"¿Como pase a ser conocida como la novia de la Toman? Ah, claro, me involucré con Mikey y Draken"
Dai Miyamoto, una mujer de 26 años que trabajaba en una compañía grande y de paso se iba a casar con su prometido en dos meses, se vio envuelta en viaj...
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|Dai Miyamoto|
Me presenté ante la clase, pero esta vez más decidida y confiada que antes para poder demostrar que ya no era aquella chica llorona de antes, que ha no era alguien débil. Miré al profesor con una sonrisa leve, este me dijo que me sentara al lado de... De Hinata Tachibana. Miré hacia el lugar y ahí estaba, mi mejor amiga cuando era joven, quería llorar, quería abrazarla pero no lo haría, levantaría sospechas y sería raro. Alegremente me acerqué a su asiento y me senté al que estaba al lado de ella, sonriéndole dulcemente.
– Es un gusto conocerte Tachibana-chan –dijé con una sonrisa en mis labios, ah, recuerdo que ella se presentó primero, que vergüenza.
– El gusto es mío Miyamoto-chan, espero que podamos ser buenas amigas –me dedicó una sonrisa alegre.
De hecho, este especie de sueño/viaje en el tiempo/muerte (no se lo que era la verdad) era mucho mejor que en mi vida pasada, era más sociable y segura de mi misma, supongo por el hecho de que antes era una mujer madura. En ese momento, en el descanso salí con Hina hacia el receso para almorzar algo y ahora que recuerdo, Hina tenía un novio llamado Hanagaki Takemichi en la escuela ¿Dónde estará?
– ¿Y qué tal la escuela Miyamoto-chan? –Hina me sacó de mis pensamientos mientras comía a mi lado un panecillo.
– Ah... Bien, es más tranquila a la que iba, pero puedes llamarme Dai-chan si quieres –sonreí levemente mientras comía mi meron pan, pensando detenidamente lo que sucedía.
– Oh, entonces te llamaré Dai-chan y tu Hina-chan –Hinata era así, dulce y amable con todos... Lastima que haya muerto de una forma horrible por culpa de la Toman... Mikey... Draken...
Todo iba bien, ese día lo estaba disfrutando mucho junto con Hina y cuando volvía a casa, había unos sujetos, unos delincuentes cerca del parque al cual pasaba yo para ir hasta mi casa, pensé que pasarían de mi, de que no me harían nada por ser una estudiante de segundo año pero no fue así. Estaba acorralada entre algunos botes de basura, sujetando suavemente mi mochila y observando a aquellos hombres.
– Eres bastante linda, si te dejarás crecer el cabello serías una excelente novia –dijo el que parecía ser su líder, tomando un mechón de mi cabello.
– Por favor no me toques ¿Que es lo que quieren? –pregunté nerviosa, pero al menos no ma iba a poner a llorar como mi yo del pasado.
– Relájate nena, solo queremos pasar tiempo contigo –ahora habló otro quién se acercaba más a mí, esto no me gustaba nada.
– Lo siento, pero debo irme a casa a estudiar así que por favor, déjenme ir –me puse firme, no iba a dejar que aquellos idiotas me intimidaran, aunque al sentir que uno de ellos me agarraba de la camisa para levantarme me hizo sentir algo de miedo e ira.
Sin dudarlo, le metí un rodillazo a su estómago y luego tomé un cubo de basura para lanzarlo contra su cuerpo de forma brusca cosa que lo tiro al suelo, sus amigos iba a por mí, tome la tapa de un bote y la use como arma para darles en sus rostros y así dejarlos distraídos por el dolor. Una vez que salí libre, corrí como si no hubiera un mañana de ahí, miré hacia atrás por si me seguían, pero me tropecé con alguien.
