•「Ignorar/Ley de hielo 」•

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• Me dices que me marche pero tus manos suplican que me queden•
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Los días de estrés para la vida universitaria comenzaban a pegarle a cualquier alumno, Giyu no fue la excepción, con todos sus proyectos y con los exámenes a todo su esplendor, le quedaba poco tiempo para salir con amigos, apenas veía a Sabito para comer o cenar.

Era de mañana, tenía un poco de tiempo libre, en su mente, las ideas iban y venían repentinamente, sentía la necesidad de aprovechar ese tiempo con su pareja, habían pasado un pequeño periodo de tiempo desde aquella escena, la chica comenzó a distanciarse, ya no le contestaba los mensajes, sus llamadas eran desviadas, intento ir a verla a su facultad, pero la falta de tiempo era una de las barreras que se interponían entre ella y él.

Intento ser positivo, creyendo que quizás ella estaba igual que él en cuanto a tareas y exámenes, después de todo su carrera era mucho más complicada que la de él...

Pero ese día tenía una hora libre, le daría una sorpresa a la joven mariposa, iría por ella, quizás podría verla unos cuantos minutos, con eso le bastaba para suplir esa "necesidad" de tenerla cerca.

Caminó por los pasillos de aquella facultad, se sentía extraño ver a la mayoría de jóvenes que estaban en la carrera de ciencias biológicas, se sentía peor que un bicho raro, alguien inferior, alguien insignificante solo por estudiar una ingeniería basada en agua, no es que despreciara su carrera, es solo que Shinobu siempre lo hizo sentir menos en cuanto a sus estudios, él creía que ella estudiaba más duro, que jamás tendría la misma inteligencia que su novia.

Este era un ambiente desfavorable, las miradas que se posaban sobre él, aunque ya habría estado múltiples veces en ese lugar, la sensación de creerse alguien ajeno invadía sus pensamientos con mayor fuerza. Pero tendría que superarlo, tendría que dejar de lado ese burdo presentimiento, ahora debía concentrarse en buscar a Kocho, ese era su objetivo en primer lugar: arreglar el problema que había entre los dos, si él era por qué dejó de hablarle, buscaría la forma de enmendar su error.

Llegó a duras penas al laboratorio donde su querida mariposa estaba, espero un momento cuando dieron por terminada la clase, observó como aquella multitud iba saliendo, se mantenía atento por si veía a la chica de mechas moradas, esperaba paciente, como si de un perro se tratase justo cuando espera a que lleguen sus amos para saciar el tan apreciado afecto. En cuando la observo salir, la sonrisa de la chica se había desvanecido, era como si ella de verdad aborreciera al joven azabache, salió entre sus compañeros a pasos rápidos, huyendo de él, sin explicaciones, sin querer verlo, era como si ella de verdad lo odiara.

Giyu comenzó a seguirla, aunque Shinobu no estaba corriendo, le era complicado mantener el ritmo de la chica, quien entró a otro salón, dejando a un Tomioka confundido ¿hizo algo malo ante la chica? Quería enmendar el daño que le habría ocasionado, pero era difícil ya que ella hacía que las cosas fueran más complicadas.

Regreso a su facultad, sus clases comenzarían pronto, quería saber que estaba sucediendo que apenas mantenía su mente concentrada en los maestros, le dolía que su novia lo evitara, que se mantuviera estoica ante él, que lo tratara como si de un extraño se tratará. Luego las preguntas llegaron ¿Acaso no debía ser él quien se mantuviera con esa actitud hacia ella? Después de todo era ella quien lo engañaba en primer lugar, pero, Tomioka no le haría lo mismo, su abuelo fue muy claro hace tiempo y su hermana también se lo recalco en algún punto de su vida y era: "no hagas cosas que no quieres que te hicieran a ti" ...

Aunque ella, ya le estaba haciendo cosas que no quería pasar, ahora que lo pensaba más a detalle, sin embargo, ella era la única que lo amaba como tal, así que debía aguantar después de todo, ella también solía ser una persona dulce con él, además de que era la única que se enamoró de su forma tan desalineada y tan extraña que era Tomioka Giyu, así que quizás solo era algo pasajero algo que los hombres de su edad llamaban "Cosas de mujeres".

DestrozadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora