arder.

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A los 15 años, tenia su mal genio como siempre, pero la madre siempre podia controlarla, porque era capaz de romper todos los cristales hasta abrir puertas. Siempre las hermanas seguian discutiendo, Sara empexó a vestirse de negro o colores oscuros y casi siempre con algo rojo, se acercaba Diciembre, el cumpleaños a punto de cumplir los 16, seria mañana, estaba ansiosa, tenia algunas amigas y amigos aunque la mayoria son para ligar con ella, porque la ven hermosa con una piel joven, pero por supuesto no conocen su lado tenebroso y mejor que no lo hagan pueden arrepentirse de haberla conocido, Sara estaba conociendo el mundo de la seducción, le encanta ser juguetona con los hombres pero la chica de, mirar sin tocar, como suele decir ella, el juego de la culebra, llamar la atencion, pero cuando se acerca demasiado alejarse, aunque no nos equivocaremos si decimos que ella si muerde. 

--- ¡Hija a comer! --- Richar la llama, en un y abrir y cerrar de ojos estaba ahi mismo en la mesa. 

--- ¿Para que llamas si ya estoy aqui? --- se rie. 

--- No uses tanto esas cosas hija, luego espantas a tus pretendientes. --- comenta la madre. 

--- ¿Que? mi hija ya tiene pretendiente y yo sin enterarme. --- dice confuso el padre. 

---- No se me escapan ninguna mamá, ademas siempre hay reglas que no debes hacer con un vampiro o lo que yo sea...--- estaba algo feliz pero al decir eso bajo la mirada y movia la comida sin ganas. --- Me voy, no tengo mucha hambre. 

--- Pero si no has comido nada...--- dice la madre, escuchan como se cierra la puerta de su habitación. 

--- Deja de preocuparte por ella mamá. --- dice mosqueada su otra hija. 

--- ¿Que te ocurre? 

--- Siempre es ella ella y ella, ooh la pobre Sara, que es un bicho raro bla bla, pues si lo es y no deberia estar en esta familia. --- se levanta de la silla y la mirada de sus padre era de asustados y no iban a ella si no la que estaba detras., se gira lentamente Margarita y ve a Sara cruazada de brazos. --- ¿Que pasa? --- intenta decir. 

--- Tu me diras. --- dice desafiante. 

--- chicas relajense y a comer que es tarde que mañana tenemos fiesta. --- Rcihard intentaba relajar el ambiente pero parecía muy difícil.

-- ¡Pues quiero decirte que te odio! Sin ti la vida sería más fácil, nadie sufriría, ¿no te das cuenta que haces daño a mamá?
Sara se queda pensando, puede que tenga razón, pero su madre ha sido la única que a tenido valor de quererla a pesar de como es.

-- ¡Es mi madre! Me da igual, ella a sido la única que me ha querido más que ustedes. -- se estaba cabreado y lo notaban.

-- Pues vete a putear con tus ligues y largate -- la hermana no tubo corazón, si tuviera no diría eso. -- Al nacer tu has condenado a muerte está familia.

--- ¡ Callate! -- grita y se lanza sobre ella ambas se agarran a pelear, Sara dejaba la furia fuera de ella para no hacer daño a su hermana. Estaban destrozando todo, los padres no sabían que hacer si se acercan no saben que pasará, la madre se atrevió.

-- Hijas las quiero a las dos, dejar de pelearos. -- de pronto la Cocinilla se prendió fuego, las ventanas se abrieron y entró viento las cortinas llegaron al fuego y se prendieron. -- O dios, se está quemando las cortinas.

Sara paro de pelear y se relajó la furia pero lo que se estaba quemando no era de ella eso no podía pararlo sólo con extintor o agua. Empezó a buscar calderos para llenarlos de agua. El fuego iba muy rápido y ya estaba quemando todo. La hermana que seguía furiosa cojio un sartén y golpeó a Sara varias veces mientras sus padres estaban distraídos, en el primer golpe no derrumbó a Sara, más bien volvió de nuevo la ira. Eso hace que se cierran las puertas, después siguió golpeando hasta que la dejó en el suelo con una brecha en la cabeza.

-- Ahora si morirás.
La madre la vio con el sartén todo doblado en la mano de margarita y Sara en el suelo, se quedó en shock. El padre también lo vio.
-- ¿Que has hecho? -- grita asustado el padre. -- Dios...estas loca ¿Como pudiste? -- le hecha la bronca.
La madre enseguida va con su hija Sara, le agarra la cabeza y le acaricia la cara.
-- Richard ¿Crees que se pondrá bien?
-- No lo sé, supongo, tenemos que salir de la casa se está quemando entera. -- agarra en brazos a Sara e intentan ir a la salida. -- Venga abre.

-- No hasta que dejes aquí a Sara. -- se Pone rebelde Margarita.

-- No digas eso es tu hermana. -- la madre se sorprendió al ver a su marido defender a su hija.
La madre va a abrir la puerta pero no puede esta cerrada.

-- Tenemos que despertala, ella tenía la furia y seguro que fue cuando la golpeastes y así no se le irá eso.
Intentaban despertarla, pero no lo lograban el humo del fuego les estaba asfixiando.

-- No creo que lo logremos, así que quiero que sepan que os quiero mucho. -- logra decir sus últimas palabras Richard, se cae al suelo sin fuerza al igual que la otra hija. La madre les mira y tose, sigue intentando despertar a Sara.
-- Hija vamos...por favor..-- le quedaba poco, sólo podía hacer algo, ella había perdido mucha sangre a no ser si le dan de beber. La madre vio unos cristales rotos y se hace una herida en la mano, abre la boca de su hija y le da gotas de su sangre... la madre estaba a punto de caer también en un par de segundos. Justo cuando cae, Sara abre los ojos y mira su alrededor, las puertas se abren y va sacando a su familia fuera lo más rápido posible (velocidad de vampiro) después llama a la ambulancia y mientras suena mira las pulsaciones de cada uno y el móvil cae al suelo de sus manos sin ganas. No tenían pulso ninguno se cae arrodillado y sin vida, su familia murió y se sentía culpable, lágrimas caen y algunas de sangre, los de la ambulancia y bomberos llegaron, algún vecino dio la alarma y muchos pensaron que fue Sara. Ella se marchó de allí antes de que la vean o le echarán la culpa y se sentó en un árbol en una de las ramas mirando y llorando como se quema la casa y que por su culpa murieron sus padres bueno ella se siente así.

La leyenda de Sara Dark VampDonde viven las historias. Descúbrelo ahora