Capítulo 17

293 36 4
                                    

- ¿Papi? - preguntó la pequeña rubia mientras miraba con confusión a su progenitor - ¿Estás bien?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


- ¿Papi? - preguntó la pequeña rubia mientras miraba con confusión a su progenitor - ¿Estás bien?

El Couffaine se detuvo a mirar a su pequeña, se agachó a su altura y la abrazó con fuerza. Después de todo, sabía que en la audiencia no saldría favorecido y quizá, con los problemas que tenía con Zoe, no podría verla tan seguido.

- ¿Papi? - insistió la pequeña

- nunca olvides que te amo mucho - le dije él mientras se aferraba a su pequeño cuerpo con firmeza

La pequeña correspondió el abrazo de su padre y con sus pequeñas manitos acarició su ancha espalda.

- también te amo mucho, papi - la pequeña se separó y tomó el rostro de su padre con ambas manos para luego depositar un pequeño beso en la mejilla del azabache - tampoco lo olvides, ¿Si?

El Couffaine sintió sus orbes cerceta llenarse de lágrimas, y aunque intentó retenerlas lo más posible, una lágrima rebelde logró escapar y rodar por su mejilla.

Ambos volvieron a abrazarse una última vez, antes de dirigirse a la audiencia.

Los tacones de una rubia resonaban fuertemente contra el suelo, corría lo más rápido que sus piernas le permitían, le había costado, pero finalmente había decidido dejar de huir y aceptar la petición de Félix

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los tacones de una rubia resonaban fuertemente contra el suelo, corría lo más rápido que sus piernas le permitían, le había costado, pero finalmente había decidido dejar de huir y aceptar la petición de Félix.

Sabía que a pesar de las asperesas, Zoe la escucharía y podría hacerla entrar en razón.

No esperaba que se reconciliaran, pero sentía que ella también tenía mucho que decir para aclarar toda la situación.

Logró llegar a su vuelo, una vez entró al avión y se sentó en el puesto correspondiente, comenzó a juguetear con sus manos nerviosamente.

Miró la hora en su reloj y sólo esperaba poder llegar a tiempo.

Miró la hora en su reloj y sólo esperaba poder llegar a tiempo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Choses de la vie (Lukloe) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora