Aún más dulce •°VanVen°•

Capítulo 7

Los días pasaban con rapidez y estos se veían reflejados en el cuerpo de Ventus, cualquiera que lo viera notaría sin problemas que estaba embarazado. Él día de ayer habían ido a su control mensual; lo que significaban 4 meses de embarazo.

La doctora le había recomendado una serie de ejercicios y estiramientos, por lo que el omega se encontraba en el suelo entre el comedor y la sala con una colchoneta debajo de él intentando la infernal rutina que le había proporcionado la doctora.

Vanitas observaba de vez en cuando desde el escritorio el como Ventus intentaba terminar la rutina, esos cuatro meses su único ejercicio habían sido las caminatas para pasear a Goliat, por lo que su condición física no era la adecuada. También estaba atento a si Ventus se lastimaba o algo por el estilo.

—¡Listo!— exclamó victorioso y al mismo tiempo derrotado después de 10 minutos. Dejándose caer con cuidado de espaldas para recostarse— Creo que me merezco un helado

—No, te mereces un baño. Sora y los demás no tardan en llegar

Ese día finalmente Roxas, Sora y Xion irían a visitarlos, lo cual tenía muy entusiasmado al menor ¡Extrañaba demasiado a Roxas! Y aunque a Vanitas no le hacía mucha ilusión realmente tener al gemelo de su pareja en el departamento, él también echaba de menos a Sora. Suponía que Skuld también estaría feliz por la visita de su hermana menor, Xion.

Vanitas ayudó a Ventus a ponerse de pie para que fuera a darse un baño, mientras que él seguiría haciendo tarea o avanzando lo más que pudiera ya que en la noche iría a la dichosa fiesta.

No había nada mejor para el rubio que tomar una ducha tibia después de esos estiramientos, si fuera por él podría permanecer todo el día en la bañera. No fue hasta que salió que se percató de algo desagradable para él. No sabía cómo sentirse, si decepcionado o decaído ¡Se había cuidado tanto! Y aún así, leves marcas habían aparecido en la zona baja y en los laterales de su abdomen, así como en sus caderas. Sabía que era algo normal, pero ver su piel que siempre había sido lisa y blanca con esas marcas de alguna forma lograba desmotivarlo ¿Seguiría viéndose hermoso para Vanitas? Esa duda lo asaltó, intentó pensar positivo y se untó una porción extra de crema… amaba su embarazo y a sus bebés, pero temía quedar con marcas. En su pensamiento solo quedó sumar esfuerzos en cuidar su piel aún más.

Cuando salió de su recamara fue justo a tiempo para atender la puerta, inmediatamente sintió una descarga de emoción recorriendo su cuerpo y se lanzó a abrir, sus ojos brillaron y se cristalizaron al ver frente a él a su gemelo.

—¡Rox!— se colgó de su cuello para abrazarlo lo más que pudo, puesto que una pequeña pancita impedía acortar totalmente la distancia 

—¡Ven!— el alfa rápidamente correspondió abrazandolo con cuidado al sentir su vientre, había extrañado demasiado a su hermanito ¡Nunca habían estado separados por tanto tiempo! Pero era consciente que tarde o temprano eso pasaría

—¡Oye! También existimos— reclamo Sora señalandose a si mismo y a Xion— Oh… por todos los cielos… ¡Tu panza!— exclamó con evidente entusiasmo cuando Ventus se separó de Roxas y pudo ver su vientre, cuando se habían ido era imposible notar el embarazo, pero ahora la playera de Ventus denotaba un pequeño relieve que evidenciaba sus 4 meses de embarazo de gemelos

No tardó ni medio segundo en quitar a Roxas del camino para ponerse frente a su mejor amigo y apreciar su tierna pancita ¡Las fotos no hacían justicia! La emoción de verlo en persona era aún más conmovedor.

—Hola Sora— abrazo al mencionado, claro que también extrañaba demasiado a Sora, hacer llamadas no era para nada lo mismo que poder ir a su casa a pasar el rato— Hola Xion, me alegra que pudieras venir— saludo a la pelinegra después de que Sora terminara de abrazarlo y acariciar su vientre