Hanahaki. | Bajifuyu

[🍒] 12; Kazutora.

No pensó que se volvería a ver con él y menos en aquella situación. En una gran cama a su lado había un desconocido, su rostro tapado por su largo cabello y con su torso desnudo.

Torso desnudo y rápidamente se dió cuenta que no era su habitación.

Sintió como le dió un soponcio por el susto, se miró a si mismo obsevando como estaba igual que este aunque un leve rubor pasó por sus mejillas, su abdomen estaba lleno de cicatrices y heridas por los intentos o cortes anteriores.

Nunca más saldría de fiesta. Le recordaba a cosas anteriores aunque no era momento para recordar momentos.

Rápidamente sacó las mantas obsevando que ambos estaban sin ropa interior, algo estresado miró su propio cuerpo obsevando marcas hasta por sus muslos. Un suspiro cansado salió de sus labios recordando que no era la primera vez que pasaba esto.

Rápidamente agarró su celular, no quería molestar a Takemichi, ya tenía suficiente con la relación que este tenía y lo iba aguantar a él porque salió de joda.

“Mikey no, Draken mm no, de seguro esta con Emma, quizás ¿Baji?” — Pensó. Lo peor que podía pasar es que estuviera con su pareja.

Rápidamente se levantó obsevando sus prendas, las dobló con cuidado y las guardo en su mochila. Aunque no lo conociera le iba agarrar ropa, le importaba una mierda que pensará ese “random de mierda” como pensaba el jóven.

Agarró sus cosas y abrió uno de los basureros de la habitación obsevando un condón. Sintiendo que algo le daba arcadas salió rápidamente de la casa encontrandose con jóvenes dormidos en el suelo. Fuera de esta escupió todo, rosas, sangre, etc.

— ¿Fuyu? — Preguntaron a su espalda. Rápidamente se dió vuelta obsevando a un chico con algunos cabellos teñidos, su rostro cambio drásticamente.

¿Que hacía Kazutora ahí?

Lo evitó completamente con vergüenza por si había visto todo lo que escupió, una mano lo detuvo con fuerza haciendo que este se quejara porque le hacía daño.

— Kazutora, suéltame. — Gimoteo por el dolor provocado, no sabía que aquel chico tuviera tanta fuerza.

— ¿Estás bien? — Musitó algo preocupado soltandolo al instante. Aunque no hablaran actualmente si lo había visto con Baji aunque no entendía muy bien porque se habían alejado sabía que su pareja le tenía gran cariño, y lo que menos quería era ver a Baji triste porque algo le sucedió. Sus dedos fueron a su mentón alzandolo, observo su cuello, como tenía sus ojos llorozos y sus labios con un tono rojizo pero no de labial.

— Si, estoy excelente, ¿No me ves?

— ¿Quieres un café? Te ves horrible, chico.

Nego al instante, desde que comenzo a escupir tallos se hizo mierda la garganta, le dolía hasta tomar agua. No sabía como ayer había bebido tanto con aquello.

— No, gracias, ¿Puedes dejarme en mi casa? Por favor.

Sus manos ligeramente temblorosas fueron a su camiseta intentando convencerlo. Este solamente asintió y dejo que Chifuyu caminara mientras fumaba con lentitud. No sabía que habia pasado pero el solo verlo escupir sangre le había preocupado mucho.

— ¿Sabes? Hoy desperté con un weon al lado mío, no sé que pasó. Esta ropa ni es mía, después se la devuelvo.

— ¿Se la devolveras?

— Quizás, esta linda.

Rió por su propio comentario en un intento de ligerar el ambiente lo cual resultó exitosamente. Mientras hablaban le llamó la atención lo simpático que era algunas veces.

“Con razón Baji se enamoro.” — Penso con una sonrisa mirando al teñido, evito aquello y siguió conversando hasta llegar a su casa donde se despidieron.

Definitivamente entendía porque el mayor era mejor que el.