Viernes, 1 de abril, 2022.
03:42 am.El viento sacudía sus prendas, su rostro y su cabello. Estaba concentrado en eso y en la música que tenía de fondo, ese estilo le hacía sentir mejor pero ahora no era nada.
Ya habían pasado 6 meses.
6 meses de soledad.
Se aisló, se alejo de todo malo y lo bueno. De Manjiro y de sus amigos, de su familia y de Hinata. Eso pasó el 1 de noviembre.
Aunque lo de Manjiro fue por una discusión.
Miro las estrellas, entre más se enfocaba más estrellas veía. Había salido hace unas horas, se fue a la mierda. Era un día viernes, quería darse un descanso de todo aunque no estuviera haciendo nada en si.
Todo le cansaba.
Pero, ¿Cómo no le cansaría? Sentía que nadie lo conocía, el único era Chifuyu y a este lo perdió. No iba a conocer a otra persona que supiera que no le gustaba comer de noche porque se sentía culpable, que lo único que le alegraba cuando estaba solo era escribir; cosa que Chifuyu lo pareció curioso y también lo comenzó hacer él, así dándose cuenta que era una buena forma de desahogarse y sobre todo, distraerse. Que no le gustaban las comidas amargas pero si el alcohol y que su licor favorito era el ron de frambuesa, cervezas de Valdivia y el vodka negro aunque tuvo muy malas experiencias.
Sentía que ya nadie lo conocía realmente, que solamente era alguien que lloraba mucho.
Él sabía todo. El porqué de sus pequeños berrinches, como hacerlo reír sin fingir o despejarlo su simple presencia, algunas veces con palabras.
Suspiró apoyando su cabeza en una roca, el sonido del río fluir y chocar entre las piedras. Lo más bonito eran las estrellas fugaces aunque sabía que por más deseos que les pidiera su querido amigo jamás volvería.
Con cuidado fue sacando su ropa, dejándola sobre la que antes se apoyaba, encima su celular con música descargada ya que no tenia muy buena señal en aquella montaña. Caminó entre quejas por sus pies descalzos al pisar piedras, le generaban dolor pero no uno muy fuerte. Un escalofrío recorrió su espalda al sentir el agua contra su cuerpo, estaba en una parte del río donde la corriente no te llevara.
Nuevamente suspiró, esta vez por el dolor que sentía dentro suyo.
No se dió el tiempo de acostumbrarse al agua, solamente se adentro hundiéndose en este y pronto saliendo, así dejándose flotar.
No le importó el frío que hacía, el agua de todas formas estaba mucho más templado que el clima.Nadó como nunca, hora tras hora, algunas veces sentandose en rocas o apoyándose las piedras, todavía con el cuerpo en el agua para agarrar su bolso, de ahí sacando dos cigarrillos, los encendió y uno lo apoyó en la roca imaginando a Chifuyu agradeciéndole por eso, diciendo que no era necesario y como siempre un “Tenía una cajetilla en el bolsillo, no era necesario pero bueno, si tanto insistes...” junto su escandalosa risa.
Sonrió de sus recuerdos, de que todavía no olvidaba su voz y su rostro, que todavía conservaba sus detalles como nunca.
Y que aunque hubieran pasado 6 meses seguía sintiendo a Chifuyu en su pecho.
Eran las 7 de la mañana, ya había amanecido hace rato pero estaba muy relajado entre las frías rocas y el viento impactando con las prendas colocadas recientemente. Otro cigarro entre sus dedos y nuevamente, uno sobre la roca.
No sabía desde cuándo habían aumentado tanto las porciones de cigarros al día, ¿Cuando estaba Chifuyu con eso? Quizás, quien sabe.
Algo asombroso fue que Hanagaki nunca tuvo como opción el suicidarse. Sentía que merecía ese dolor y que a pesar de todo tenía un pensamiento en mente.
Que quizás algún día volvería a tener a su gran amigo a su lado, quizás en otra vida.
— Si... en otra vida. — Suspiro derrotado abrazando sus piernas con cierta nostalgia en su voz, en sus acciones y en su mirada.
Había cambiado tanto, aunque brillaba como nunca se veía que no estaba feliz, que estaba cansado pero no físicamente, que estaba más que triste pero que no podia describirlo.
Su vida se dedicó a los libros, ilustraciones y más, una vida completamente libre a su parecer. Pero a su edad ya no encontraba nada nuevo, ni tipos de flores, libros, sus propias historias y sucesos.
Se les había ido de las manos tantas personas, no solamente Chifuyu, si no, a si mismo.
Se enamoró, fallaron y hubo la última, un amor unilateral, no correspondido por parte nuevamente de Manjiro Sano.
Un día como cualquiera escupió sangre, se sintió asqueado y así, entendió lo que pasó con Chifuyu, lo que sentía y como te creaba ese miedo de sentir que todo se va de tus manos.
No le informó a nadie, aunque si les dió curiosidad como soltó al publico dos libros.
“Hanahaki” Y “Otra vida” siendo grandes exitos aunque no pudo visualizarlo ni dar comentarios porque no era de terror, si no, era de jóvenes los cuales se enamoraron.
Esa fue la gran historia de Chifuyu Matsuno, un joven que falleció a los 19 y Takemichi Hanahaki que falleció a los 35.
— ♡ —
¡Si un día quieren un capítulo especial me lo pueden decir por comentarios y con gusto se los haré!
¡Buenas noches, días o tardes, depende de sus horarios! ♡
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Hanahaki. | Bajifuyu
Diversos[🍒] Terminada. <3 Hanahaki Disease (花吐き病 (Japonés); 하나하키병 (Coreano); 花吐病 (Chino) ) es una enfermedad ficticia en donde la victima tose pétalos de flores cuando sufre de amor unilateral (Osea amor no correspondido).