Hanahaki. | Bajifuyu

[🍒] 13; Chifuyu Matsuno.

27 de octubre, 2021.
23:06 pm.

Y tal como un día comenzó todo, algún día terminará.

No quiso salvarse, no quiso intentar solucionar las cosas aunque por arte de magia tuviera la opción de hacerlo.
No pensó que llegaría a esto, bueno, quizás un poco pero siempre era imaginación, no una realidad.

Sus labios expulsaban toda la sangre que había acumulada dentro de su boca, deslizandose por sus mejillas y cayendo por su cabello, así manchandolo con tonos rojizos y muy apagados.
La fuerza no le daba como para apagar la música, era una muerte dolorosa y lenta. El estar acostado no hizo más que ayudarlo en au muerte, la sangre, flores y tallos no lo dejaban respirar.

Morir ahogado por sus sentimientos.

Aunque tosiera 1 hora seguida sabía que aquel tallo en su garganta no saldría. Tenía dos opciones y solo escogio la segunda, una muerte solitaria y en paz, capaz muy dolorosa y lenta. Por fin había logrado lo que tanto habia anhelado.
No quería que sus niños, Take y Baji, leyeran sus cartas pero ya no habia tiempo.

Pensó en su madre, tenía una mala relación con aquella pero no quería que ella estuviera en su funeral. "Una madre nunca tiene que presenciar la muerte de un hijo." siempre le decía eso.

Pensó en su padre, una persona presente pero ausente. No le importó mucho.

Pensó en Takemichi, su querido amigo, el jóven que siempre lo acompaño en cada y una de sus locuras, de sus penas y rabias. El que lo escucho atentamente y con el que en momentos más que algún grito fue para el contrario, más que algún insulto y más que alguna risa. El que últimamente lo había pasado tan mal por su culpa.

Y pensó en Baji, su niño a pesar de todo. Un chico muy bonito por parte del rubio, pocas veces pensaba en el mismo y eso era lindo pero podía ser un arma de doble filo. Siempre estaba preocupado del que diran o bueno, hasta que creció y después se golpeaba con la gente que hablaba mal de su madre o de el mismo y sus amigos. Recordó algunas peleas donde eran la dupla perfecta aunque más que alguna pelea los distanció. Recordó aquel funeral de la madre de Baji, los dos llorando mientras uno intentaba consolar al hijo de la fallecida.

Muchos momentos, poco tiempo para recordar.

Y finalmente el último suspiro.

Lo último que vió fue la hora, 00:00.

Y con una sonrisa se despidió de todo y todos.
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00:00
Es hora de regresar al punto donde aquello que te perturba comenzó, es un renacer.

Chifuyu había muerto el 28 de octubre, alrededor de las 00:00 y 00:30
en una soledad absoluta.