Adán

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Can you stay up all night?
Fuck me 'til the daylight
34, 35... yeah, yeah, yeah, yеah


Ruki escuchó la música antes de que sonara la letra, y le envió una mirada a Yui desde la otra punta de la mesa. La rubia estaba ensimismada en su nuevo hobby: guardar flores secas en un libro de recortes. Al vampiro le parecía algo sin sentido, pero si a ella le hacía feliz... bueno, no le haría daño a nadie. 

"¿Escuchaste eso?" preguntó, cerrando su libro y prestando atención a la música pop que llegaba desde la escalera.

"Oh, si. Es Ariana Grande" respondió Yui.

Ruki enarcó una ceja.


You drink it just like water
You say, "It tastes like candy"


"No escuchamos Ariana Grande  en la casa" dijo Ruki, y Yui puso los ojos en blanco "... ¿O sí?"

La rubia se encogió de hombros. 

"A Adán le gusta".

Apenas dijo eso, se escuchó un golpe seco proveniente del segundo piso y Ruki con prisa fue a ver que sucedía. Yui solamente lo miró fijamente y suspiró pesadamente. Ese hombre nunca cambiaría, tan preocupado y al mismo tiempo obsesionado con las cosas que sucedía en su hogar o a su familia.

Y ni hablar de Adán. Cuando Yui dio a luz jamás se imaginó que aquella criatura fuera de ese mundo: de un precioso cabello rubio y de grandes ojos azules. Desde que nació sus actitudes se asemejaban mucho a la dulzura de su madre, rodeado de amor y felicidad dentro de la casa que con tanto amor su esposo había construido. A pesar de que el tiempo era rápido y pronto sus encantadores quince años le hicieron un joven atractivo nunca dejó la ternura en su sonrisa, ni la manera en la que tomaba de las manos a sus amigas y las hacía sentir que estaban junto con un caballero de tiempos lejanos, un gusto que había adquirido después de ver ese tacto aristocrático de Ruki.

Pero el vampiro, que se había sentido totalmente feliz de tener un heredero a quién amar y brindarle su apoyo, con el paso de los meses se volvía melancólico y distante acerca de su único hijo varón. Ruki creía que si no fuera por la pasión a los libros de historia y sus constantes charlas sobre los incontables viajes que sus hermanos habían realizado, ellos no tendrían nada en común.

Porque Adán era un espíritu etéreo y alegre, que se deslizaba lentamente de las manos de su padre y brillaba de manera distinta, en una forma que Ruki no podía entender... simplemente porque no se acostumbraba a las épocas modernas.

Por eso cuando llegó no se sorprendió en escuchar la música de Ariana Grande (sea quien sea esa chica pomposa, pensaba Ruki) a todo volumen. Sin tocar la puerta ya que sabía que no lo escucharía, entró lentamente disculpándose en voz alta por entrometerse sin invitación.

Los modales hacían al vampiro, decía él.

"¡Papá!"

Adán estaba bailando entre giros vestido de manera inusual, no era común verlo con un crop top que revelaba sus marcados abdominales y su estrecha cintura, menos con unos mom jeans rasgados y zapatos de piso. Su cabello rubio estaba alborotado hacia atrás y los finos rizos que se marcaban en las puntas  le enmarcaban la nuca y alrededor del cuello. Una gargantilla de preciosa costura yacía alrededor de su cuello y de el colgaba un dije plateado de girasol. Lo último que vio Ruki al entrar fue como Adán se ruborizó e intentó evitar la mirada, ocultando sus ojos como joyas de su padre.

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⏰ Última actualización: Sep 18, 2021 ⏰

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