🖋️FINAL🖋️

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Habían pasado muchas cosas a lo largo de seis años en la vida de Marinette y Adrien, sus gemelos corrían por el departamento a la vez que Adrien tenía en manos a su pequeña princesa ya que no tenían nada en sus agendas podían dedicarles todo el tiempo que ellos quisieran.

-Papá, ¿Puedo tomar un licuado de fresa?

-Claro princesa ahora te...

Se detuvo al ver como su esposa los veía desde la cocina.

-Emma, Adrien ¿Qué es lo que dijeron?

Ambos le hicieron la cara de la que era completamente débil, su nena tenía cuatro años siendo la más joven de la casa, cabello rubio un poco más oscuro que el de su padre, nació con heterocromía algo extraño pero que podía resaltar en cada ojo un color único y poco común, el derecho azul como los de Marinette y el izquierdo verde, pequeñas pecas en sus mejillas.

Se parecía bastante a Adrien siendo que lo único que hedero de Marinette fueran sus pecas, llegó corriendo Louis colocándose detrás de las piernas de su madre siendo perseguido por Hugo.

Ambos tenían el pelo igual que el de Marinette siendo distinguidos por el color de sus ojos, Hugo los de Adrien y Louis los de Marinette.

Marinette cargo a su hijo que estaba detrás de ella soltando un fuerte suspiro rindiendose ante los rubios, a lo que corrió con su hija en brazos a la cocina.

-Hugo, ¿Por qué persigues a tu hermano?

-Es que el me quito mi juguete.

Infló sus mejillas cruzandose de brazos, jalo una silla para descansar cargando a su otro niño en la pierna libre.

-Louis, ¿Es cierto?

Al mirar al azabache este desvío la mirada realmente tenía la personalidad de su esposo.

-Adrien, ven acá.

El Agreste mayor salió de la cocina comiendo un pan tostado y su pequeña tomando el líquido que le había pedido a su padre.

-¿Qué pasa?

Vio cómo sus hijos estaban viendo suplicante para que los ayudará mientras ella esperaba su ayuda.

-Louis y Hugo no dejan de pelear por el juguete que les trajiste, diles algo.

Dejó a Emma en el suelo cargando ahora a sus hijos mayores a la vez que Emma corría para que la cargará su madre ya que Louis y Hugo rara vez la dejaban.

-Simple, hay que armar un ring y el que gane se queda con el juguete ¿Les parece?

-¡Adrien!

-¡Papá!

Emma y Marinette lo veían fijamente a lo que comenzó a reír dándole un beso en la mejilla a cada uno.

-Un día que lo tenga Louis y el otro Hugo, o bien, pueden ir y quitarle el de Emma.

-¡No!

Dijeron los tres a la vez que Adrien compartía mirada con su esposa la cual sólo reía.

-¿Por qué no?

-Es mi juguete.

Dijo Emma abrazando a su mamá para esconder su pequeño rostro en el espacio del cuello, Marinette le daba suaves caricias en la espalda disfrutando tener a su hija de ese modo.

-Es de Emma, prefiero pelear con mi hermano a quitarle el juguete a ella.

-Hugo tiene razón, ustedes dicen que debemos cuidarla así que no le vamos a quitar nada.

Ahí te encargo (MLB) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora