𝙲𝙰𝙿𝙸𝚃𝚄𝙻𝙾 𝟷𝟶

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Pequeñas gotitas heladas se desprenden de los mechones oscuros que se pegan a su frente al igual que toda su ropa se pega a su cuerpo y crea esta sensación tan molesta e incómoda

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Pequeñas gotitas heladas se desprenden de los mechones oscuros que se pegan a su frente al igual que toda su ropa se pega a su cuerpo y crea esta sensación tan molesta e incómoda. Aún están empapados por la lluvia y sus cuerpos tiemblan ligeramente cada vez que una corriente de aire se cuela entre la tela de sus suéteres y les recorre la piel húmeda. El sillón del apartamento de SeokJin comienza a mojarse bajo los cuerpos de los chicos y probablemente tendrá que secarlo apropiadamente después, no obstante, eso es lo menos importante de la situación.

Los ojos de JungKook no han dejado de fijarse en su particular vecino desde hace media hora y ahora lo mira con cautela esperando el momento en el que Kim SeokJin vuelva a convertirse mágicamente en un gatito, pero al parecer eso no va a suceder pronto.

El peligris no ha hablado mucho desde la feria, demasiado avergonzado y alarmado por lo sucedido, sus pensamientos yendo y viniendo como un tornado, preguntándose si esto sería el final de todo... ¿Lo habría arruinado todo? Parte de él espera que no fuera así, pero a juzgar por la expresión en el rostro de JungKook y la forma en la que permanece distante de él, tiene la sensación de que talvez esta es la forma en la que todo acabara.

—No lo comprendo...

Es JungKook quien habla primero, su voz temblorosa llena el silencio tenso y abismal en el oscuro pequeño apartamento. Jin nunca antes se ha sentido tan aliviado de escuchar la voz de su vecino, es como un rayo de esperanza en su interior, aunque sabe que aún no debería cantar victoria.

—¿Qué acaba de suceder? ¿Realmente te convertiste en un gato? ¿Por qué no luces ni un poco asustado? ¿Es esta la primera vez que te sucede? —las preguntas se desbordan de los labios de JungKook como una cascada imparable y se puede escuchar la preocupación y un poco de curiosidad en sus palabras. Su mirada viaja por todo el cuerpo del mayor, de arriba a abajo y se concentra en encontrar algún indicio de algo extraño, pero no, es solo el Kim SeokJin de siempre, que lo mira con esos ojos tímidos que tanto le gustan.

Le toma un momento poder entender cada cuestionamiento y formular una respuesta algo coherente, ¿realmente es algo coherente su situación?

SeokJin inspira hondo, llenando sus pulmones de valor en un intento de calmar esa terrible ansiedad y nerviosismo que se ha apoderado de su cuerpo, pero necesita hacer esto de una buena vez.

—Soy un gato de la mala suerte... literalmente. —dice con cuidado y suena como un total disparate, sin embargo, JungKook asiente confirmando lo obvio.

—La primera vez que lo dijiste, creí que era una metáfora, no esperaba que realmente fueras uno. Definitivamente no es algo que suceda todos los días.

—Sí, bueno... Espera, ¿lo mencione antes? —Jin pregunta rápidamente, sorprendido de escuchar eso. No recuerda haber dicho algo sobre su maldición antes y por supuesto, no estaba en sus planes decírselo a la única persona que le gustaba.

𝙴𝙻 𝙶𝙰𝚃𝙾 𝙳𝙴 𝙻𝙰 𝙼𝙰𝙻𝙰 𝚂𝚄𝙴𝚁𝚃𝙴¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora