CAPITULO 14

34 3 0
                                    

"Todo recuerdo es melancólico y toda esperanza, alegre"


Owen


Ya habían pasado dos semanas desde que Maisha había aceptado ir conmigo a España para ver a mi hermana, decidí no cambiarme de terapeuta aunque las cosas no fueran del todo correctas, Maisha siempre era muy profesional, una vez que entraba al consultorio lo hacíamos para mis sesiones diarias, El Progreso era muy notable, ya no era una persona cerrada a los demás, y mi madre estaba feliz por eso, cuando terminaba las sesiones algunos días salíamos a divertirnos por la ciudad, no sabía cómo iba su relación con Jonás y  no quería saberlo así que mejor no preguntaba hasta que ella me contara por su cuenta, pero sabía que algo le preocupaba, lo podía ver en su cara, sólo que ella no me dejaba ayudarla.


La verdad era que nuestra relación no oficial iba muy bien, no quería presionarla pero ya quería presentarla a mi madre como mi novia, sabía que eso a mi madre le encantaría, habíamos hablado de mi viaje a España y le había pedido que nos acompañara, ella no sabía que Maisha iría así que sería una sorpresa para ella, este viaje me emocionaba puesto que quería recuperar el cariño y amor de mi hermana, la extrañaba demasiado y estaba dispuesto a lo que fuera para que yo pudiera conocer a mi sobrino que estaba en camino.


En el trabajo me iba muy bien, con mi llegada al taller las ganancias se habían elevado y en poco tiempo ya teníamos más clientes, era muy bien pagado aparte de las propinas que me daban, ya tenía como unos veinte clientes frecuentes y sus coches eran Mustang y yo no me negaba a recibirlos.


Las cosas con Anita se habían tranquilizado, todavía seguíamos hablando pero ya le había dejado en claro que había alguien más, no era que lo tomara todo bien pero ella tenía la esperanza de que regresáramos, cosas que no dejaban nada contenta a mi psicóloga favorita.

Hoy era lunes, hacia dos días que no veía a Maisha y estaba desesperado por verla, tenía que preguntarle por nosotros que pasaría , estaba en el taller organizando mis herramientas puesto que llegaría uno de mis mejores clientes, siempre que venía me traía un coche diferente, se veía que el tipo tenía mucho dinero, estaba por ir a buscar unas piezas que me faltaba cuando escuche que alguien dijo mi nombre, voltee y el que estaba en la puerta era Jonás y por su cara sabía que no venía a nada bueno.

-¿qué quieres? Por lo que veo tu coche está muy bien.


-sabes a lo que vengó, quiero que dejes en paz a mi novia, ya bastante tengo con que ella sea tu psicóloga, te estas metiendo con nuestra relación y eso no lo voy a permitir.


-creo que te estas equivocando y si no te vas de aquí no voy a responder por mis actos, de verdad te lo advierto no me quieres ver enojado. - camine hacia un lado pero él me siguió y me empujo


-te estoy hablando, dile que te cambie de psicólogo te lo advierto por última vez.- estaba muy enfadado no era lugar para que me viniera a reclamar nada, que le pasaba a este tipo. Lo aparte y lo agarre de la camisa

 - mira te dije que no me buscarás, y si no quieres que te dé una buena pata en el culo te advierto yo que me dejes en paz y no me voy a cambiar de psicólogo, igual y lo que pasa con Maisha tú lo has provocado así que veté si no quieres recibir una buena golpiza.


-te lo advierto Owen, no soy un hombre paciente- lo mire y le hice una seña para que se fuera.


-yo tampoco soy un hombre paciente, así que veté y no me vuelvas a buscar en mi trabajo porque no respondo.- salió del taller se le notaba alterado, yo no quería pelea pero si el me buscaba la iba a tener. 


Había terminado mi jornada laboral e iba a casa para poder descansar un poco y luego ir con Maisha, había sido un día muy cansado y lo único que me apetecía era verla a ella.

Fix My Mind !!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora