Capitulo 3

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Al día siguiente me desperté sin muchos ánimos pero sabía que debía contarle a papá lo sucedido y también debía aprovechar los últimos días que me quedaban allí ya que en una semana debía volver a la universidad.

Así que bajé y comencé a preparar el desayuno para papá y para mi sabía que él llegaría a correr en unos quince minutos ya que desde que era pequeña él salía a correr en la mañana.

Cuando papá llegó comimos el huevo con tocino que prepare minutos antes, al terminar de desayunar sabia que papa no se quedaría sin preguntar que pasaba y en efecto lo hizo, me pregunto porque Josh no había venido a verme y porque había estado llorando; así que no tuve más remedio que contarle todo lo que paso con Josh, cuando terminamos, todo lo que me dijo y cuando descubrí que me había engañado.

-Ese chico es un idiota por engañarte y dejarte sabiendo la gran chica que eres y no lo digo solo porque soy tu padre si no porque es verdad, eres inteligente, linda y buena persona; aunque debo admitir que el chico tiene un buen punto respecto a tu perfeccionismo, quizá deberías de controlarlo un poco.- No puedo creer que mi padre estuviera de acuerdo con Josh después de lo que me había hecho.

Me levanté molesta de la mesa, subí a mi habitación, cambié mi pijama por unos jeans y una playera azul celeste de tirantes y unas sandalias de piso y salí de casa rápidamente.

Y llegué a ese lugar que era tan doloroso como sanatorio para mi, el cementerio, el lugar en donde hace diez años la había visto por última vez, ya sin jugar conmigo o decirme cuanto me quería.

Tome las flores que había comprado antes y las puse frente a su tumba, junto a una veladora que encendí, y uno de sus chocolates favoritos.

Me senté frente a su tumba y comencé a hablar con ella y a contarle todo lo que había pasado y como me había afectado todo esto.

-Hola mami, hace tiempo que no te visitaba- no pude evitar derramar mis lágrimas- te extraño mucho mami, no se que hacer, no tengo a alguien que me de consejos y siento que serias tu la única que me entendería y podría demostrarme que puedo cambiar o que quizá no soy tan mala como todos dicen; te necesito mucho, a veces quisiera que el tiempo regresara y se quedará parado justo en los momentos felices que teníamos todos juntos- Solté un chillido y comencé a llorar más fuerte- Perdóname es que ya no recuerdo tu voz, ni tus "te amo", y tampoco recuerdo cuando me llamabas "Mila" porque no me gustaba mi nombre y eso me duele demasiado.

Después de hablar un momento con mamá regresé a casa y decidí que necesitaba limpiar mi habitación y especialmente ese librero que hace mucho no tocaba.

Puse algo de música y comencé a recoger ropa que estaba sucia y alguna que donaría a la caridad, hice mi cama y sacudí mi antiguo escritorio, para finalizar con el momento más difícil de todos.

El librero, ese lugar lleno de todos los libros que mi madre me regaló antes de morir, todos esos libros que a ella le gustaban y que me enseño a amar conforme crecía; comencé a quitar los libros y a sacudir el librero.

Después de una hora termine de sacudir y comencé a acomodar los libros de nuevo ya que estaba segura que no me quería deshacer de ellos.

Cuando estaba acomodando los últimos libros que había y note un libro que tenia una pasta de color blanco y no tenia titulo, y recordé algo que en ese momento me hizo demasiado feliz.

Ese libro era mi libro o al menos eso había dicho mamá cuando me lo dio, el día que murió me dijo que quería darme algo muy importante y además hablar conmigo.

-Hola Mila, tengo algo importante que decirte, cómo sabes mamá está enferma y en poco tiempo ya no podré estar contigo físicamente, porque siempre te acompañare en alma y corazón a donde sea que vayas. Me hubiera encantado estar contigo cuando conozcas a tu primer amor o tengas el corazón roto por primera vez; por eso te doy este libro- dijo extendiendo un libro sin título y con una portada blanca- Este libro es tuyo, esta hecho para ti y lo debes leer hasta que te rompan el corazón por primera vez, no lo puedes leer antes, ¿me lo prometes?

-Te lo prometo mami- dije con la voz apagada porque la iba a extrañar mucho.

-No estés triste mi niña, siempre voy a estar en tu mente y en tu corazón y en todos esos libros que compartimos; gracias por prometer lo de el libro, espero que cuando sea el momento pueda ayudarte, adiós mi amor, te amo Mila- Después de decir eso tomo mi mano y sentí como dejaba de respirar y sus ojos se cerraban poco a poco.

-Adiós mami yo también te amo.

Tome el libro y comencé a llorar al recordar aquella última conversación con ella, decidí que era momento de leerlo porque por primera vez sentía que un chico había roto mi corazón.

NOTA DE LA AUTORA: se que algunos se preguntaran si su corazón no se rompió cuando su mamá murió, pero ellas hablan de un corazón roto por un chico.
Nos vemos el siguiente sabado con dos capitulos más.

Nos vemos el siguiente sabado con dos capitulos más

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Un amor perfecto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora