[🍒] 07; anhelar.

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No me gusto la wea, a la chucha cambió el capítulo culiao y que tanta wea.

En fin, buenos días, tardes, noches, mis solcitos.

Weom, se me olvidó en que estaba.

.

Salió del agua exaltado, se había asustado por el sonido de la puerta. Al frente suyo un rubio, en su rostro se podía notar la preocupación y miedo.

Se sintió mal, se sintió culpable por hacerle pasar tantos malos ratos últimamente.

Lo único que podía ver Take era a un rubio bañandose con el agua en un tono escarlata opaco. Sus pies se movían solos, no le importó el agua que salía de aquella bañera, cerró la llave y se sentó en el borde mojando sus prendas con el agua.

— Take que pervertido, me estas viendo desnudo.

Rió con ironía sentandose en aquella bañera, abrazó sus piernas y lo miró mientras le daba una calada a su cigarro. Esa pequeña risa se desvaneció mientras escuchaba aquel silencio en la sala.

— Perdón, perdón, perdón. Estaba mal y no sé que mierda pasó, o sea si sé pero es una forma de decir. Estaba tomando, me puse a leer cartas de él y aquí estoy, como nuevo.

Rió por su propio chiste.

— Pensé que así dejaría de hacerte pasar malos ratos pero aquí estamos viviendo uno más.

Alzó la mirada viendo aquél chico tan sonriente mirarlo en silencio mientras lágrimas caían y acariciaban sus mejillas, descendían por aquellas y caían en el agua. Sus manos secaron las lágrimas y se levantó para respirar un poco.

— Levántate, vístete y te voy a curar, de ahí voy a ordenar, ¿Vale? Si quieres hacemos algo.

— Valep.

Y se dió el fin de la conversación con él saliendo del baño. Tal como el lo dijo terminó de bañarse entre quejas por el shampoo cayendo por sus brazos haciendo que los cortes, los cuales habían hasta en sus manos, ardieran.

Al terminar se vistió con prendas anchas. Al rato Takemichi comenzó a revisar sus heridas, limpiarlas ya que eran muy profundas.

— Chifuyu, a la siguiente llámame.

— Eran las 6 am, no quería molestarte.

— No molestas, la puta madre.

— ¿No?

Un suspiro se escuchó detrás mientras el "enfermero" como le llamaba Chifuyu, le hacía un peinado para quitar el cabello de su rostro.

— Claro que no, Fuyu. Da igual si son las diez de la tarde o las 7 de la mañana, llegaré igual, ¿Si?

— Valep.

— A pesar de todo sigues pareciendo un niño, igual de tierno.

Rió colocando una liga en su cabello y se sentó a su lado. Ambos se colocaron a ordenar, botando muchos papeles con sangre seca, lavando mantas, limpiando el baño el cual tenía marcas de manos llenas de sangre.

— ¿Que dijo?

— ¿Sobre?

— El psicólogo.

— Que era una mierda— Murmuró. —, que no lo necesitaba.

— Dios, tu madre me cae muy bien pero algunas veces me desagrada mucho. — Mencionó Takemichi.

— Opino lo mismo.

Y  ambos evadieron el tema sobre su intento de suicidio, sabían que terminarían en una discusión sin fin como antes.

Hanahaki. | BajifuyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora