CAPITULO 3.

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¿Amigos?

MARINA.

Pasa una semana en la que me veo otro par de veces con Amado, me lleva a sus juegos de póker y al hotel. El instituto es lo de siempre, las chicas y el trabajo también son lo mismo.

Entro al camerino y veo a Cleo con su arma. Le está enseñando a Faith a usarla, Dana también está aprendiendo.

Odio esas cosas, y odio que Cleo tenga una escondida aquí, pero lo entiendo, para ella la seguridad es primero, también está aquí bajo amenaza, pero ella hizo que un cliente le diera un arma, una salida, la use contra ella o contra sus carceleros.

—Tengan cuidado —les pido.

Me sonríen y siguen con la clase. Más tarde le hacen una fiesta a un tipo que he visto antes, estaba empecinado con tener a Joss, se llama Ashton Skogman.

Al alistarnos salimos a caminar por la sala, y en menos de una hora cierran el lugar para darle entrada al cumpleañero, que no tarda nada en encontrarme con la mirada, a lo que yo desvío mi mirada. No me oculto, pero tampoco quiero que alguien sepa que estoy aquí.

En unas horas en las que ya se ambienta él y sus acompañantes se me acerca mientras camino alrededor.

—¿Qué sabes de Jo? —me pregunta siguiéndome el paso.

—Nada. —Si lo supiera tampoco le diría—. Ya no trabajo allí desde hace meses y no mantengo el contacto con nadie.

Me mira dubitativo, se saca la billetera y me da un fajo que cojo sin dudar.

—Yo tampoco sé nada de ella. —Le quita dos copas a una chica que caminaba y me ofrece una.

—Salud. —Chocamos las copas antes de tomarnos el contenido.

—¿Y qué haces aquí? Pagan migajas comparado con lo que ganabas en el Gold —sigue hablando.

—Trabajar —contesto—. Trate de ser feliz en el mundo feliz y con flores, pero no encajo, me aburro de la gente, de todo. Soy de esto, no la prostitución —aclaro —, solo... Me gusta estar con estas personas, con los que han sufrido, porque entiendo de esto y solo he encontrado personas que me entienden aquí.

Me quita la copa y se las entrega a otra chica que pasa por nuestro lado.

—Desde que te vi supe que tenías algo Marina, más allá de una belleza inigualable que te traerá problemas, lo que atrae de ti es el aura letal que desprendes. —Estira su brazo en mi dirección, a la altura de mi abdomen, deteniéndome—. No bajes la guardia nunca y estarás bien, ten amigos poderosos y ellos te harán intocable.

—¿Dices que quieres ser mi amigo?

—Me halagas, y te ayudaré en lo que pueda si tú me ayudas a mí, ¿Amigos? —me ofrece la mano.

Vaya idiota, cree que puede manipularme solo con adularme.

—Amigos. —Le estrecho la mano.

De algo me ha de servir algún día, al menos eso espero.

Se va y yo regreso a los camerinos cuando casi es media noche, allí encuentro a Faith llorando.

—¿Qué pasó? —me le acerco para envolverla en mis brazos, y se aferra a mi cuerpo.

—Extraño mi libertad —musita.

—Ya, amor —le acaricio el cabello.

—Es que... —solloza—, tenía una buena vida, no la mejor, pero estando aquí es que he aprendido a apreciar cada cosa.

Nuestros casos son muy diferentes, yo no aprecio nada porque le he dado a todo su valor, amo a mis padres y a mi hermana y se los demuestro, pocas veces me quedo con lo que siento.

PERPETUO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora