𝙲𝙰𝙿𝙸𝚃𝚄𝙻𝙾 𝟺

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Por alguna extraña razón, Kim SeokJin tiene esa particular sensación en su pecho que le impide respirar correctamente y sus labios cosquillean amenazando con tirar de las comisuras y sonreír, pero se las ingenia para no hacerlo, al menos no mientr...

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Por alguna extraña razón, Kim SeokJin tiene esa particular sensación en su pecho que le impide respirar correctamente y sus labios cosquillean amenazando con tirar de las comisuras y sonreír, pero se las ingenia para no hacerlo, al menos no mientras su adorable vecino de enfrente, Jeon JungKook, continúe riéndose y charlando al otro lado del pasillo, demasiado cerca y al mismo tiempo demasiado lejos para notarlo. Varios estudiantes le obstruyen la vista, pero el peligris podría reconocer con facilidad en cualquier momento esa silueta tan alta y elegante del chico, además de su inconfundible risa y ademanes; talvez Jin ya se ha acostumbrado tanto a su presencia que ahora no puede evitar notarla incluso en los lugares menos esperados, como la universidad.

No obstante, por mucho que le agrade ver ese rostro tan familiar en un lugar como la universidad, no puede evitar sentirse incomodo e irritado por el hecho de que la persona con la que JungKook está charlando tan alegremente y riendo sin parar, es el mismo rompecorazones que lo había ido a visitar un par de días antes. Simplemente hay algo en ese sujeto que a Jin le disgusta, aun no puede decir bien de que se trata, pero sabe que no debería confiar en su sonrisa coqueta y sus ojos extremadamente expresivos, no importa si es demasiado apuesto y amigable.

Tierra llamando a Jin. —una mano se atraviesa en su campo de visión y la voz de YoonGi lo trae de vuelta a la realidad. Parpadea un par de veces antes de apartar la mirada de JungKook y su amigo, y volver su atención al castaño que lo observa con una expresión de curiosidad en su rostro. —¿A quién rayos estabas espiando con tanta intensidad?

—¿Eh? ¿De qué hablas? No estaba espiando a nadie. —dice tratando de hacerse el desentendido, aunque el ligero rubor que tiñe la punta de sus orejas lo delata sin duda alguna.

—Ajá, si eso dices. —claramente YoonGi no se ha convencido con la mentirilla de su compañero, así que gira su cabeza hacia la dirección en la que SeokJin había estado mirando fijamente, estirando su cuello y sosteniéndose sobre la punta de sus pies para alzarse sobre las cabezas de los demás estudiantes que van y vienen por el pasillo del área de artes. —Woa... ¿Es ese de allá?

Jin se abalanza sobre él en el instante que YoonGi hace su pregunta con voz clara y fuerte, mientas señala directamente al chico que acompaña a JungKook. El peligris tira de los brazos de su compañero y lo obliga a darle la espalda a los dos chicos del otro lado del pasillo que permaneces inmutados de lo que sucede frente a ellos, demasiado inmersos en su conversación.

—¿Qué estás haciendo? Te pudieron haber visto. —masculla de mala gana Jin, escondiéndose discretamente tras el cuerpo de su amigo. El castaño suelta una carcajada burlona mientras se quita a Jin de encima.

—Bueno, estoy seguro que mirarlos fijamente no es la mejor forma de pasar desapercibido. —se mofa colocando una mano sobre el hombre del más alto y sacudiéndolo ligeramente para liberar un poco de su repentina tensión. —Además-

𝙴𝙻 𝙶𝙰𝚃𝙾 𝙳𝙴 𝙻𝙰 𝙼𝙰𝙻𝙰 𝚂𝚄𝙴𝚁𝚃𝙴¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora