Una amistad inesperada

Capítulo 9

Momo despertó unas horas después del incidente. Su visión estaba algo borrosa pero poco a poco se fue arreglando. El cuarto olía a vainilla pero estaba helado, oscuro y estaba sola.

Mientras trataba de sentarse su visión se aclaró, dándose cuenta que estaba en su casa.

La única fuente de luz era el brillo de la luz de la luna que entraba por la ventana al lado de ella. El gabinete al lado de su cama tenía comida, envuelta en una caja. Al ver eso el estómago de Momo gruño.

Lentamente, abrió la caja revelando una variedad de frutas. Mientras revisaba las frutas para comerse una, noto que al fondo de la caja había un paquete familiar y un leve aroma que sobresalía de entre la fruta.

Con cuidado apartó la fruta a un lado y cuando descubrió de dónde provenía el olor sus ojos brillaron de la emoción.

"¡¿Burbujas de chocolate?!" Momo no sabía cómo su madre o padre sabían que le gustaban las burbujas de chocolate, ¡Pero ahora tenía un paquete! No iba a dejar pasar esa oportunidad.

Justo cuando estaba a punto de abrir el paquete escucho la puerta abrirse y luego alguien prendió la luz. Le tomó un momento a sus ojos ajustarse al brillo pero cuando por fin pudo ver se sorprendió de ver quién era.

"¡¿Tía Mitsuki?! ¿Qué estás haciendo aquí?". Dijo mientras la miraba sorprendida. La otra figura materna que tenía además de su propia madre, era la mamá de Bakugou, Mitsuki.

La mujer rubia se paró en la entrada de su cuarto con una sonrisa en su rostro. "Estás despierto, querida."

Momo asintió su cabeza antes de hablar. "¿Madre está aquí?" Preguntó con curiosidad. Su tía Mitsuki, sin embargo, negó con su cabeza.

Jalo la silla que estaba en la mesa de estudio de Yaoyorozu y la coloco al lado de su cama antes de sentarse sobre ella. "Marina y Hiroro no se encuentran. Me pidieron que te cuidara así que, ¡Aquí estoy!" Dijo con una sonrisa mientras imitaba a su maestro All Might. "¿Estás bien?"

"Estoy bien tía Mitsuki, gracias por cuidar de mi," Momo dijo con una sonrisa mientras sostenía el paquete de chocolate en sus manos. "Gracias por las burbujas de chocolate, no sabía que estabas enterado de que me gustarán." Ella dijo con una gran sonrisa mientras que la persona con la que hablaba empezó a reírse nerviosamente.

"Marina me dijo que solo pusiera cosas sanas en la caja, sin embargo Katsuki me convenció de meter los chocolates." La mujer rubia dijo mientras se rascaba la cabeza.

Momo bajo la mirada a la caja en sus manos, casi soltando su agarre de la sorpresa. "¿...a si?" Dijo en un tono bajo. Entonces recordó esa lejana memoria de Katsuki Bakugou de hace casi 3 años, cuando ella se reencontró con él en una tienda y la escoltó hasta su casa... Y luego cuando ella le dio un paquete de chocolate igual al que sostenía en esos momentos.

"Mmhm, así es " Mitsuki dijo mientras le sonreía. "También le dije que viniera conmigo está noche, ¡Y sorprendentemente acepto! Aunque aún es muy descarado." Ella se rió mientras decía lo último pero Momo la miró algo sorprendida.

"¿Él vino contigo, tía Mitsuki?" Preguntó algo nerviosa.

Mitsuki estaba algo sorprendida por la pregunta. Si, Momo le había hecho esa misma pregunta varias veces en el pasado cuando venía de visita. Pero eso fue cuando eran más jóvenes, habían pasado 11 años desde que se conocieron.

"Ah, si," pauso por un momento mientras se recomponía. "Está relajándose en el jardín creo, conociéndolo él no querrá fisgonear en una casa ajena."

Momo estaba a punto de abrir la boca para contestar pero Mitsuki la detuvo para seguir hablando.

"Momo, tienes que cuidar a Katsuki por mí, ¿Si? Él es... Un buen chico, solo que a veces puede ser algo rudo, ¿sabes? Por favor intenta aguantarlo." Sus ojos brillaron mientras veía a su tía Mitsuki. Era uno de esos raros momentos en el que podía ver su puro amor maternal, sin violencia ni bromas, solo preocupación por su hijo.