Hanahaki. | Bajifuyu

[🍒] 11; pasó un ángel.

Su mirada en el espejo, se veía bien.

"Creo." pensó arruinando todo el momento de autestima que hubo por unos cortos segundos.

Sus manos agarraron las llaves, salió de su departamento y prendió un cigarro acomodandolo entre sus labios. Se colocó un audífono dejando el otro colgando por sus prendas. Comenzó a caminar viendo a jóvenes de su edad andar en grupo, algunos en bicicletas, patinando y más.

Uno le llamó la atención aunque este al parecer se dió cuenta, ambos se miraron obsevando sus rostros. Era Baji.

Dejó de caminar con el grupo desviando su camino hacía el más bajo. El miedo le hizo mierda.
Hubo un silencio incómodo, ambos sin saber que decir. Baji solo se fijó como su rostro era más delgado, su cuerpo también, se veía tan pequeño, más que antes y eso le preocupo.

"Dile hola, no seas maleducado."

Pero no salía de sus labios, no le daba la gana hablar. Se sentía incómodo, se sentía mal, se sentía inseguro pero ¿No él era su safe place? Con quién pasaba noche y día hablando sin parar.

- Hm, pasó un ángel. - Rió desviando la mirada. Quería irse y eso no pasó por alto en el pelinegro.

- Al parecer. Ven, vamos. - Agarró con cuidado su brazo comenzando a caminar rápidamente. Quería saber que había hecho pero no sabía como arreglar todo. Baji solo era un jóven que a pesar de todo no tenía la culpa, ¿Por qué la tendría? ¿Por enamorarse de otra persona? Eso es una estupidez, uno no elige de quien enamorarse y de quién no. Solo era un chico intentando vivir su juventud de una forma cómoda.

Una sonrisa salió de los labios sabiendo a donde se dirigía Kei, a una heladería.

- ¿Que tal la universida? ¿Te va bien?

- Algo pero creo que si pasó de año. - Respondió feliz, realmente su madre estaría orgullosa de él por quedar en una universidad como esa.

- Me alegra mucho, Kei.

Tras una tarde bastante bonita ambos se quedaron en silencio. No hablaron mucho, solamente lo suficiente. No era tan incómodo, no tanto.
Tras separarse se sentó en el pasto colocandose música, la ansiedad lo devoraba, ansiaba hacerlo mierda una vez más.
"Ven aquí" era una canción que lo definía, le recordaba tanto a él.

- Ven aquí. No sabes cuanto te esperó, oh, las noches que no me dormí. No sabes que es morir después. Oh, de haber vivido por ti alguna vez. - Susurró siguiendo la letra. Abrió sus ojos obsevando el cielo en un tono bastante uniforme.

Estaba confundido nuevamente pero no le sorprendía, ¿Cuando no lo estaba?