𝙲𝙰𝙿𝙸𝚃𝚄𝙻𝙾 𝟼

408 84 10
                                    

Las fiestas se supone que deben ser divertidas y llenas de personas, cuando esa mañana HoSeok le aviso que haría una fiesta había imaginado que su apartamento compartido estaría repleto hasta estallar de chicos jóvenes, bailando y bebiendo como lo...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Las fiestas se supone que deben ser divertidas y llenas de personas, cuando esa mañana HoSeok le aviso que haría una fiesta había imaginado que su apartamento compartido estaría repleto hasta estallar de chicos jóvenes, bailando y bebiendo como locos, definitivamente no esperaba... esto. No lo llamaría una fiesta exactamente, talvez la palabra "reunión" es más adecuada para esta situación, pues está seguro que se necesita más de diez personas para catalogarlo como una fiesta y si sus matemáticas no le fallan, apenas son ocho personas contando a él mismo. Por supuesto, no le molesta en absoluto y no hay nada de malo con los amigos de su hyung, pero por alguna razón, no se siente del todo cómodo, la diferencia de edad no ayuda mucho, además de que apenas conoce a los seis chicos que lo visitan esta noche.

—Kookie, ¿puedes pasarle otra botella de soju a NamJoon? —le pide HoSeok desde la sala, puede escuchar a los demás reír de un chiste que no logra entender.

—¡Claro, hyung! —dice amablemente, asomándose desde la pequeña cocina y echando un vistazo a todos los invitados que están acomodados en la sala de estar, ocupando todos los sillones y parte de la alfombra, todos tiene cabelleras de distinto color, sin embargo, JungKook aún no puede diferenciar a la mayoría.

En silencio, intenta repasar todos los nombres que escuchó cuando se presentaron: JinYoung, Jackson, Mark, JiMin y su novio NamJoon, y obviamente TaeHyung, el novio de HoSeok. Es fácil recordarlos, pero sigue sin poder asociar los rostros a los nombres, definitivamente tuvo que poner más atención mientras se conocían, el problema es que no podía dejar de preguntarse que estaría haciendo SeokJin en ese momento, no lo había visto en todo el día y ya se había hecho costumbre saludarlo cada vez que se encontraban.

Suelta un suspiro mientras rebusca en la nevera, sus manos congelándose por el aire gélido en lo que remueve todos los alimentos del refrigerador en búsqueda de una de esas curiosas botellas verdes de cristal, pero termina rindiéndose al poco tiempo de darse cuenta que probablemente la ultima la habían tomado minutos atrás. Sale de la cocina con las manos vacías y se dirige hacia la salida donde todos continúan charlando sobre algunas de esas graciosas anécdotas que JungKook ha escuchado desde que llegaron.

—Hyung...—dice con timidez tratando de no llamar tanto la atención de los demás para no romper su burbuja de diversión de la que JungKook no es parte. —HoSeok hyung. —murmura por lo bajo un par de veces más hasta que logra conseguir que el castaño lo mire en medio de carcajadas.

—Ah... Kookie... ¿y la botella? —dice entre risas ahogadas y limpiándose algunas lágrimas de las comisuras de sus ojos.

—Ya no queda más soju.

—Ugh, rayos. —se queja ya un poco más relajado después de detener su ataque de risa. —Creí que había comprado suficientes. Iré a buscar más. —anuncia HoSeok con una expresión de fastidio, claramente no tiene la disposición de dejar la reunión ahora que ya todos están medio ebrios.

𝙴𝙻 𝙶𝙰𝚃𝙾 𝙳𝙴 𝙻𝙰 𝙼𝙰𝙻𝙰 𝚂𝚄𝙴𝚁𝚃𝙴¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora