Nuestro neverland de amor {Pedri González}

Cap 28

Paula:

-pues como jurado os tengo que decir de que ninguno gana- dije aguantandome la risa, ellos se quejaron pero yo levanté los brazos inocentemente y me fui camino a la cocina, me cogí una Coca-cola y me apoyé en la encimera mientras me la tomaba.

-Coca-cola? Buena elección, se notan tus buenos gustos- Blanca acababa de entrar a la cocina mientras abría la nevera para sacar una Monster.

-pero soy más de Monster- dijo levantando la lata.

-ya veo- dije mientras intentaba irme.

-oye una cosa- añadió interrumpiendo mi intento de escape.

-Que tal todo con Riqui?- dijo aguantándose la risa.

La miré con cara de asco y me fui hasta el pasillo donde me encontré a Pedri.

-Dile a tu novia que le den por culo de mi parte- dije sin frenarme.

-de que hablas?- dijo sin entender nada agarrándome del brazo.

-pues pasa de que no te entiendo joder, nada, y ahora le cuentas lo que a pasado a esta que ni tengo la menor idea de cuando la conoces- dije liberandome de su agarre.

-para empezar yo no le e contado nada y de segundo que es lo que no entiendes?-

Lo miré a los ojos por unos segundos esperando a que siguiese hablando, de que se diese cuenta por una vez en la vida de algo.

-bueno bueno que pasa aquí?- preguntó Unai llegando hasta nosotros después de escucharnos.

Miré a Unai y luego de nuevo a Pedri que seguía esperando a que hablase.

-no pasa absolutamente nada- dije para luego irme hasta las escaleras, me senté por unos minutos disfrutando de la soledad hasta que mi padre me envió un mensaje.

Papa✨
——————

Cariño donde estas?

En las escaleras

Pues vámonos ya tenemos que irnos.

Esta bien dame un minuto.

———

Me puse de pié sin muchos ánimos y caminé hasta el coche donde me estaba esperando mi padre.

-todo bien?- preguntó algo preocupado al ver mi cara.

-si, solo vámonos, estoy agotada- poco después de 15 minutos estábamos en casa.

.......

Después de varios días de descanso llegó el día del primer entrenamiento del Barça conmigo en las prácticas asique un poco después de las once le pedí a mi padre que me llevase.

-Gracias pa, te llamo cuando acabe - dije bajando ya del coche.

El entrenamiento acababa de terminar y yo estaba sentada en frente de la puerta con el teléfono esperando a que llegasen, cerca mía estaban una chica más y Blanca, tristemente nos había tocado los mismos días.

Tras esperar unos minutos empezamos a escuchar los murmullos de algunos jugadores llegar, apagué el teléfono y me puse de pié.

-Bueno aquí os los dejo- dijo un hombre de unos 50 años que venía delante de todos.

Nos metimos en la sala y vimos entrar a los 3 primeros.