Favores

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Unas semanas pasaron desde que esos dos compartían el apartamento, mientras que Yoongi pensaba como volver a su hogar. La chica iba a la universidad todos los días y volvía en la tarde con cosas de comer para que Yoongi probará cosas totalmente nuevas.

Hoy tocaba limpieza en el apartamento y JungSuh miró a Yoongi comerse un mochi acostado literalmente en el aire, mientras ella aspiraba el suelo, en realidad Yoongi se escondía del ruido del aparato que tenía la muchacha en sus manos.

- Yoongi se me ha ocurrido algo -el chico la observó y ella le hizo señas para que se acercara.

- Si sueltas ese aparato raro -ella rió.

- ¿Puedes hacer flotar los muebles para limpiar bien? -el chico asintió y ella comenzó a flotar también junto con la aspiradora y todo en la habitación.

- Perdón, es que no puedo deshacer la gravedad de un objeto en específico, es todo o nada -dijo acercándose a ella para sostenerla en sus brazos para ayudarla a alcanzar el suelo.

Ella limpió con éxito el polvo en los lugares que no podía alcanzar y floto de nuevo y jugó un rato con tu capacidad repentina de flotar gracias a Yoongi.

- Estoy volando -sonrió.

- No lo estás, estás flotando -ella lo observó.

- Ya lo sé, no me quites la ilusión -hizo un puchero.

- ¿Hay algún lugar por aquí que no hayan tantos humanos repugnantes? No te ofendas, tú no deberías ser de esa raza, eres demasiado buena -la castaña se sonrojó.

- En la playa, en la noche ¿Quieres volar? -le preguntó la chica.

-negó-. Quiero darte un recorrido.

Ella bajó ya que Yoongi hizo que todo bajara lentamente y se acomodó en el sofá junto a él.

- ¿Me llevarás volando? -asintió- ¿Y si no puedes con mi peso y caemos?

- Si puedo contigo ¿Me estás diciendo debilucho? -preguntó haciendo un puchero.

- N-no pero tengo miedo de caer -Yoongi se levantó y tomó la mano de ella para que lo imitara.

Él quitó su camiseta y dejó sus alas estirarse para adquirir fuerza en los aleteos.

- Sostente de mí cuello con tus brazos -la acercó a su cuerpo y ella nerviosa hizo lo que le pidió.

- Tengo miedo -dijo agarrándose fuerte al hombre.

- No te preocupes solo nos mantendremos en el aire como tal para ver si puedo contigo para que estés segura -.

De pronto sus pies ya no tocaban el suelo de madera del apartamento, se encontraba a un metro de altura con Yoongi mirándola con superioridad.

- Te dije que podía -la vibración del pecho del hombre la asustó.

- ¿Cómo será volar? -preguntó separándose un poco.

- Para mi no es nada especial, ya que nací pudiendo hacerlo, pero la primera vez que lo hice con memoria, se sentía que eras libre, que eras parte del viento.

- Quiero hacerlo, si caigo confío en que estarás para salvarme -.

- Tengo hambre -los bajó a los dos al suelo y dobló sus alas para ponerse la sudadera otra vez.

- ¿Qué quieres de comer? -Yoongi subió la vista y la miró sonriente.

- Eso a lo que le llamas mochi, está muy bueno, debes darme la receta, una vez que regrese haré que lo preparen en toda Angardia -ella sonrió enternecida.

- Quiero ayudarte a regresar ¿Cómo lo hacemos? -.

- Las hadas tenemos una piedra que nos teletransporta al reino al que perteneces, como ves, no tengo esa piedra -dijo mirando sus pies- Hay muchas hadas en todos los lugares escondidos, ellos conocen entradas al otro lado. Solo hace falta encontrar al hada del reino correcto.

- Lo entiendo y a la vez no ¿Dices que hay hadas en el mundo de los humanos? -Yoongi asintió.

- Hasta alguien de tu familia puede ser una y no lo sabes -.

- ¿Tú crees? -asintió.

- De cada cinco personas 2 son hadas. Hay muchísimas -.

JungSuh se quedó pensativa ante lo dicho por Yoongi ¿Enserio eran tan ciegos los humanos como para no notar otras criaturas entre ellos? Ella fue a su habitación, ya era tarde y debía descansar para la universidad mañana. Se despidió de Yoongi y este se quedó viéndola curioso.

¿Cómo sería una habitación humana?

Se preguntaba una y otra vez desde que veía a la chica desaparecer por el pasillo, así que con sumo cuidado después de una hora o dos de paciencia se adentró en la habitación de la chica para observar como era.

Al entrar vió JungSuh acurrucada en la cama tapada con una ligera sábana por el calor, las paredes eran de color entero y tenían varias fotos gigantes que Yoongi observó con detenimiento para darse cuenta que eran de personas en medio de muchas personas más. Fue al armario de ella y estaba lleno de ropas abrió algo que era cuadrado que quedaba a la altura de sus rodillas, eran como una caja pero con minúsculas cajas en ella. Tenía ropa pequeña que Yoongi no sabía dónde se colocaba. Por lo tanto tomó una para mañana preguntarle a JungSuh.

Se acercó por fin a la cama, no había nada raro después de todo lo que revisó, se sentó en el borde de esta y su trasero se sintió bien, era bastante cómodo, no era como el sofá ni en un millón de años. Se acostó sobre uno de sus brazos y no pudo evitar gemir del gusto. De pronto uno brazos lo abrazaron por el pecho y se sintió más cómodo.

- Hmm... ¿Yoongi? -dijo Yangmi perezosamente.

- H-hola -dijo el acomodándose mejor para abrazarla y tomar calor de su pecho como un niño pequeño.

- No puedes estar aquí, te colaste en mí habitación -sintió que Yoongi asintió.

- Es muy cómodo -la tomó más en sus brazos como si fuera un perezoso en una rama.

- Solo hoy y ya -declaró Yangmi dejándose vencer por el sueño.

A la mañana siguente Yoongi despertó solo en la cama, abrazaba una almohada que tenía el olor de JungSuh impregnado en ella y aún tenía esa ropa diminuta en sus manos para enseñársela más tarde cuando regresara.

Lost Fairy🧚🏻‍♂️ MYG Donde viven las historias. Descúbrelo ahora