🍁Amor De Septiembre🍂 (Editando)

LB《CAPITULO 1》1

Al mirar cada detalle de mi habitacion mientras estoy recargada en el marco de la puerta, me detengo en una fotografia el día de mi cumpleaños, donde se encuentran mis amigos y familia.

Se que voy a extrañarlos pero tambien se que nos volveremos a ver.

Tengo que aprender abrir mis alas y volar en este mundo donde tengo que arriesgarme a cosas grandes porque no puedo estar siempre en este nido con el miedo de que pasara en un futuro.

Cuando me enteré de que me aceptaron en la editorial NAILO en España, no dude en marcarle a unas viejas amistades que vivian alla, se pusieron felices al igual que mi familia, aunque no voy a negar que me asusta el que pasara, pero aún así me acoplo a lo que pueda venir.

Miro el reloj que esta en mi buro y son las seis de la mañana.

—Agarra estos condones, no quiero ser tío tan joven—entra a mi hermano Damian a mi habitación, lo miró mal y él ríe—Uno nunca sabe que puede pasar—saca algo de su bolsillo—Toma, son las pastillas del día siguiente.

—Dime que esta es una maldita broma—dije poniendo las aún lado de él.

—No es una broma, yo sé que allá hay farmacias pero conociendo lo distraída que eres, dudó que compres.

—Esta bien, pero se que no las necesitaré—él suelta una pequeña risa.

—Nunca digas nunca Lara.

Agarre mis maletas y Damian las más pesadas y al bajar estaban mis padres junto a mi hermana Elizabeth.

—Hermanita, te vamos a extrañar mucho—dijo abrazándome.

—Yo también te voy a extrañar, pero podemos hacer llamada cada que podamos—me separó de ella y me da un beso en la frente.

Me acerco a mis padres, mi madre tenía los ojos e hinchados de tanto llorar y mi padre solo la abrazaba intentando calmarla. El amor que ellos se tiene son la razón por cual aún creo en el amor, sino fuera así, no se que sería de mi yo enamorada.

—Mi princesa, te amo, cualquier cosa nos hablas—dijo mi madre soltando un sollozo.

—No te preocupes mamá todo estará bien—le doy una sonrisa y un beso.

—Mi pequeña cuídate mucho.

—Te amo papá—se levantó y me abrazo.

—No te dejes de nadie linda—sonrió y volteo con Dam.

—Es hora de irnos.

—Adiós a todos, los amo—me despedí.

Al salir de casa nos adentramos auto. Dam me mira de reojo y no me dirije la palabra porque sabe cuando me siento mal no me gusta hablar con nadie.

Él empieza a conducir a una velocidad lenta, cuando el suele manejar creyéndose creyéndose está en la saga de rápidos y furiosos. Cuando es así es porque quiere pasar más tiempo conmigo.

—Yo tampoco quiero que acabe este momento con mi hermano mayor—él sonríe.

Al mirar el bello paisaje de la ciudad de México, me da nostalgia saber que tendré que hacer una nueva vida en otro país, otras culturas y me agrada aunque extrañaré la comida de aquí.