De tí || ym ||

Extra I

Yoongi se cruzó de brazos. Jimin iba tarde de nuevo. Su novio era la persona más impuntual de todas, ni siquiera sabía porque estaba tan enamorado de él.

—Otra vez me estás maldiciendo por dentro. —se quejaron tras él. Jimin abultó los labios. —Podía oir tu voz recriminandome que ya no me amas desde hace tres cuadras, hyung.

Yoongi bufó tomando su mano. —Yo jamás dije que ya no te amaba, mentiroso. —dejó un beso en sus labios y luego lo miró resentido. —¿Y bien? ¿Cuál es tu excusa ahora? ¿De nuevo le estabas coqueteando a la calicó de enfermería?

—¡Yo no le coqueteo a nadie que no sea usted! —se abrazó a él y empujó el rostro contra su mejilla molesto. —Es usted el que sigue dejando que le lleven regalos para la temporada de calor.

—¡Mentiroso!

—¡Usted es el mentiroso!

Yoongi gruñó dando por concluida la conversación. Sabía que no llegarían a ningún lado porque llevaban semanas discutiendo lo mismo debido a que la temporada de calor de los gatos estaba cerca.

Jimin se volvía bastante celoso cerca de esas fechas porque los gatos sin pareja estaban acostumbrados a cambiar de compañero en cada calor y nadie parecía entender que ellos dos iban muy en serio. Yoongi, en cambio, se volvía más posesivo de lo que podía llegar a ser por su naturaleza felina y pensaba que su novio le coqueteaba a todo el gato que miraba.

—¿A quien miras? —Jimin pellizcó su mano para llamar su atención y le frunció el ceño molesto. —Estás casado, ¿recuerdas?

—No estaba mirando a nadie. —gruñó. —No soy yo el que le sonríe a cada par de piernas que pasa por delante.

—Yo no hago eso.

—Sí lo haces, mira, ¡mira! —lo señaló enojado. —¡Otra vez estás sonriendo!

—¡Pero si te estoy viendo a ti!

Yoongi se inclinó y lo mordió en la mejilla, sacándole un grito indignado a Jimin. Afortunadamente esos momentos duraban solo algunos días hasta que la temporada pasaba y todo volvía a la normalidad.

—¿Vas a pasar mi calor conmigo? —preguntó entonces, cuando volvían a instalarse bajo el mismo árbol de siempre, Jimin lo juzgó con la mirada.

—Por supuesto que sí, soy tu pareja, ¿o qué? ¿Querías pasarlo con alguien más?

Yoongi rodó los ojos. —Yo no dije eso. —chasqueó la lengua fastidiado antes de recostarse sobre él, aprovechando que Jimin se había desparramado sin miramientos en el pasto. —Pero quiero ir al hotel de la vez pasada.

—¿El que tenía espejos en el techo? ¿Por qué?

—Escuché que si das un pago extra al de servicio te dará catnip. —los ojos de Yoongi brillaron emocionados. —Y como a ti no te gusta, será todo para mi.

Jimin bufó una sonrisa y lo tomó del rostro para obligarlo a inclinarse y besarlo. —Y yo que iba a hacer reservación en el hotel por el que andabas llorando antes.

Yoongi le entrecerró los ojos sabiendo que solo quería molestarlo. —No me importa el hotel, solo me importa que estés toda la semana conmigo. —se enderezó y lo apuntó con advertencia. —Toda la semana, Park Jimin, si vuelves a dejarme solo aunque sea un día...

—Sí, sí, ya te dije que no volverá a pasar. —lo jaló de la nuca y lo besó. —Fue solo una vez y sabes que era importante.

—Yo soy importante. —reprochó. Jimin sonrió.

—Lo más importante, mi mundo entero. Te amo. —besó su mejilla y rio por las mejillas coloreadas de rosa de Yoongi, le parecía gracioso que aún después de sus tres años juntos siguiera avergonzandose por esas palabras. —¿No dirás que me amas también?

—Tú ya sabes que lo hago. —murmuró cohibido, escondiéndose en el cuello del rubio. —Tonto. Lo sabes.

—Lo sé.