𝙲𝙰𝙿𝙸𝚃𝚄𝙻𝙾 𝟻

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Un susurro suave y el cosquilleo de una respiración pesada cerca de su cuerpo hace que Jin se remueva con gracilidad sobre las sabanas, estirándose lánguidamente contra el calor de un cuerpo que lo envuelve mientras suelta un profundo ronroneo aho...

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Un susurro suave y el cosquilleo de una respiración pesada cerca de su cuerpo hace que Jin se remueva con gracilidad sobre las sabanas, estirándose lánguidamente contra el calor de un cuerpo que lo envuelve mientras suelta un profundo ronroneo ahogado en su garganta cuando siente ligeras y suaves caricias en su cabellera grisácea, unos dedos cepillan los mechones con pereza y se siente bien, tan bien que casi vuelve a quedarse dormido, pero la luz de la mañana se filtra entre las persianas y se derraman sobre su cara, deslumbrándolo con molestia. Su cuerpo se siente entumecido y un poco adolorido, pero definitivamente con más energía que el día anterior, la fatiga ha desaparecido casi por completo lo cual indica que ha tenido mucho tiempo para descansar la noche anterior, por suerte.

—Mmm... gatito.

Sus ojos se abren de par en par al escuchar esa dulce voz enronquecida y somnolienta a un lado suyo, demasiado familiar que no puede dar crédito a lo que ha escuchado. Se incorpora abruptamente cuando se da cuenta de que la cama en la que estaba durmiendo no era la suya, así como tampoco puede reconocer esa habitación en la que se encuentra, pero lo que definitivamente sí conoce de memoria es esa figura que duerme profunda y tranquilamente a su lado, inconsciente de todo lo que está sucediendo. Trata de convencerse de que es sólo una alucinación mientras se talla los ojos con fuerza en un intento de despabilarse por completo.

¿Por qué rayos está en la misma cama que Jeon JungKook y como llego ahí en primer lugar? Esas y otras tantas preguntas comienzan a surgir en su cabeza rápidamente, abrumándolo con retazos borrosos del día anterior, aunque demasiado dispersos como para aclarar sus dudas. Tiene que parpadear varias veces seguidas para asegurarse de que no está soñando, pero al voltear y encontrarse de nuevo con el rostro de su vecino —ligeramente esponjado por el sueño— puede convencerse de que definitivamente no está soñando, lo que es mucho peor.

—Gatito. —JungKook murmura por lo bajo en medio de su sueño, su mano busca a tientas la suave melena gris y al no encontrarla se rinde, desplomándose sobre la almohada. —Gatito.

Jin ahoga un sonido de sorpresa antes de que pueda escaparse de sus labios, con la agilidad felina se desenreda de las piernas del chico y se levanta de la cama, procurando no hacer algún movimiento brusco o ruido que pueda despertarlo. Cuando abandona el calor de la cama, una sensación de desasosiego lo invade por un instante y se obliga a sacudir el deseo de volver a los brazos del menor.

Se dispone a salir lo más pronto de la habitación, pero en cuanto pone sus piernas en movimiento, un escozor repentino le recorre las extremidades, deteniéndolo a mitad de camino hacia la puerta y cuando agacha la mirada se sorprende al encontrar unas vendas —demasiado ajustadas— cubriendo unos cortes en su piel que lucen bastante recientes, está seguro de que no tenía esos el día anterior por lo que está totalmente desconcertado y preocupado. ¿Qué diablos sucedió anoche?

El murmullo de JungKook revolviéndose en su cama vuelve a ponerlo alerta y finalmente sale de la alcoba sin demorarse más, sin embargo, la misión de escape aún no termina y, como ya es de esperarse, su suerte no está de su lado esta mañana. Casi tropieza de la impresión cuando al intentar atravesar la sala de estar se encuentra con otro chico desparramado sobre el sofá en una posición un tanto extraña e incómoda, está abrazando una almohada mientras ronca por lo bajo, un hilo de saliva se resbala por su barbilla pues duerme con la boca abierta. Ese debe ser el compañero de JungKook y novio de TaeHyung. Jin lo observa con detenimiento por unos segundos reprimiendo una risa, absolutamente no es lo que esperaba ver, aunque no es del todo decepcionante, puede ver cierto encanto escondido en él, realmente escondido.

𝙴𝙻 𝙶𝙰𝚃𝙾 𝙳𝙴 𝙻𝙰 𝙼𝙰𝙻𝙰 𝚂𝚄𝙴𝚁𝚃𝙴¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora