Llego a murmurar con unas pequeñas lágrimas y el ceño fruncido.

《—— ☆ ——》

— Y así fue... —Termino de contar desviando la mirada avergonzado por la humillación.

El silencio reinó unos segundos. Hasta que cierto azabache no aguanto la risa y se hecho a reir señalandolo, enojando a este.

— ¡Ja,ja,ja,ja! ¡Me sorprende que sigas de pie después de eso!

— ¡Cállate! Luego te tocara a ti y me reire.

— ¡Ja! Yo no me dejaré humillar de esa forma —Respondio orgulloso.

— Silencio —Ordeno el líder, haciendo que todos se callen.

Se acercó más al de mechas rubias y posó su mano en el hombro para verlo fijamente.

— Esto no se quedará así, Kazutora. Ella pagará por meterse con nosotros, lo prometo.

— Mikey...

— Cuando te de la copia de la foto, pásala

— A mi también —Levanto la mano el más alto.

— Y a mi

Y todos levantaron la mano, dejando que Kazutora caiga arrodillado en el suelo por tal humillación.

Ahora ya tenían claro que la joven molesta de las fotos comenzó su ataque a la Toman, y la harán pagar por humillar a uno de los suyos. Estaban confiados para cuando se la encuentren.
Solo que cierto rubio temía lo peor, ya hasta planeaba no salir de su casa o usar una capucha para que no lo reconozca.

<Yo no quiero sacarme una foto>

Temia demasiado la humillación y los golpes que tendrá. Y más cuando deba contarles a sus amigos.

El rubio con negro a los costados le dio una palmada en la espalda, dedicándole una sonrisa.

— Tranquilo Takemichi, yo te acompañaré. Debemos evitar estar solos. En especial tu que eres el más fácil.

— Chifuyu eres tan amable, ¡Pero tan cruel y sincero a la ves! —Exclamo con los ojos lastimosos.

— Pero si es verdad —Se interpuso el azabache.

— ¿¡Tu también Baji-Kun!? ¿Enserio me creen el más fácil?

Los demás asentian ante su pregunta, ya imaginaban que Takemichi sería a quien humillaria sin problemas y se compadecian.

— Oye, Takemichi, si llegan a darte la foto de tu humillación no dudes en compartirla —Comento el de cabello gris.

Solo hicieron que el rubio infle sus mejillas enojado.