Caótico Deseo|| Terminada

Dieciséis.

Se observó en el espejo del elevador para verificar que su maquillaje natural no se vea tan mal, acomodándose la camisa dentro del pantalón y ajustando su jean azul grisáceo, ya que quería verse guapo para su cita con aquél tipo que conoció por Instagram, el cual le había estado pidiendo el conocerse al ver que tenían varias cosas en común, además por lo guapo que era y el buen sentido de humor. Sin embargo, para Jimin no era gran cosa, simplemente quería salir con alguien y volver a saber lo que se sentía, aún así y el hombre no le cayera bien, pero tenía el presentimiento de que conocería a alguien; solo había que esperar a que el indicado llegara.

Había dejado su vehículo frente al edificio departamental la noche anterior, por lo cual no tuvo que bajar al estacionamiento y estuvo a punto de llegar a su hermoso bebé color azul, si no fuera por haber chocado con alguien más que iba en bicicleta, logrando que tropezara, pero que no cayera al suelo como lo hizo el otro; sin embargo eso no quitó que se molestara.

— ¡Deberías tener más cuidado! -su ceño fruncido era tan notable cuando observó al de cabello naranja, viendo como éste se levantaba del suelo y se quitaba su casco de seguridad, para luego voltearse su verlo y sorprenderlo al reconocerlo rápidamente-

— Lo siento. Iba distraído. -sonrió apenado y cabizbajo, levantando su bicicleta después de sacudir su pantalón oscuro- ¿Se hizo daño?

— ¿Bangchan? -el de cabellos naranjas lo observó rápidamente al escuchar su nombre, sorprendiéndose al verlo también- Cristopher Bangchan, ¿verdad?

— S-Si, soy yo..

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Había pasado tanto tiempo desde la última vez que vio a Cristopher Bangchan, antes de dejar la carrera de gastronomía para concentrarse en sus clases de Administración y así terminar por trabajar para su padre durante dos años; nunca pensó que se lo encontraría por pura casualidad frente al edificio en donde vivía y que ahora estaría bebiendo una taza de café con él, corrección: Bangchan bebiendo café y él una taza de té.

Odiaba profundamente el café.

— Ha pasado mucho tiempo. -el de cabellos naranjas inició la conversación al ver que permanecería callado si no daba el primer paso, sonriendo sin mostrar su dentadura, viéndose increíblemente atractivo para la vista del de cabellos azabaches que seguía perdido en aquél rostro tan bello- ¿Cómo has estado?

— He estado bien. -el pelinaranja se quedó viendo lo bonito que se veía Jimin, sintiendo como si su lengua se adormeciera por verlo después de tanto tiempo y estaba molesto por no saber qué decir en el momento, porque todo él estaba estático por tanta belleza, entonces se dio cuenta de todo el efecto que causó y todavía causa en él- Te ves distinto.

— Tal vez porque ahora soy más corpulento. -carcajeó un poco, haciendo sonreír a Jimin cuando lo notó muy tierno- Salgo todas las mañanas a correr o a andar en bicicleta, es por eso que estoy vestido así; si hubiera sabido que te encontraría hoy, me vería más elegante para ti.

— Te ves bien así; me gusta.

— Y tú te ves hermoso. -aquello causó un leve sonrojo en las mejillas del azabache.
Había pasado tanto tiempo que no lo alagaban, que pensó que sería demasiado facil para los demás el ruborizarlo así. Es por eso que a veces odiaba ser tan vergonzoso- ¿Está bien si soy informal contigo? Me gusta hablar con confianza; es algo nuevo en mi.

— No hay problema, Bangchan. -sustuvo su taza de té, acercándola a sus pomposos y rosados labios, dándole un sorbo a su bebida, sintiendo la calidez de aquél líquido que tanto amaba saborear, siendo observado por los ojos del menor y sintiéndose nervioso nuevamente- Y...¿cómo te fue en todo este tiempo? ¿Tienes trabajo?