Capitulo 8

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Durante las misiones a las que Alfa y Omega asistieron, estos fueron ganándose el respeto de la triada al igual que recibieron sus sobrenombres

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Durante las misiones a las que Alfa y Omega asistieron, estos fueron ganándose el respeto de la triada al igual que recibieron sus sobrenombres.

Xiao Zhan, conocido en el bajo mundo como Black Rose, a pesar de ser un Omega eso no cambiaba el hecho de que podia llegar a vencer a tres Alfas juntos, su fuerza era brutal, era igual a la de su madre, la cual era conocida como 'La serpiente negra' fuerte y letal. El Omega podría salir de las sombras y atacar por sorpresa, pero sus movimientos eran limpios y bellos, como una rosa.

Wang Yibo, empezó a ser conocido como La Pantera Negra, era silencioso y fuerte, un verdadero maestro en el arte de atacar por sorpresa al igual que su Omega, sus movimientos son conocidos por ser ágiles y ligeros. Termina con sus enemigos de manera limpia y silenciosa, todos sabían que era mejor no meterte con él, mucho menos, con su Omega.

Había  pasado alrededor de un mes y ese día Zhan desperto con un malpresentimiento instalado en su pecho, pero aún así se preparaba para la cita que tenia con el médico. Cuando terminó de ponerse su camisa alguien llamó a la puerta.

— ¿Estas listo bebé? – pregunto Yibo asomándose un poco por la puerta.

Zhan sonrió.

— Estoy listo amor – respondió acercándose hacia su pareja.

Yibo abrió completamente la puerta, tomó a Zhan de la cintura y le dio un beso en su frente, para luego agacharse y depositar un beso en el vientre del Omega, sacándole una sonrisa a este.

— Vamos – dijo sonriendo mientras entrelazaban sus manos y bajaban las escaleras.

— ¿Ya se van, cariño? – pregunto la Señora Xiao, la cual estaba bebiendo Té con la Señora Wang.

— Si, madre – respondió Zhan.

— Cuídense – dijeron las dos al mismo tiempo.

— Lo haremos – respondió Yibo para luego salir de la mansión.

— Vaya, aún no estas gordo – bromeo Yu Chen recibiendo un codazo de Hao Xuan — ¡Ah! ¡¿Qué diablos-...?!

— Comportense – regañó Hai Kuan siendo apoyado por Bowen.

— Bien, vámonos o llegaremos tarde – dijo Yibo.

Los chicos asintieron y entraron a un auto en el que solo irían ellos, mientras que en otro auto irían el Alfa y el Omega. A diferencia de todos, Hao Xuan iría en su moto, recientemente se había comprado esa moto, por lo cual estaba encantado con ella. Era un fan de las motos, pero no tanto como Yibo, nadie conocía tanto de motos como él.

— ¿Están listos? – se escucho una voz por una radio.

— Listos – respondieron.

A lo lejos vieron a sus objetivos.

— Empiecen – ordenó.

Uno de los francotiradores que estaba en uno de los grandes edificios, apunto con su arma a Hao Xuan, justo en la cabeza.

𝓛𝓸 𝓜𝓮𝓳𝓸𝓻 𝓕𝓾𝓮 𝓒𝓸𝓷𝓸𝓬𝓮𝓻𝓽𝓮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora