Soy Aquella Niña |Diego Laínez|

Capítulo 7

Me separe de Diego rápidamente, el me miraba desconcertado, esto no está bien, quite su mano de mi para después levantarme rápido

―Frida...―Diego tomo mi mano, lo observe detenidamente, me miraba preocupado, no, no, no, esto no está bien, yo no debo hacer esto, sé que dije que daba igual pero no era verdad, en cuanto me beso volví a sentir aquel amor hacia él y no podía permitir que sucediera eso

―Debo irme, adiós―dije rápidamente para después soltarme y tomar mis cosas, fui hacia donde estaban mis zapatos para ponérmelos

No Frida por favor no puedes empezar con ilusiones, tú mejor que nadie sabes que no eres correspondida, Diego no te quiere, solo utiliza las palabras para envolverte como muchos lo hacen

―Frida, espera por favor―Diego se agacho evitando que me pusiera el otro zapato, ambos nos miramos directamente, sus ojos aparte de preocupación tenían un especie de brillo que me encantaba― ¿me pase de la raya?―pregunto preocupado, no sabía que contestarle, en cierto punto si me había sacado un poco de onda el que su mano tocara mi trasero pero en realidad lo que me tenía así fue empecé a sentir ese cosquilleo y esa emoción

―No Diego, pero debo irme―quite su mano para seguirme poniendo los zapatos cuando termine deje los otros a un lado, mire a Diego que no me despegaba la mirada solté un suspiro y me levante dejándolo ahí―nos vemos Alda―dije al chico que nos veía el asintió

―Adiós Frida―me regalo una sonrisa

Camine fuera de la zona, Cielo, comencé a buscar los baños hasta que vi saliendo de ellos a Mary, Jackie y las pequeñas, camine rápidamente a ellas, en cuanto me vieron Mary me vio con preocupación

― ¿Paso algo mi niña?―me tomo las manos, no Mary no preguntes, estaba a poco de soltarme a llorar, negué sonriéndole―no me engañas ¿Qué te hizo Diego?―la mire perpleja―Jackie adelántate con las niñas ahorita las alcanzamos―Jackie se fue con las niñas, Cielo me miraba preocupada yo solo le sonreí para tratar de calmarla―Ven, vamos por algo para tomar―

Caminamos hacia la zona donde vendían alimentos, nos sentamos en las sillas que se encontraban ahí, yo solo miraba la mesa, ¿Qué le iba a decir a Mary? No puedo decirle Mary siempre estuve enamorada de tu hijo pero se ha comportado como un imbécil desde que somos niños y eso me ha lastimado mucho, y ahora estoy luchando para no caer rendida a él y desbordar todo el amor que eh retenido

―Frida...―la mire, ella me miraba preocupada, no me gustaba hacerla sentir así, tomo mis manos dedicándome una sonrisa tierna―...sabes que te quiero como a una hija, ¿Qué paso? ¿Diego te hizo algo?―la mire sin responder nada, en realidad no sabía que contestarle― ¿Te hirió?―en cuanto dijo esas palabras comencé a llorar, me zafe de sus manos cubriendo mi rostro―Mi niña―Mary me estaba abrazando―siempre supe que estabas enamorada de el―dijo mientras acariciaba mi cabello, yo seguía llorando.

Me sentía tan afligida, desde que volví a ver a Diego empecé a sentirme confundida, molesta, todo me estresaba, tenía un revoltijo en mi interior, y con lo que sucedió hoy fue peor la cosa, la lucha interna es más fuerte.

―Puedes confiar en mi ¿Qué paso?―dijo mientras me quitaba las manos girando mi rostro hacia ella, Mary me miraba con ternura mientras limpiaba mis lágrimas―es mi hijo si pero tú eres muy importante para mí y por lo mismo no me gusta verte así― siguió limpiado algunas lágrimas que todavía salían― ¿Qué pasa mi niña?―

―Lo amo Mary―dije mientras volvía a llorar, ella me atrajo hacia ella abrazándome, esa era la verdad lo amaba―pero sé que él no siente lo mismo, yo solo le gusto físicamente―dije entre lágrimas―y por eso mismo me reprimo con el no quiero sentir esto porque me lastima nada más, me molesta tanto amarlo, me molesta tanto que cualquier cosa mínima que haga me afecte―Mary solo acariciaba mi cabello mientras yo seguía llorando―lucho contra este sentimiento porque sé que si sedo volverá a lastimarme―