¿Por qué estoy tan confundido?
Él solo es mi amigo, mi mejor amigo, ¿Verdad?
Entonces ¿Por qué cada vez que lo veo siento como si mi corazón explotara, como si mi estómago estuviera repleto de mariposas? Como si mi cuerpo no aguantara más.
Cada vez...
Finalmente Yelena y T/N llegaron al club nocturno MediaNoche que se encontraba a unas pocas calles del restaurante en el que trabajabas.
Sin haber entrado ya se sentía el ambiente fiestero, gente bailar, cantar, beber y otras que el castaño no quería pensar en ese momento.
- Bueno supuestamente tu exnovio está aquí -
- S-sí, gracias Yelena tengo mucha suerte de tener una amiga como tú - Dijo el chico dedicándole una cálida y sincera sonrisa provocando un intenso sonrojo en el rostro de la alta rubia.
- Sí tú lo dices - Musitó para resoplar fingiendo molestia. Sin esperar ni un segundo más T/N ingresó al interior del club dejando atrás a la chica.
"Si te hubiera dicho hace cinco años lo que sentía ¿Las cosas serían diferentes ahora? ¿Hubieras terminado loco por mí en lugar de él"
El castaño se hizo paso entre la muchedumbre de personas, parecía haber tantas como en un concierto al aire libre, cada uno estaba en su mundo, las luces rojizas, azuladas de fiesta también te llevaban a un mundo paralelo sin haber bebido en absoluto.
El intento de encontrar a su único amor fue en vano así que se dirigió a la barra a descansar y quizá darse por vencido.
- Déme una cerveza, por favor - Dijo mientras se sentaba en un asiento libre en medio de dos desconocidos.
- Enseguida -
El solo pensar que no volvería a abrazar ese delgado y suave cuerpo, acariciar esos rubios cabellos ni besar esos suaves labios pálidos lo empezó a deprimir.
"Supongo que debo olvidarme de él"
- Aquí está su cerveza, joven -
- Ah muchas gracias - Dijo T/N mientras recibía la pequeña copa para acabarla de un sorbo y pedir una más.
Y así pasaron 2, 4, 6, 8, 12 copas, no tenía intensión de beber cosas más fuertes pero quería olvidar todo por al menos una noche. La vista se le empezó a nublar, todo se iba volviendo oscuro y los sonidos iban apagándose, hasta que un rostro en particular aparece en su radar. Repentinamente despierta de haber quedado en un profundo sueño, regresa a la realidad y la música y luces volvieron a ser igual de potentes que antes.
- Armin - Musitó mirando hacia su izquierda. En el asiento de al lado estaba nadie más y nadie menos que su amado Arlert. Sin embargo él aún no se había dado cuenta de su presencia. Parecía distraído mirando a un punto fijo dónde no había nada en particular.
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"¿Qué se le estará cruzando por la mente?"
T/N apoya con suavidad su mano sobre el hombro del rubio tratando de tener su atención.
- ¿Ah? -
Los azules ojos de Arlert hicieron contacto visual con los del otro. Quedando en un largo silencio sin desviar sus miradas.
