🍁Amor De Septiembre🍂 (Editando)

LB《CAPITULO 5》1

Los chicos empezaron a beber pero más a Aristeo. Las chicas me empezaron a contar el porque esta con ella si no la ama.

—Por que siento que hay más sobre el—dije.

—Por que si hay más, eso no me incumbe contarlo, cuando él té tenga confianza lo hará —dejó Miriam.

—Yo si te contaré un poco—dijo Sofía—. Mi hermano tenía una novia llamada Pamela, ella era todo para él pero sin duda ella le fallo. Lleva nueve años conociéndola y ella solo a regresado dos veces. Para ser sincera a mi nunca me cayó bien, pero Ari la amo con locura. Cuando falleció mi padre él se vino abajo, empezó con a vender droga pero no la consumía y después empezó con carreras ilegales, aquí en España esta prohibido hacerlas.

—Si lo pones a escoger entre una persona y Pamela, elige a Pamela sin duda y sentimos que todavía la ama. La verdad pasaron muchos años, llego a desaparecer por tres años y regreso con Aristeo como si nada pasará,  se quedo otros dos años juntos a él y se volvió a ir, aproximadamente hace cuatro años volvió hacer lo mismo y no a tenido otra relación solo esta pero es sin amor o como dice él "Solo aprecio"— mencionó Miriam.

Al cambiar de tema volteo hacía él  y se había quedó dormido en el sillón. Me quedaré aquí porque me pone de nervios que se valla a caer, sólo espero y no sea sonámbulo porque no se lidear con ello. Me estaba quedando dormida cuando escucho que dicen mi nombre.

—Larissa, tengo hambre—era Ari.

—Me ves cara de estufa—dije media adormilada.

—No, pero sabes cocinar—dijo y seguía moviéndose.

—Pero no soy chef —dije.

No supe si se durmió o no, cuando escuche un ruido en la cocina el estaba medio dormido y un poco ebrio  pero aún así estaba intentando prender la estufa. Ay Larissa como puedes dejar a un borracho cocinar.

—¡Que haces!—grite bajo.

—Jugando a las canicas—dijo sarcástico y lo fulmine con la mirada.

—Que gracioso, maldita sea, sabes en que condiciones estas Aristeo—dije quitándole el sartén.

—No me había dado cuenta —dijo sarcásticamente.

—¿Qué se te antoja?—pregunté.

—Huevos con tocino—asentí.

Volteó a ver el reloj y son las seis de la mañana. Empecé a cocinar para ambos, él estaba sentado en el banco y esta recostado en la barra.

—Tan difícil es complacer a una mujer, hace años tuve una relación y me falló—habló de repente y volteó.

—No sé, todas somos diferentes—dije.

—Pero son chicas, se entienden muy bien—dijo mirándome.

—No porque somos mujeres y nos entendamos bien significa que pensamos y actuamos igual.

—Tienes razón. ¿Qué tipo de chica eres tú?—dijo para doce para lavarse las manos al ver que estaba a punto de servir.

—Una chica que se molesta porque un borracho nomás la estaba jodiendo—me miró y soltó una pequeña risa.