Gustos diferentes - Dee x Tú

|🌱| - Ah. (3)

|Dee|

Llegamos a su pequeño apartamento, no tenía mucho, pero estaba bastante limpio al menos, me dejó sentado en un pequeño sofá, volviendo a sujetar mis mejillas para revisar mis golpes esta vez bajo la luz.

—Estas todo golpeado, Dee... Qué rayos te pasó?— Dijo preocupada, finalmente soltandome —Ya vuelvo ¿Si?—

Se fue de allí a otra habitación dejandome sentado, miré alrededor con calma, habían luces de colores colgadas en algunos sitios, posters y demás, no estaba sucio o desorganizado pero se podía saber con mirar el sitio que vivía un adolescente allí.

Volvió con un botiquín luego, sentandose junto a mí para curar mis heridas con cuidado. Empezando por los moretones y cortadas de mi rostro.

Miraba sus expresiones concentradas mientras tanto, parecía saber lo que hacía y no me sorprendía, después de todo bailaba y casi que seguro que terminaba lastimada seguido.

Desde cerca incluso parecía atractiva también, miré sus ojos y su expresión, sus cejas algo fruncidas probablemente por la concentración, además de sus labios que los mordía aveces como si le doliera mis golpes incluso más que a mi, cuando aplicaba alcohol en alguna cortada hacía una leve mueca de dolor, aunque ni siquiera era su rostro el lastimado.

Cuando noté que me quedé mirandola de aquella forma sujeté sus manos para apartarla lento.

—Estoy bien, déjame— Dije con calma poniendome de pie lento.

—Ni hablar, ven— Me jaló de nuevo para que me sentara.

|You|

—¿Dónde mas tienes moretones?— Pregunté mirandolo a los ojos aun sujetando su camiseta para que no se pusiera de pie de nuevo.

El suspiró y apartó mi mano, quitándo la camiseta blanca que llevaba encima de aquella playera negra y extendiendo sus brazos, dejando ver mas moretones con calma

—Algún otro sitio?— Pregunté luego mirandolo de lado, lo observe dudar quedandose quieto unos segundos, finalmente quitando su camiseta con calma, dejando ver un gran moretón a un costado de su torso.

Me sonrojé unos segundos al verlo de aquella forma, el era bastante delgado, pero aún así era bastante atractivo, dudé unos segundos antes de acercarme para untar de aquel ungüento en su moretón, viendolo sonreir de reojo, probablemente por mi reacción.

¿Qué es tan gracioso, imbecil?...

Una vez terminé lo miré entregandole su playera, lo miré unos segundos luego sin saber que agregar.

—Ahm... Es tarde... Te quedas a dormir?— Pregunté lento. Lo ví abrir la boca probablemente para decir que no, aunque luego se quedó callado en una mueca algo molesta.

—No creo que tenga otra opción...— Susurró molesto, sacando su teléfono de uno de sus bolsillos dejando ver su teléfono con la patalla rota y sin encender para nada.

Lo miré haciendo una mueca para luego sonreirle un poco queriendo animarle.

—Anda! No puede ser tan malo.— Dije feliz —Podemos ver una película o jugar algo, será como una pijam-