Capítulo 21

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Luciendo sombrío, Slughorn confirmó que la madre de Draco estaba en la escuela porque había escuchado sobre el hechizo, aunque afirmó, con disculpas, que no sabía cómo se había enterado (no que necesitaba escucharlo de alguien más, de repente él sabía perfectamente bien cómo se había enterado). Se fue solo después de que Draco le aseguró que se vestiría y vendría a su oficina de inmediato, e incluso apretó el hombro de Draco en un gesto que aparentemente se suponía que era paternal, pero que terminó siendo nada más que severamente incómodo.

Cuando la puerta se cerró de nuevo, Draco se volvió y vio a Harry deshacerse de la Capa, una expresión de preocupación con los ojos muy abiertos en su rostro que solo logró que Draco se sintiera aún peor.

-Draco- dijo Harry, su voz apenas por encima de un susurro. Puso una mano en la mejilla de Draco y Draco vio que sus ojos revoloteaban inquietos por su rostro, como si estuviera tratando de leer sus pensamientos -te acompaño. ¿Quieres que vaya contigo?-

-No- Draco negó con la cabeza, y después de un momento de vacilación se inclinó hacia adelante para presionar sus labios, permitiéndose el consuelo que le brindaba. Harry pareció entender esto, porque abrió la boca y profundizó el beso, dejando que sus manos cayeran sobre la cintura de Draco y la agarrara con fuerza.

-Me quedaré aquí y esperaré por ti, entonces- suspiró. Un pulgar calloso acarició la piel debajo del pijama de Draco -lo que sea que necesites. Dime qué te ayudaré-

-¿Qué hay de olvidar a mi madre? Eso podría ayudar-

Harry no sonrió. -Draco, no tienes que hacer esto. Eres mayor de edad, no tienes que verla si no quieres. Hablaré con McGonagall, yo...- pero se interrumpió cuando Draco negó con la cabeza. Parecía frustrado, y si las circunstancias no hubieran sido tan terribles, Draco podría haber encontrado esa frustración completamente entrañable.

-Necesito hablar con ella- dijo Draco en voz baja. Levantó una mano y pasó el pulgar por la mejilla sin afeitar de Harry, todavía tratando de encontrar algo parecido a consuelo en la intimidad física que Harry le estaba brindando -he pospuesto esto demasiado tiempo-

-No entiendo cómo se enteró...-

-Pansy- dijo Draco, sabiendo en sus entrañas que era verdad -ella me ha estado evitando desde que comenzó el trimestre. Apuesto a que se lo contó todo a su madre durante las vacaciones-

-Estúpida soplona- murmuró Harry, y Draco dejó escapar una pequeña risa débil -nunca he conocido a nadie con una puta boca tan ruidosa-

-Sí, bueno... probablemente debería vestirme-

Se soltó de mala gana del abrazo de Harry y fue a su tocador, donde comenzó a sacar ropa y un par de túnicas limpias. Podía sentir la mirada de Harry sobre él mientras ambos se vestían, y descubrió, para su sorpresa, que cambiarse frente a él era reconfortante y doméstico.

Mientras se abrochaba el último cierre de su túnica, los brazos de Harry se deslizaron alrededor de él desde atrás, y un momento después había labios en su cuello, poniéndole la piel de gallina dondequiera que tocaban.

-¿Quieres que me quede y te espere aquí?- preguntó de nuevo.

-Yo... no sé cuánto tiempo tomará... no puedes perderte una lección solo porque...-

-Draco- lo interrumpió Harry. Draco apretó los labios, avergonzado de las lágrimas que se acumulaban en sus ojos -¿Quieres que te espere aquí?-

Draco se quedó en silencio por un momento, y luego, con un pequeño suspiro, dijo: -No. Podría estar con ella un tiempo- giró la cabeza y miró a Harry a los ojos. Era absurdo, extraño y maravilloso darse cuenta del gran consuelo que ahora tenían para Draco -¿Volverás a dormir aquí esta noche?-

Las Luces Cambiantes *"Traducción Autorizada"*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora