Miedos en los ojos.

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La madre no quiso, decirle a su marido lo sucedido anoche con su hija y cerró la habitación con llave aunque a veces  Sara quería entrar porque es su habitación y lo extraña y mas que esta durmiendo con una hermana que no la quiere ni en pinta. 

--- ¡Vete de mi cuarto! --- le grita a Sara, ella sin rechistar se marcha al salón a ver la tele. Hasta que oye discutir a sus padre, entonces se acerca a escuchar. 

--- ¿Por qué no me lo has contado antes? --- Richard estaba muy alterado --- Te lo dije, es un bicho raro, los ojos de Sara al escuchar eso se quedaron sin brillo, sin luz...mucha tristeza le entra por los ojos y oídos. 

--- Es nuestra hija Richard...No digas eso...--- la madre angustiada sin parar de llorar. --- Por favor, es buena niña no tiene culpa de ser...así. --- le costaba describir a su hija, no sabe lo que es, solo saben como la están llamando casi todo el mundo: " La pequeña Sara Dark Vamp" 

El padre se arrodilla delante de su mujer y la besa, resopla y mira al suelo angustiado pero se calma. 

--- Lo intentare, tienes razón somos sus padres. 

Sin querer Sara al salir huyendo de allí hace ruido y los padres se enteran, se imaginaron que era Sara que estaba escuchando todo. La empezaron a buscar pero no la veían, preguntaron a su hermana. 

--- No lo sé y ni me importa. --- es lo que contesto. Ambos padres se separaron para buscarla, pero seguían sin verla en la casa, hasta que Richard penzo que habrá ido a la caseta que le hizo para que jugara afuera y encima estaba lloviendo y hacia mucho frío aunque ella de por si es de piel helada. Abrió las puertas y la vio ahí acurrucada en una esquina. 

--- Sara, cariño ven. 

---- ¡Dejame en paz! --- le grita. 

--- Cielo, ya estoy aquí. ---- dice la madre al llegar. Abre los ojos y la mira con cariño, pero se vuelve a enfadar al ver a su padre que no la quiere. --- Richard, vete un momento yo me encargo.

Se queda sola con Sara dentro de la caseta de madera que hicieron, se tumba con su hija y le acaricia el pelo como siempre.  ---- Mamá... mi padre no me quiere y mi hermana tampoco ¿Quereis que deje de existir? --- La abraza enseguida, para darle calor de madre.

--- No, no pienses eso mi niña, yo te quiero, ellos también pero les cuesta asimilarlo, además todo el mundo tenemos miedo a lo que no conocemos bien.

--- Mi padre tiene que conocerme, soy su hija. --- comenta algo confusa a lo que su madre le cuenta.

--- Lo sé, pero el no te tuvo en su panza 9 meses, he sido yo y te conozco muy bien, se tus defectos y los que no ¿Sabes cual no son tus defectos? --- niega con la cabeza, se seca las lágrimas y empieza a decirle. ---  Primero eres bonita,  segundo aunque la gente te llame oscura o demás tu debes saber que no eres un monstruo porque esos seres son malignos y matan porque si, tu defiendes y sabes diferenciar lo que es malo y lo que es bueno, aunque tus maneras de defenderte dan miedo.

Ambas se ríen y empiezan hablar de sus cosas. 

Cuando Sara tuvo los 13 años después de unas semanas se puso mala, temblaba mucho, su piel estaba ardiendo y otras veces helada, que en cualquier de esas temperaturas no podías tocarla, la familia la cuidaba todo lo que sabia pero no bajaba y la única solución de Richard es llamar a un cura ver si es que esta poseída por un demonio o que le han hecho algo. Por la tarde llega Padre Mateo. 

--- Buenas tardes Padre Mateo. --- saludan ambos. 

---  Buenas tardes ¿Donde esta la niña? --- al entrar, ya le bajaban los sudores, no esperaba ver a una niña de 13 años con una piel blanca como un muerto y el pelo negro brillante como la noche, parece haber salido de una película de terror. --- Hola mi niña como te llamas. --- le coge la mano. 

---- Sara...--- le costaba mucho hablar. 

El cura saca las cosas de su maleta, agua bendita, una biblia, la cruz etc... Empezó rezando con la cruz, Sara ni si inmutaba, ella seguía débil, coge el frasco de agua bendita y hecha unas gotas en forma de cruz tres veces, esas gotas rápidamente se formaron gotas de sangre, Sara tensa el cuerpo, clava las uñas grandes en el colchón de la cama y estira la cabeza hacia atrás, la madre va con ella asustada. 

---- ¿Hija que te ocurre? 

Sara cierra los ojos fuertemente y empieza ver imágenes confusas, veían niñas jóvenes corriendo por los pasillos, de pronto ve a esas mismas niñas llorando y sufriendo en una cama, tapadas con una sabana y un hombre que se estaba vistiendo, intentaba ver quien era ese hombre...hasta que pudo lograrlo. 

Por otro lado, el padre agarra la cruz y agarra delante de ella, haciendo un ritual de exorcismo, hasta que Sara habré los ojos furiosa y con los ojos de un color rojo intenso y mira fulminante a la cruz, el padre asustado no deja de hacer su trabajo, pero de pronto la cruz de sus manos se hace congela, y la congelación va llegando a su mano, lo suelta rápidamente. La madre se aleja un poco de su hija, Sara se queda sentada sin quitarle ojo al hombre, el cura quiso escapar, pero la puerta se cierra sola, vuelve a intentar mirar a esos ojos rojos y con ganas de derramar sangre. 

--- ¿Estas contento con lo que haces? --- le pregunta seria. Los padres confusos pero callados miraban a ambos. 

--- ¿De que hablas Sara? --- estaba muy nervioso. 

--- ¿A cuantas has usado invecil? --- gruñe con rabia. 

--- ¿Usar? --- se queda pegado en la pared asustado. 

--- ¡Contestame cerdo! --- le grita. --- ¡¿Cuantaas niñaas has violado subnormal? ----el era el hombre que pudo ver en la visión, los padres con la boca abierta pensando como saca tantas palabras mal sonantes, pero a la vez creían lo que decía su hija. Sara se levanta de la cama y se coloca unos metros delante de él pero no tanto. Se notaba que ya la oscuridad de Sara invadía su cuerpo. 

--- Unas 14...---- responde muy asustado. 

--- Tu castigo serán 14 latigazos en tu espalda por defraudar a Dios. --- dice burlándose. 

Rápidamente sin saber como el cura siente un gran golpe en la espalda y no había nadie detrás, sentía cada latigazo en su espalda. Llegó a los 14 pero por suerte no murió pero fue castigado, los padres denunciaron al hombre y la policía al parecer lo andaban buscando pero no sabían quien era, porque solía cambiar mucho de lugares. Sara a los días se puso bien, la madre admiraba que hubiera ayudado a la policía aunque no de esa forma, pero sabe que cualquier criminal, delincuente o abusador se merece un castigo, aunque no se sabe a que extremos.

La leyenda de Sara Dark VampDonde viven las historias. Descúbrelo ahora