Capítulo 5

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La luz del sol que se filtraba por las cortinas anunciaba un nuevo día, con pesadez Ventus giro para poder ver la hora en el reloj sobre la mesita de noche pero no había nada sobre está.
Fue cuando una pequeña risita se escapó de sus labios, giro para el lado contrario y pudo vislumbrar la exquisita espalda de su pareja.

Ya no estaba en su recamara, estaba en un nuevo departamento con Vanitas, su primer día viviendo juntos. Sin pensarlo se abrazo a la ancha espalda que tenía enfrente  y se acurrucó unos minutos más.

Abrió los ojos nuevamente cuando escucho pisadas en la habitación, se había quedado dormido una vez más y ahora tenía a Vanitas cerca de la ventana únicamente vistiendo unos jeans y una toalla sobre sus hombros, con eso y por el cabello que le goteaba dedujo que se había duchado.

—Buenos días Vani— se reincorporo y estiró sus brazos

—¿Pensabas dormir todo el día?

Ventus lo pensó unos instantes y la idea le pareció atractiva, después del viaje y tantas cosas nuevas se sentía cansado.

—Bueeeeno... Tengo que dormir por dos— menciono señalando su barriga— ¿O por tres?

—No tienes remedio— una media sonrisa se curvo en sus labios, sabía que Ventus no necesitaba excusas como esa para ser capaz de dormir un día entero si es que se lo proponía, a sus ojos era como un osezno hibernando— Puedes darte una ducha en lo que él desayuno llega

El alfa desvió su atención ahora a su maleta para buscar una playera, ayer habían tenido tanta flojera que ninguno de los desempaco.

—¿Eh?— un dejo de decepción se asentuo en el rostro del menor— ¿No íbamos a hacer el desayuno juntos?— dentro de sus deseos estaba preparar el desayuno al lado de Vanitas, así como las escenas cursis de las películas

—Haz visto muchas películas Ventus, además ¿Que quieres preparar si la nevera está vacía?— respondió mientras terminaba de vestirse— Y si te esperara para hacer el desayuno a la hora que te levantas terminaríamos desayunando a las 12 de la tarde. Por ahora pediremos comida y más tarde iremos de compras

Jaque mate, si quería adaptarse tendría que levantarse más temprano, tarea para la cual Vanitas era muy bueno.
Dejo el tema por la paz y se dirigió a la ducha, el agua tibia termino por despertarlo, al salir se vistió con sus jeans ajustados favoritos y una playera blanca, iba a calzar esos jeans todo lo que pudiera, porque sabía que cuando el embarazo evolucionará no podría usarlos más.

Al salir del cuarto Vanitas ya lo esperaba en el comedor con los platos servidos, baguette relleno de verduras, jamón y queso, acompañado de fruta.

—¡Provecho Vani!— tomo asiento frente al mencionado y tomo el baguette con intenciones de devorarlo

Tenía el mismo entusiasmo que Goliat comiendo el suyo de carnes frías, cuando Vanitas dijo que no había nada de comida se refería a nada, ni siquiera para el canino, por lo qué le compro su propia baguette.

—Tengo ganas de unas galletas— comentó segundos después de haber comido el último trozo de fruta

—Pero si acabas de comer— Vanitas alzó una ceja, sabía que Ventus era un glotón, pero había devorado el baguette más grande junto con parte de su propia porción de fruta

Ventus alzó los hombros evidenciando un " ¿Y quieres que haga?, tengo hambre"

Al mayor no le quedó de otra que suspirar y recoger los platos.

Después de algunas labores domésticas y decirle a Ventus que esa noche Ephemer y Skuld irían a visitarlo fueron al auto para ir a hacer las compras.

Aún más dulce •°VanVen°•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora